lunes, 23 de julio de 2018

Asesinatos de la crisis post electoral siguen en la impunidad



Por Riccy Ponce

Una vieja bicicleta y el recuerdo de un gran hombre dedicado a su familia, un hombre que vivirá para siempre en la memoria de sus hijos y esposa, ese hombre es Telmo Villarreal, asesinado el 20 de enero de 2018 cuando venía de traer unos plátanos que le había prometido a un amigo, promesa que una bala  disparada por elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) impidieron que la cumpliera.

Ese  20 de enero, día que iniciaba el denominado “Paro Nacional”, convocado por la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, para impedir la toma de posesión de Juan Orlando Hernández, presidente ilegalmente reelecto, una familia se quedó sin el sustento de su hogar, después que una ráfaga de disparos por parte de PMOP, en Sabá, Colón, al norte de Honduras, acabará con la vida de Telmo Isauro Villarreal, dejando un espacio vacío a sus familiares.

“Se siente un vacío bastante grande en la casa, porque hace falta mi papá aquí, porque era la ayuda idónea de mi mamá y era una persona que no se metía con nadie, una persona apartada de los problemas, él era una persona del trabajo a la casa y ese día mi papá iba a traer unos plátanos para un amigo, porque se los había ofrecido, cuando ya los  traía en su bicicleta fue cuando recibió el disparo”, expresó su hijo Walter Giovanni Padilla.

Walter señaló  a defensoresenliena.com que su padre después de recibir el disparo siguió caminando para buscar ayuda, pero no pudo más y cayó al pie de un poste de una  tienda en Sabá, Colón,  recibiendo auxilio por las personas que se estaban manifestando. Don Telmo fue trasladado a  un centro asistencial donde  falleció.

Nosotros nos dimos cuenta porque un amigo de nombre Giovanni, me dijo Walter balearon a tu papá en la manifestación, y le dije a mi mamá porque  estábamos en la casa. Me subí a la moto y salimos, porque según nosotros estaba todavía en la manifestación.

Según dicen las personas que vieron el hecho, él venía caminando y platicando con un amigo de él, cuando empezaron los disparos y desafortunadamente uno de esos disparos lo alcanzó, sostuvo su hijo.

Agregó que cuando nos dimos cuenta y llegamos allá, ya a mi papá no lo encontramos, se lo habían llevado en un carro de una doctora, que fue la que le dio los primeros auxilios. Cuando nosotros  llegamos a donde él cayó ya no se encontraba, lo buscamos en todas las clínicas de Sabá, pero no lo encontramos porque  no sabíamos en que clínica se encontraba.

El joven al preguntarle  de donde vino el disparo de su padre, dijo a defensoresenlínea.com que “fueron los militares quienes estaban disparando, fueron ellos  los que dispararon, ellos dijeron que era chimba, pero los casquillos que se encontraban no eran de chimba, eran de armas fuertes, porque la chimba usa bala de nueve milímetro por lo general y esos casquillos no eran de ese tipo de arma”.

La familia de don Telmo Villarreal pide justicia, ya que su padre murió  después de haber recibido un disparo  en medio de un grupo de personas que se manifestaban  por un derecho legítimo del pueblo, que tiene al manifestarse.

“Exigimos justicia porque mi papá murió  no por causa de andar peleando algo, porque mi papá no era una persona que le gustaba andar en manifestaciones, fue por capricho, por decirlo así, por  las elecciones de noviembre de 2017, las que fueron fraudulentas.

El cuerpo de don Telmo fue exhumado el 27 de febrero por parte del Ministerio Público para practicarle una autopsia que dé información sobre el disparo que recibió por elementos de la PMOP, cuando esta abrió fuego en contra de los manifestantes  a inmediaciones del puente  sobre el Río Aguán  en  Sába, Colón.

Sus familiares manifestaron que  a casi seis meses después de la exhumación, no han tenido noticias de ningún tipo.

En el momento que ocurrieron los  hechos  la familia de don Telmo no se imaginaba que esa mañana que salió a buscar los plátanos para su amigo, sería la última vez que lo verían, porque una bala militar le segaría su vida.

Villarreal es la primera víctima mortal en el tiempo del paro nacional que fue del 20 al 27 de enero. Su muerte fue a causa de las balas militares, pero el número 35 en la lista de asesinatos, desde el día de las elecciones del pasado 26 de noviembre, según información del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Don Telmo, el campesino de sombrero en mano, al caer por el disparo mortal expresó sus últimas palabras: “Compa, Ayúdeme”.

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