miércoles, 26 de enero de 2022

La información internacional, una de las más perjudicadas por la pandemia


La Marea

Por Olivia Carballar 

Una vecina ante las ruinas de su casa, destruida en un bombardeo nocturno en el Karabaj (Sergei Bobylev / TASS)

El virus ha dejado fuera de la agenda mediática importantes conflictos en diversos países, según un informe del Centre Internacional Escarré per a les Minories ètniquess.

La pandemia se convirtió en el tema central de la agenda de los medios de comunicación tanto en España como en los demás países del mundo. Y causó, además, un aumento del consumo de información, como han confirmado diversos estudios. Pero ¿cómo afectó la COVID a la información internacional? En ello se centra el informe publicado por el Centre Internacional Escarré per a les Minories ètniquess (CIEMEN), elaborado por la periodista Queralt Castillo y el periodista Miguel Fernández.

En primer lugar, la irrupción del virus dejó fuera de la agenda mediática importantes conflictos en diversos países y, a su vez, benefició a numerosos gobiernos autoritarios, que, además, usaron como excusa la pandemia. «A esto hay que sumar la opacidad de la gran mayoría de gobiernos mundiales en el recuento de personas fallecidas y contagiadas y la ejecución ciertos protocolos cuestionables, muchos en contradicción con los derechos básicos universales», dice el informe. «Es una situación, esta, que recuerda al contexto de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. El 26 de octubre de 2001 se aprobaba en el país americano la Ley Patriótica, una medida polémica adoptada para, supuestamente, hacer frente a la amenaza terrorista, pero que acabó convirtiéndose en el marco jurídico ideal para vulnerar derechos básicos de la población estadounidense», añade.

El informe se sustenta en la experiencia de periodistas que trabajan a diario con información internacional: desde freelances hasta profesionales en plantilla. Y todos y todas coinciden en algo: todo lo que no ha sido explicado, ya no se explicará. Un ejemplo: el conflicto que afectó al Alto Karabaj, en la región caucásica. El 27 de septiembre de 2020, las fuerzas armadas de Azerbaiyán, con el apoyo de Turquía, lanzaron una ofensiva militar contra el territorio armenio del Alto Karabaj con el objetivo de quedárselo. Las fuerzas atacantes bombardearon de forma indiscriminada zonas civiles y más de 75.000 personas, la mitad de los habitantes de la República del Artsakh, tuvo que huir. Durante el primer mes de conflicto, al menos 100 civiles murieron a causa de los bombardeos. ¿Alguien recuerda esta historia hoy? ¿Alguien recuerda haberla leído en los medios?

«El conflicto en el Karabaj apenas ha aparecido en los medios de comunicación. El momento más intenso de los bombardeos, cuando se combatía en las calles de Stepanakert, coincidió con las elecciones de Estados Unidos [durante noviembre de 2020]. Se contaron votaciones durante una semana y fue imposible vender ninguna pieza [sobre el conflicto en el Karabaj] durante aquellos días; incluso en un diario como Gara, en el que estos contenidos suelen tener cabida», cuenta Karlos Zurutuza, uno de los periodistas que se desplazó hasta el terreno. Se han perdido muchísimas historias –prosigue–, como la ofensiva turca en el norte de Siria y sobre la población civil de Qandil o lo que ha pasado durante este tiempo en Libia, donde existe un proceso político abierto. «No hemos podido llegar a causa de las cuarentenas que nos han impuesto, pero le da igual: el material no se habría podido vender«, asevera.

María Eulate pone como ejemplo el yihadismo en el continente africano, que durante la pandemia no se ha detenido: “Muchos países africanos no se confinaron y el yihadismo va a ir al alza. Esto no ha salido en los medios; tampoco se ha hablado a fondo del conflicto en el norte de Mozambique”, asegura. En el documento, Eulate hace referencia al conflicto en Cabo Delgado, una provincia en el norte de ese país africano. Según Amnistía Internacional, desde 2017, el grupo yihadista En el Shabaab ha causado más de 2.000 muertes y 670.000 desplazamientos.

“Los desplazados por el conflicto relatan decapitaciones y pueblos arrasados ??en manos de los yihadistas, ejecuciones extrajudiciales y bombardeos indiscriminados por parte de los militares y los mercenarios”, relataba el periodista Pepe Naranjo en un reportaje en El País publicado el 22 de marzo de 2021. Se trata –insiste el informe– de uno de estos conflictos sin rostro que la irrupción de la crisis sanitaria ha invisibilizado aún más. En ello incide Patricia Simón, que menciona el caso del Sahel: “El yihadismo ha aumentado, y también la presencia de las tropas españolas en el terreno. También han desaparecido de la agenda los conflictos internacionales clásicos como Palestina e Israel, el Sáhara o las migraciones”.

A ello se une, además, la situación de precariedad que vive el sector y, en particular, quienes se dedican a cubrir este tipo de información. «La figura del corresponsal ha sido descuidada, lo que no ocurre en otros países. Abusamos de los y las periodistas freelance, que, sin embargo, están en situación de desprotección”, afirma Ebbaba Hameida, periodista que ha desarrollado gran parte de su carrera en TVE. Ella asegura que se informa a diario con France24 o la BBC en árabe: «Entra más información y se adapta al público (…). En España nos miramos demasiado el ombligo y hacemos un periodismo que se basa en declaraciones».

Y pone más ejemplos: “Ahora hablamos de Bielorrusia o Polonia [en referencia a la situación migratoria], pero la situación no se ha dado de un día para otro, los problemas vienen de antes. Creo que la situación de Hungría ha empeorado y no se ha hablado tampoco, y también se han dejado de lado otras pandemias que estaban afectando al continente africano”.

Desde Reino Unido, James Badcock cuenta que la irrupción del coronavirus también ha contribuido a que se desplomara de la agenda informativa de los medios británicos el procés: “Cuando apareció el virus, el tema ya estaba muy desgastado, sobre todo después de la condena y las protestas de 2019, que se fueron apagando con los meses. Por lo general, el proceso ha sido largo y parecía estar condenado a entrar en una situación de inmovilidad. La reunión de Pedro Sánchez con Quim Torra fue muy importante, pero no recuerdo si hicimos alguna cobertura, pienso que no: en The Telegraph esperaban un evento que no llegó a producirse”.

Más allá del caso de España, el informe concluye que los grupos vulnerables y vulnerabilizados son los que más han sufrido y están sufriendo la crisis sanitaria: «Personas sin una situación administrativa regular, recién llegados y recién llegadas, personas sujetas a vulneración de derechos y/o minorías étnicas, entre otros. Hablamos de personas que no solo han tenido que enfrentar una situación traumática de pandemia mundial y todo lo que esto implica, sino que además han tenido que hacer frente a las trabas de un sistema social que a menudo resulta injusto porque les hace más vulnerables».

Preguntados por propuestas para mejorar las coberturas de internacional, los y las periodistas que participan en el informe coinciden en que hace falta más inversión: «Es necesario tener medios de comunicación robustos, fuertes e independientes para que los temas internacionales tengan cabida. También se necesitan nuevos enfoques, nuevas narrativas y dejar de lado la mirada colonialista y la epistemología occidental. Es necesario incluir la voz de las personas pertenecientes a las minorías y el grupo vulnerables y vulnerabilizados».


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