miércoles, 25 de octubre de 2017

"Veinte años no es nada..."



Así nos comparte el canto y su nostalgia. Y así recordamos hoy, veinte años después, a Carlos Escaleras. Con toda su juventud y su energía y su mirada puesta en la defensa de su gente y del entorno. Veinte años atrás un reguero de sangre se mezcló con lágrimas y angustias familiares, comunitarias y familiares. Veinte años después, seguimos en demanda de justicia junto a nombres y rostros de tanta gente que cayó, como Carlos, bajo los certeros disparos de asesinos a sueldo por orden de empresarios, políticos y mafiosos, que a fin de cuentas son la misma cosa.

 Lo dijo su hermano Eldin, el día que el Estado a través de la Procuraduría General de la República, aceptó oficialmente un arreglo amistoso con la familia, “aceptamos este arreglo amistoso, no porque haya cambiado la actitud y práctica de quienes administran el Estado. Lo aceptamos para proseguir nuestra lucha por justicia en un Estado conducido por criminales que son responsables de asesinatos de campesinos en el Aguán. Hoy estamos –dijo don Eldin Escalera delante de los rostros sorprendidos de los funcionarios del Estado—en igual situación que cuando mataron a mi hermano.”

 Veinte años y Carlos Escalera se erige como símbolo de luchador en defensa del pueblo. Es un mártir. Pero todavía más que un mártir. Es un prócer de la patria nueva, esa patria que se construye desde la soberanía que nunca tuvimos, y por la que ofrendó su vida Carlos. Por la soberanía que tiene que ver con la construcción de un nuevo poder administrado para dar vida y capacidad de decidir con libertad a la gente oprimida. Por eso Carlos Escaleras es un prócer de la patria soberana, y así lo nombraremos en esta plaza. Será en el futuro la plaza de Carlos Escalera, prócer de la soberanía nacional. Entendemos por prócer como lo que fue y es Carlos, un hombre ilustre, respetado y querido, con cualidades extraordinarias como para erigirlo como ejemplo a seguir por las nuevas generaciones.

Y así un día podremos decir que una plaza como ésta la tendremos también en otras localidades del país, porque nos ha de tocar rendir honor a los nuevos próceres, cuyas cualidades extraordinarias y su entrega por la vida del pueblo, los convierte en próceres de la nueva patria soberana que ya vamos construyendo, que la vemos venir, que se asoma, que Carlos Escaleras la anticipó con su ejemplo y su entrega.

Carlos Escaleras, gracias por tu terquedad por seguir con nosotros, gracias por agigantarte con tu ejemplo cuando a nosotros nos agobia la desolación y la pérdida de aliento. Gracias porque nos sigues diciendo, casi cantando que, para el amor y la construcción de la ternura, no basta una sola vida, necesitamos toda una eternidad, y en ella, nos dices con cariño, como cuando te reunías con nosotros a compartir tu humor y tu entrega en la lucha, que para tanto por amor por venir, “veinte años no es nada…”

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