El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con retirar la ayuda financiera de su gobierno a los países del Triángulo Norte compuesto por Guatemala, Honduras y El Salvador, además de México y Colombia, si éstos no detienen con mayor contundencia el avance del tráfico de drogas hacia el país del norte.
“Quiero detener la ayuda. Quiero detenerla. Si no pueden evitar que las drogas lleguen, porque ellos podrían evitarlo mucho más fácil que nosotros”, dijo Trump en una visita a una división de la Oficina de Protección de la Frontera y Aduanas.
Haciendo uso de su lenguaje poco diplomático, el presidente norteamericano señaló que esos países no son amigos de los Estados Unidos. “Estos países no son nuestros amigos. Saben, pensamos que son nuestros amigos y les mandamos ayudas masivas. Y ahora no voy a citar sus nombres (…), les mandamos ayudas masivas y están llenando nuestro país de drogas y se están riendo de nosotros (…) Les damos miles y miles de millones de dólares y no hacen lo que se supone que deberían hacer. Y ellos lo saben. Pero vamos a tomar una acción muy dura”, afirmó Trump.
Patio trasero
“Es una declaración muy importante por el peso que tiene Estados Unidos en esta región, pero es la verdad, Estados Unidos nunca ha considerado amigos a nuestros países. Siempre nos han visto sus súbditas, como su patio trasero donde pueden imponer sus políticas y que de manera dócil nuestros gobernantes tienen que asumir este tipo de política”, dijo el analista político hondureño Hermilo Soto.
En Honduras existe una fuerte crítica de los sectores sociales que acusan al gobierno de los Estados Unidos de meterse en asuntos internos del país y ser los que tienen la última palabra sobre decisiones que afectan a los hondureños y hondureños.
“La relación de los Estados Unidos con Centroamérica y particularmente con Honduras ha sido una relación muy asimétrica, muy desigual, una relación de dependencia que al final se han impuestos los intereses de los Estados Unidos y no los intereses del país”, cuestionó Soto.
“También se puede ver de otro punto de vista y es que efectivamente es bastante claro que no hay suficiente voluntad política para combatir el narcotráfico en la región porque el narcotráfico es un problema complejo. Hay una triangulación entre lo que es el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado, y estos países, desde las más altas esferas del poder político, están sumamente comprometidos en que estos actos queden en la impunidad”, manifestó Hermilo Soto.
Con migrantes, no cambian la tónica
En nombre de la seguridad de Estados Unidos y en la lucha por combatir el narcotráfico, el gobierno norteamericano se ha ido de frente en contra de la población migrante. Cada vez que puede, el presidente Trump insta a legisladores, especialmente a los demócratas, para que apoyen el endurecimiento de las leyes migratorias.
“Queremos fronteras fuertes, queremos darles leyes. Queremos detener la tontería del ‘cach-and-release” que continúa. Atrapas a alguien y lo liberas y sabes que son malos… Están entrando, están llegando de El Salvador, Guatemala, Honduras, México, en todas partes. Están llegando a nuestro país y los hemos detenido, pero las leyes lo hacen muy difícil. Si tuviéramos las leyes correctas aprobadas en el Congreso, su trabajo sería más fácil”, aseguró Trump.
Y aquí de nuevo los países del triángulo norte están en la mira por ser las naciones de donde se expulsa a más población, como resultado de la falta de verdaderas políticas públicas que ayuden a la gente a tener una mejor calidad de vida.
“Las declaraciones de Donald Trump, en tema migratorio, tampoco nos dan ninguna novedad, que Donald Trump no iba hacer nada por las personas migrantes ni hondureñas ni salvadoreñas ni centroamericanas, es algo que ya ha comprobado con los hechos”, aseguró Yolanda Gonzáles de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica.
Gonzáles dijo que Estados Unidos canceló el Estatus de Protección Temporal, TPS, a países como El Salvador y que, en el caso de Honduras, aunque dio una prórroga de seis meses probamente para ver cómo se desarrollaría el contexto electoral y cómo iría caminando un poco las relaciones con Honduras, la suerte que podrían correr ese beneficio sería la misma que se aplicó a El Salvador.
“Son curiosas estas declaraciones de Donald Trump, tiene contradicciones porque por un lado Estados Unidos es un actor que promueve la expulsión de hondureños hacia su propio país, pero por otro lado no los quieren y ponen cada vez más muros para que no consigan llegar a este país”, analizó la representante de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica.
Impacto económico
El analista político Hermilo Soto sostiene que esas declaraciones de Trump podrían tener repercusiones negativas para los países de Centroamérica, porque pueden poner en riesgo el tema de la Alianza para la Prosperidad.
Uno de los principales impulsores de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica ha sido el cuestionado presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, quien promovió la unidad de estos tres países para, en bloque, hacer una propuesta al gobierno de los Estados Unidos de apoyo económico que busca mantener la militarización de la sociedad e imponer sus proyectos inconsultos como reelección, venta de territorios y persecuciones políticas contra líderes sociales.
“Tendría serias consecuencias para la región y particularmente para Honduras tomando en cuenta que el país depende mucho de la ayuda externa y específicamente de la ayuda que pueda dar los Estados Unidos, este tema está muy ligado al Plan de la Alianza para la Prosperidad en el cual ha tenido grandes expectativas el gobierno”
Tras las declaraciones de Donald Trump de no estar muy interesado en seguir con el Plan Alianza para la Prosperidad, el gobierno de Honduras aseguró que no habían recibido ningún centavo de los Estados Unidos por los proyectos y planes presentados por los países del triángulo norte de Centroamérica.
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