martes, 3 de julio de 2018

Una breve biografía de la dictadura burguesa en Honduras



Por Juan López 

Conmemoramos este día 28 de junio el noveno aniversario del golpe de Estado perpetrado en Honduras en 2009. La fecha nos trae a la memoria a figuras y personajes como Roberto Micheletti Bain, Romeo Vásquez Velásquez, Enrique Ortéz Colindres, Juan Ramón, Wong Arévalo, entre otras figuras públicas que la burguesía ultraconservadora puso al frente marcando con firmeza su huella en la historia del país aquel junio inolvidable. El grupo golpista es la estirpe de una casta de sangre, ideología o dominio económico político y comercial descendiente de españoles, árabes, ingleses o estadounidenses que se proclaman los únicos en la administración del estado hondureño.

El proyecto de país que inauguró Rafael Leonardo Callejas Romero bajo la dictadura del neoliberalismo en los años noventa, impuesto como modernización del Estado sigue su marcha en la consolidación de un Estado totalitario. Los esfuerzos de Carlos Roberto Reina con la Revolución Moral solo lograron mínimos espacios de poder popular como la conquista del servicio militar voluntario, entre otros logros mínimos. Carlos Roberto Flores utilizó incluso los impactos del huracán Mitch para reacomodar rubros importantes de la economía nacional en la línea de los intereses imperiales. Logró acuerdos como la entrega de 5700.24 hectáreas de tierra al Movimiento Campesino del Aguan el cual debía pagar únicamente las mejoras pero no ha sido posible la liberación de la tierra bajo acuerdo, en su gobierno estuvo la iniciativa de entregar las playas de la costa caribeña a consorcios empresariales, entre muchos otros golpes a la soberanía nacional.

El gobierno de Ricardo Maduro impuso la cero tolerancia teniendo a los grupos de pandillas como sus enemigos directos a quienes persiguió y masacró sin compasión, como si hubieran sido los responsables directos de la injusticia en el país, no olvidamos los hechos ocurridos en la granja del Porvenir, Chamelecón y posteriormente Comayagua. La violencia y el porcentaje de homicidios subieron espantosamente. Los grupos empresariales fueron beneficiados por el estado y la educación fue severamente enajenada. El magisterio nacional fue reducido a la impotencia y cooptado en muchos casos.

Seguido el gobierno del poder ciudadano de Zelaya Rosales que generó recelos en amplios sectores populares, el populismo liberal se movía en las relaciones con el norte y el sur. No es posible negar la implementación de programas de asistencia como el bono ochenta, la nueva fórmula de importación de combustibles y el ingreso a Petrocaribe. El subsidio a programas de vivienda, aumento al salario mínimo aun en contra de la empresa privada, la matrícula gratis, el decreto ejecutivo 18-2008 sobre la expropiación de tierras para fines de reforma agraria, la adhesión a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América uniendo a los países empobrecidos de América. Algo tan básico y justo no soportó la derecha hondureña aglutinada en el Partido Nacional y Liberal, y el golpe de estado fue la estrategia para frenar los cambios sustanciales en la patria de Morazán. Nació el Frente Nacional de Resistencia Popular pero el mensaje quedó muy claro: los Estados Unidos junto a la OEA nos engañaron una y más veces, jamás estuvo en su agenda el retorno al orden constitucional, su objetivo fue siempre el orden dictatorial.

Hubo pre diálogo, dialogo, monólogos y al fin las elecciones legalizaron el desorden producido por el golpe. Los acuerdos de Cartagena de indias generaron esperanza que se perdió en los años posteriores. Dieron nacimiento a un nuevo partido político, el control del partido está en su mayoría, en manos de dirigentes que no muestran coherencia entre los estatutos y la práctica como organización partidaria y como gobierno Municipal o diputacional. Lobo Sosa con su discurso de capitalismo humano fue la bisagra que sustentó los movimientos para la profundización del dominio de la burguesía en todos los rubros de la economía, mientras Juan Orlando asumía el control del Partido Nacional y del país.

El borrador de constitución política de la empresa privada estaba adelantado bajo el nombre de “plan de nación y visión de país” que Lobo Sosa institucionalizó y Juan Orlando aceleró en la marcha, es el plan estratégico de la burguesía nacional vinculada a la burguesía transnacional sostenida por el gobierno de los Estados Unidos en el proyecto de monopolio de la economía, la producción y el mercado. El control del territorio en todos los rincones es la expresión del control del Estado cual si fuera un tolete en manos del gobierno y la embajada contra la sociedad en general. El texto constitucional de la Republica queda reducido a un manual de consulta para legitimar los actos de corrupción e impunidad sin precedentes en los últimos ocho años. Los golpes de estado y la constitución, golpes electorales, golpes a la democracia y la soberanía territorial y popular son el pan de cada día en el país.

El momento deja en el alma la sensación y necesidad de un nuevo lanzamiento metódico, pedagógico, filosófico, organizativo y educativo de las comunidades, movimiento social y una dirigencia social y partidaria que renuncie a las comodidades y la lógica de sociedad civil que en la práctica se hace servil. La vitalidad del trabajo de la Unidad Fiscal Especial Contra la Corrupción y la Impunidad (UFECIC) y de la MACCIH depende de la organización y movilización del pueblo en clave soberana. Los manoseos en el nombramiento del fiscal general y el diálogo nacional ponen en grave vulnerabilidad un proceso que ha abierto cierta esperanza en la población.

Conmemorar el 28 de junio es tener presente que vivimos en un país golpeado por la misma élite dominante que desde la época de la colonia urde sus raíces en un modus operandi que solo varía de forma pero no de fondo. Es también una obligación revisar todo lo hecho como movimiento popular y como partido, y mirar el futuro con nuevos ojos, cambiando todo lo que debe ser cambiado para posicionar los intereses nacionales frente a los intereses de elite que prevalecen auspiciados por la dictadura azul y blanco, rojo blanco, incluso por el rojo y negro.

Juan López - DPD, pedagogo

No hay comentarios: