miércoles, 14 de febrero de 2018

San Pedro Sula: Inmersa entre el concreto y la pobreza



Dos caras dividen a la capital industrial de Honduras, una de ellas llena de concreto y la otra rodeada de pobreza, esa es la realidad de San Pedro Sula en la actualidad. Por una parte, la orientación mediática del gobierno municipal dirigido por Armando Calidonio hace la propaganda de construcción de obras viales, pero por la otra oculta la condición social, la condición de pobreza que sufren las zonas denominadas de alto riesgo.
Esas caras son divididas por una línea de ferrocarril ubicada en la primera avenida del centro de la ciudad, debajo de esa línea se encuentran los barrios más pobres y abandonados por las políticas gubernamentales y municipales, mientras que arriba de esa línea están los barrios de clase media y alta, con negocios, zonas de comercio, turismo en la que se centraliza la apuesta política.
Así, San Pedro Sula se ha desarrollado desigualmente. En los últimos cuatro años de gobierno dirigidos por el alcalde Calidonio la dinámica de inversión fue orientada hacia la construcción de obras viales, en este enfoque la municipalidad sacó provecho de la concesión entregada al proyecto San Pedro Sula Siglo XXI, consorcio conformado por la empresa privada y que es dirigida por el empresario de la construcción William Hall Micheletti.
La construcción de obras por parte de este proyecto que es financiado por los altos pagos de matrícula vehicular de los sampedranos y sampedranas, fue pilar fundamental para la reelección de Calidonio como alcalde, la maquinaria mediática que posee levantó su perfil en la inauguración de obras importantes en la salida a Puerto Cortés y también el desarrollo de puentes a desnivel en la salida hacia La Lima.
La municipalidad también hizo una inversión millonaria a nivel de reparación de carreteras y habilitación de infraestructuras viales en algunas zonas de la ciudad, esa ha sido la apuesta de Calidonio y según sus promesas también será para los próximos cuatro años.
En San Pedro Sula viven aproximadamente un millón 400 mil habitantes, la pobreza, la violencia, el desempleo y el olvido social son los flagelos más importantes en la segunda ciudad más importante del país en materia política, pero primera en lo económico. Esta ciudad es el motor industrial del país, allí se concentran las bases del desarrollo económico, pero también se concentra un fuerte ambiente de violencia e inseguridad.
San Pedro Sula es considerada como una de las ciudades más violentas del mundo, esa realidad también es parte de las orientaciones políticas implementadas por los últimos gobiernos.
“Hay que humanizar la ciudad, Calidonio, como los últimos alcaldes han orientado su política hacia el cemento, al desarrollo de obras, que en su mayoría son en sectores privilegiados, pero de fondo el desarrollo social está estancado, y eso produce pobreza, desempleo y por ende inseguridad”, comenzó su valoración el ex regidor sampedrano Wilfredo Flores.
Para el ex regidor Cofradía, Rivera Hernández, El Carmen y la parte baja son además de zonas llenas de inseguridad, también de pobreza que al final facilita ese ambiente de violencia.
Según Flores, las proyecciones municipales indican que la pobreza en San Pedro Sula sigue en aumento desde los últimos 20 años. “Están maquillando la realidad, el cemento sí es importante, pero si creemos que eso es desarrollo por encima de las condiciones de la gente estamos totalmente equivocados”.
Para el ex candidato a la alcaldía y analista Ramón Barrios, el declive de la ciudad se debe a las malas administraciones municipales. “Esto se debe a las malas políticas y olvido de las mismas hacia la población de pocos recursos económicos, la ciudad vive un declive en la parte de atención social”.
Este 2018 la municipalidad comienza una transición en la nueva conformación municipal, siempre bajo el mando de Calidonio, pero con una composición variada del pleno. En la actualidad la municipalidad tendrá la presencia de regidores con mayoría pertenecientes a Libre, Partido Liberal y una regiduría independiente.
“Debemos cambiar las políticas en favor de las mayorías, es uno de los principales retos de esta corporación”, dijo el nuevo regidor de Libre, René Altamirano.
El manejo de Calidonio de la municipalidad en los últimos cuatro años fue dictatorial, tal y como caracteriza al gobierno del Partido Nacional a nivel presidencial. Calidonio y su grupo más cercano de asesores eran los que creaban las políticas de uso de fondos, inversión, aprobación de licitaciones y proyectos de concesiones de servicios públicos a manos privadas, el alcalde presentaba las mociones y a falta de oposición en la municipalidad pasada, las iniciativas eran aprobadas sin problema alguno.
“Este es el nuevo reto, organizar un bloque opositor, que en primer momento ponga un alto a lo que no es de beneficio a la gente y por otro lado que también tenga un aporte a desarrollar desde lo humano, desde lo social”, dijo la regidora independiente Fátima Mena.
“La oposición no debe ser para destruir, sino para construir, y hablamos de construir desde lo propositivo y de oponernos desde lo justo, desde la ideología del partido a la cual nos debemos”, reiteró Altamirano.
La ciudadanía valora con sentimientos encontrados las realidades de la ciudad. Daniel Rivera, sampedrano dijo que el desempleo, la falta de oportunidades y la falta de apuesta hacia la gente es parte de su incomodidad con el gobierno de Calidonio, pero por otra parte José Rodríguez, sampedrano considera que las obras sirven para descongestionar la ciudad en perspectiva vial, pero que eso no es suficiente para la gente.
El alcalde Calidonio se impone en el manejo municipal, en los últimos cuatro años, un gran número de sesiones de corporación fueron a puertas cerradas, los regidores en su mayoría tenían temor de denunciar este tipo de procesos antidemocráticos y poco transparentes.
“Mire en la municipalidad hay un control absoluto del alcalde, y los regidores no hacen oposición, dejan mucho que desear, guardo respeto hacia la regidora Gloria Millian, ella fue la única que se opuso a ese tipo de situaciones, pero los demás no respondieron a las exigencias del pueblo”, dijo el ex regidor Flores hace un par de meses a Radio Progreso, en el que hacía valoraciones sobre la composición municipal.
Por ahora los nuevos regidores que se denominan oposición tienen clara las apuestas de este nuevo gobierno municipal, en las que destacan el desarrollo social, la democratización de los espacios de discusión y el uso transparente de fondos públicos, si esa idea se queda en discurso, la ciudad avanzará bajo la dinámica de los últimos cuatro años, una dinámica fundamentada en cemento, pero absorbida por la pobreza y la inseguridad.

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