- Director Ejecutivo del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Victimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT),
martes, 31 de octubre de 2017
“Democracia”: Sin derechos humanos
Por Juan Almendares *
“Cuando se intimida, tortura o se producen tratos crueles inhumanos y degradantes a un individuo y si esa persona es defensor o defensora de los derechos humanos y del ambiente, estamos ante un acto colectivo de violación de los derechos humanos, componente importante de una guerra psicológica de un Estado que tiene una política criminal punitiva y persecutoria que se pone en mayor evidencia a pocos días de las elecciones presidenciales. Se trata de un estado policial, militar en cuyo rostro enmascarado están ausentes: la justicia social, el respeto de los derechos ambientales, humanos y la defensa de la dignidad histórica de los pueblos”.
El 15 de octubre 2017, cuando el Lic. Psicólogo Mario Zavala Presidente de la Junta Directiva del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Victimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT), previo al abordaje de su vuelo con dirección hacia Europa fue intimidado por un supuesto agente contra el narcotráfico quien lo retuvo para investigación: “aduciendo que era sospechoso de tráfico y que iba a registrar todo. Después de llevarme aparte procedió a hacerme preguntas para intimidarme con voz fuerte e insistir que amigos tenía, a que se debía mi viaje. Procedió a registrar mi maleta y a decirme que sacara todo el dinero. Saqué lo que llevaba y me insistió que todo el dinero. Cuándo logre identificar su placa, el agente de nombre José Luis, suavizo su voz y dijo que era algo de rutina”, señala Mario Zavala.
Y agrega: Con voz imperativa me dijo: “¡Con quienes te vas a reunir!”, a lo cual respondí: “Con los eurodiputados, con organizaciones de derechos humanos en Ginebra, Bruselas y Holanda”. Después de hacer el .control migratorio me dijo que tenía la capacidad de no hacerme abordar el vuelo , porque era sospechoso. Cuando le dije : Que llevaba años luchando en derechos humanos, sin embargo me trataba como un delincuente. Luego me dijo: “Es algo que pasa en cualquier aeropuerto”. Finalmente logré abordar el vuelo”.
Hace tres semanas, el Director Ejecutivo del CPTRT, el que suscribe esta denuncia, recibió mensajes intimidatorios de amenazas de ser asesinado a lo cual se suma la tortura que sufrieron defensores y defensoras de los derechos humanos solidarios con las víctimas de la criminalización de la protesta estudiantil por las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Presentamos esta denuncia en plano nacional e internacional y estamos sumamente preocupados por lo que pueda pasar a Mario Zavala o a cualquiera de los defensores o defensoras de los derechos humanos y del ambiente porque se vive en Honduras con una tasa impunidad mayor del 90%
Demandamos la solidaridad nacional e internacional de las organizaciones de derechos humanos y defensa del ambiente con Mario Zavala y el personal del CPTRT y exigimos del gobierno de la República de Honduras se respeten los derechos humanos
Indígena Tolupan galardonada con el premio nacional Carlos Escaleras
Consuelo Soto, indígena tolupán, perteneciente a la tribu San Francisco de Locomapa, en el departamento de Yoro, quien goza de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), es la ganadora del premio nacional Carlos Escaleras en su segunda edición.
La premiación, que se desarrolló en el marco de conmemoración de los 20 años del asesinato del líder ambiental del Bajo Aguán, se llevó a cabo en la ciudad de Tocoa, departamento de Colón.
Para esta segunda edición del premio Carlos Escaleras estaban nominados Pedro Landa, Pedro Canales, Esly Banegas, Betty Vásquez, Orbelina Flores, Gaspar Sánchez, Osman Orellana y Dilma Consuelo Soto, quien fue la que recibió el galardón en reconocimiento a su labor en defensa de los bienes naturales y los territorios del pueblo Tolupan.
El premio es impulsado por la Fundación San Alonso Rodríguez (FSAR), el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), financiando por Diakonia y la Unión Europea, bajo el lema “Defendiendo a quienes defienden la madre tierra y los recursos naturales en Honduras”.
El premio nacional Carlos Escaleras busca rescatar la memoria histórica de los defensores y defensoras de los derechos humanos, pretende denunciar las agresiones en su contra, visibilizar el trabajo por la defensa de la vida a través de los territorios y bienes comunes, y reconocer su labor en la defensa de los derechos humanos.
La ganadora de este año nació en la comunidad San Francisco de Locomapa, Yoro, y se desempeña como vice coordinadora de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas y Negras de Honduras y es miembra del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ).
Dilma Consuelo Soto desde hace un poco más de una década inició su labor en defensa del bosque, ante las intenciones de deforestación y la instalación de una mina de antimonio. Su liderazgo y capacidad de diálogo la hicieron destacar ante las comunidades tolupanas que viven en medio de la pobreza y exclusión.
23 comunidades indígenas tolupanas situadas en las montañas del departamento de Yoro, son beneficiadas con su labor de manera directa. Pero su lucha tiene un impacto directo en la situación nacional que viven las comunidades indígenas y garífunas en Honduras que están en lucha de los bienes naturales y territorios.
Soto junto a un grupo de habitantes de Locomapa realizaron tomas y denuncias nacionales ante las intenciones de instalar una mina de antimonio. Su perseverancia y compromiso comunitario hizo que la instalación de la minera se detuviera, pero las amenazas, criminalización y muertes no cesan.
En el 2003 sus compañeros de lucha fueron asesinados y en el 2015 su esposo también fue asesinado con saña, un mensaje directo al trabajo que Consuelo realiza. Al asesinar a su esposo pensaron que su lucha se detendría, ella continúa a pesar del peligro que significa vivir en la zona y denunciar las intenciones de despojo de los bienes y territorios.
En la actualidad Consuelo Soto goza de medidas cautelares otorgadas por la CIDH, a raíz de amenazas de muerte y el ambiente de inseguridad y conflictividad social que hay en la zona, ocasionados por la imposición de proyectos extractivos que, de forma abusiva, se han apoderado de los bienes comunes de las comunidades indígenas.
El jurado estuvo compuesto por la líder ambientalista Piedad Córdoba de Colombia; Gloria Cano de Perú; Lottie Cunningham de Nicaragua; Waldo Albarrancìn de Bolivia y Mery Agurcia de Honduras, quienes hicieron sus valoraciones para la entrega del galardón.
Carlos Escaleras fue un destacado líder popular con un amplio recorrido en la defensa de los derechos humanos. Siendo estudiante de educación media se integró en el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) a mediados de los años 70, fue asesinado el 18 de octubre de 1997 en su negocio en la ciudad de Tocoa.
Se cumplen 20 años del asesinato del ambientalista Carlos Escaleras
Su muerte se produjo por defender los recursos naturales de la tierra que lo vio nacer, que quiso y defendió con gran amor y valentía. El 18 de octubre de 1997 el ambientalista y candidato a alcalde para ese entonces por el partido Unificación Democrática, Carlos Escaleras, fue asesinado por tres sicarios cuando se encontraba en su negocio en el barrio Los Laureles, Tocoa, Colón.
Tras su muerte muchas organizaciones ambientalistas, de derechos humanos a nivel nacional e internacional, así como partidos políticos, se manifestaron repudiando el hecho y exigiendo el esclarecimiento de ese crimen y la captura de los actores materiales e intelectuales.
Hoy se cumplen 20 años de su crimen y en su ciudad natal se realizan varios actos, donde el Gobierno después de un arreglo amistoso con la familia inauguró una Plaza que lleva el nombre del líder ambiental y popular, y además se entregará el premio ambientalista del año, donde participan por el galardón ocho destacados ambientalistas de todo el país.
En los actos de conmemoración el ministro de la Secretaría de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, Leonel Ayala, pidió perdón en nombre del gobierno por la muerte del líder ambiental y popular el 18 de octubre de 1997.
Luego se procedió a la develación del busto del señor Carlos Escaleras Mejía en la remodela plaza de los “Mártires o de las Banderas’, llamada ahora Plaza “Carlos Alfonso Escaleras”, en honor al ambientalista. El busto es obra realizada por el pintor y escultor de Tocoa Kensil Jared Hernández.
La Plaza tiene un área verde en forma de triángulo, se encuentra ubicada en el barrio el Centro, al inicio de la calle del Comercio, sobre la carretera que conduce de Tocoa a Trujillo, espacio que comprende 228 metros cuadrados.
La remodelación fue aprobada por la Corporación Municipal de Tocoa en el año 2011 y contempla un diseño inspirado en paisajes modernos, con plantas, grama y piedras.
Las actividades de conmemoración de los 20 años del crimen del ambientalista y líder popular del Bajo Aguán, continuará con la entrega del premio ambientalista del año, donde han sido nominados ocho ambientalistas del país.
Los nominados al reconocimiento son: Dilma Consuelo Soto, Esly Emperatriz Banegas, Osman Omar Orellana, Gaspar Sánchez, Orbelina Flores, Bety Vásquez, Pedro Canales y Pedro Landa.
Esta es la segunda entrega que se realiza en Honduras a fin de resaltar el trabajo de los defensores del ambiente.
El año anterior, en la primera edición, el premio fue entregado a la lideresa garífuna, Miriam Miranda.
Los Defensores ambientalistas en muchos países, son frecuentemente objeto de actos de hostigamientos, amenazas, persecuciones e inclusive asesinatos, por defender a las comunidades de proyectos que dañaban el medio ambiente, como en el caso de Carlos Escaleras, de Berta Cáceres, de Carlos Luna, de Janeth Kawas, Margarita Murillo, entre otros.
El imperio de la locura
Por Tom Engelhardt *
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García
Tocando el violín entre el humo en 2025*
Estamos en enero de 2025; pocos días después de entrar en el despacho oval, el nuevo presidente ya se enfrenta con su primera crisis a escala real en el extranjero. Veinticuatro años después de que se iniciara la guerra contra el terror, desde Filipinas a Nigeria, continúa con todo encono. Solo en 2024, Estados Unidos realizó repetidos ataques aéreos contra 15 países (o, en unos cuantos casos, países que ya no lo son), entre los cuales Filipinas, Burma, Pakistán, Yemen, el antiguo Iraq, la antigua Siria, Kurdistán, Turquía, Arabia Saudí, Egipto, Túnez, Libia, Malí y Nigeria.
En las semanas anteriores al inicio de su presidencia, una serie de acontecimientos agitó el Gran Oriente Medio y África. Ataques con drones y acciones de unidades de Operaciones Especiales de EEUU en Arabia Saudí –tanto contra rebeldes chiíes como contra combatientes del Daesh Global– mataron a un número importante de civiles, entre ellos a muchos niños. El alboroto fue importante en ese reino, cada vez más inestable, aumentando así la impopularidad de su joven rey y produciendo el abandono de Washington por parte del embajador saudí. En Malí, vestidos con uniforme de la policía y montando motocicletas, tres militantes árabes del frente Azawad, que en estos momentos controla la tercera parte del norte del país, consiguieron entrar en la nueva base militar conjunta de EEUU-Francia y, haciendo estallar sus cinturones explosivos, mataron a dos boinas verdes, a tres contratistas –los cinco, estadounidenses– y a dos soldados franceses; también hirieron a varios integrantes de la guardia del presidente de Malí. En Iraq, cuando acababa 2024, la ciudad de Tal Afar –que ya había sido “liberada” dos veces desde la invasión de ese país en 2003, la primera vez en 2005 por soldados estadounidenses y la segunda en 2017 por tropas iraquíes respaldadas por Estados Unidos– cayó en manos de militantes sunníes del Daesh Global. A pesar de que ahora está asediada por fuerzas del ejército de la república de Iraq del Sur apoyadas por la fuerza aérea de EEUU, todavía no ha sido recuperada.
Sin embargo, la crisis del momento está en Afganistán, donde comenzó la guerra contra el terror. Allí, el Talibán; el Daesh Global (o GIS, por sus siglas en inglés), surgido del Daesh en 2019; y al Qaeda en Afganistán (o AQIA, por sus siglas en inglés), surgida a su vez da la al Qaeda original en 2021 controlan ahora un número cada vez mayor de capitales provinciales. Estas van desde Lashgar Gah en la norteña provincia de Kunduz, que al principio cayó brevemente en poder del Talibán (2015) y en estos momentos está en manos de combatientes del GIS. En el ínterin, el gobierno respaldado por EEUU en Kabul, la capital afgana, está –como lo estuvo en 2022, cuando una ofensiva realizada por 25.000 soldados estadounidenses y contratistas privados la salvó de caer en manos del Talibán– otra vez sitiada y nuevamente en peligro. El conflicto que el teniente general Harold S. Forrester, principal comandante estadounidense en Afganistán, ha definido recientemente como “una impasse” parece que ha sido delegado. Según se dice, lo que ha quedado de las fuerzas armadas afganas y sus soldados fantasmas, con un índice de deserción en aumento y sorprendentes cifras de bajas está al borde de la disolución. Esta semana, Forrester regresa a Estados Unidos para testimoniar ante el Congreso y solicitar al nuevo gobierno que busque en el país 15.000 soldados adicionales, incluyendo unidades de Operaciones Especiales, y otros 15.000 contratistas privados, como también más apoyo aéreo importante antes de que empeore la situación y se convierta en un verdadero desastre.
Ahora, como muchos otros en el Pentágono, Forrester describe regularmente la guerra afgana como una “lucha eónica”; es decir, una que no se espera que termine en generaciones.
* * *
¿Piensa el lector que exagero? Cuando se trata de las interminables guerras de Estados Unidos en todo el Gran Oriente Medio y África, ¿es imposible imaginar un escenario futuro de más de lo mismo? Si, en 2009, ocho años después de lanzada la guerra contra el terror, mientras el presidente Obama estaba preparando el envío de una “oleada” de más de 30.000 soldados estadounidenses a Afganistán (al mismo tiempo que juraba que terminaría la guerra de Iraq), yo hubiera escrito semejante visión futurista de las guerras de Estados Unidos en 2017, es posible que usted habría sido igualmente escéptico.
¿Quién habría creído en ese momento que los políticos de Washington y el comando superior de las fuerzas armadas pudieran continuar en el mismo estúpido camino (aunque tal vez sería más exacto decir autopista) durante ocho años más? ¿Quién habría pensado en ese momento que en el otoño de 2017 intensificarían sus ataques aéreos en todo el Gran Oriente Medio, todavía combatirían en Iraq (y Siria), apoyarían una desastrosa guerra saudí en Yemen, lanzarían la primera (o un conjunto más) mini-invasión en Afganistán, y así sucesivamente? ¿Y quién habría creído en ese momento que en pago por llevar a cabo inútiles guerras durante 16 años que tanto hicieron por la proliferación de organizaciones terroristas en toda una vasta región, tres generales estadounidenses serían los personajes más poderosos de Washington aparte de nuestro extravagante presidente (cuya elección nadie podría haber previsto hace ocho años)? He aquí otra cosa endiablada: ¿habría usted realmente presagiado que en pago por 16 años de guerrear infructuosamente, las fuerzas armadas de Estados Unidos (y el resto del estado de la seguridad nacional) estarían obteniendo aún más dinero de la elite política en la capital de nuestro país o serían consideradas por el público la mejor de todas las instituciones de EEUU?
Bien, soy el primero en admitir que, como adivinos, los seres humanos somos patéticos. Escudriñar en el futuro con alguna exactitud nunca ha formado parte de nuestras habilidades. Así, mi versión de 2025 puede estar equivocada. Dado nuestro mundo actual, podría llegar a ser demasiado optimista en relación con nuestras guerras.
Después de todo –solo por mencionar una sombría posibilidad de muestro tiempo– por primera vez desde 1945, las armas nucleares podrían ser utilizadas por cualquier país en el curso de una guerra localizada, con la posibilidad de incendiar Asia e incluso de dejar en ruinas la economía mundial. Y ni siquiera saco el tema de Irán, país al que con mucho cuidado –quizá con demasiada cautela– no incluí en mi lista de países bombardeados por Estados Unidos en 2025 (en comparación con los siete en estos momentos). Aun así, en el mismo mundo que está condenando el armamento nuclear de Corea del Norte, la administración y su embajador en Naciones Unidas, Nikky Haley, parecen estar trabajando arduamente en la creación de una situación en la que los iraníes podrían estar desarrollando una vez más sus propias armas nucleares. Se dice que el presidente está desesperado por enterrar el acuerdo nuclear que Barck Obama y los líderes de las cinco potencias más importantes firmaron con Irán en 2015 (a pesar de que en realidad todavía está en eso), y –en su propia administración– se ha rodeado de una notable panda de iranófobos, entre los que están el director de la CIA Mike Pompeo, el secretario de Defensa James Mattis y el asesor en Seguridad Nacional H.R. McMaster, todos ellos anhelando tener algún tipo de confrontación con Irán en estos años (conocida la última década y media de conflictos bélicos de EEUU en la región, ¿qué piensa el lector acerca del probable resultado de esta confrontación?).
El Washington de Donald Trump, como apuntó John Feffer hace poco tiempo, respecto de Ppyongyang ahora está embarcado en una política estilo “los militares primero”, en la que los recursos, el dinero y el poder se dirigen prioritariamente hacia el Pentágono y el arsenal nuclear estadounidense, mientras que el resto del Estado es redimensionado a la baja. Obviamente, si es ahí donde van a parar los recursos pagados por el contribuyente, as ahí también donde irán el fruto de su trabajo y sus energías. Por lo tanto, no esperemos que haya menos guerras en los años por venir, más allá de lo inepto que ha demostrado ser Washington cuando se trata de hacer la guerra.
Ahora, dejemos un momento a un lado esas guerras y volvamos al futuro.
* * *
Estamos a mediados de septiembre de 2025. Con otro diluvio, el huracán Wally acaba de inundar Houston; este huracán es el cuarto desde que el Harvey azotara la región en 2017. Es el tercer huracán de categoría 6 –vientos de 300 km/h o más– que castiga a Estados Unidos en lo que va de este año; los dos anteriores fueron el Tallulah y el Valerie, lo que constituye un récord (en 2022 se agregó la categoría 6 a la escala Saffir-Simpson de vientos huracanados después de que el huracán Donald devastara Washington DC). El nuevo presidente no visitó Houston. Su secretaria de prensa solo dijo: “Si el presidente visitara cada zona golpeada por el clima extremo no le alcanzaría el tiempo para supervisar la reconstrucción de Washington y gobernar el país”. La secretaria se negó a responder más preguntas; el Congreso no tiene planes para aprobar leyes de emergencia para auxiliar a la región de Houston.
Gran parte de la población que ha quedado indemne en esa ciudad, o bien había escapado de la tormenta o bien se apretuja en los refugios de emergencia. Y como pasó en Miami Beach, en estos momentos se piensa que las zonas más propensas a la inundación de los alrededores de Houston nunca serán reconstruidas (algunas zonas costeras de Miami fueron en gran medida abandonadas después de que Donald las golpeara en 2022 en su trayectoria en dirección a Washington, en parte gracias a una nueva realidad: el nivel del mar está subiendo más rápidamente de lo que se esperaba debido a la aceleración del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia).
Mientras tanto, la temperatura en San Francisco ha superado los 44 ºC, un nuevo récord para el mes de septiembre. Esto sucedió después de un verano en el que se experimentó el récord de 46 ºC, convirtiendo en un artefacto del pasado el dicho apócrifo de Mark Twain, “El invierno más frío de mi vida lo pasé en un verano en San Francisco”. En otro año sin el fenómeno de El Niño, la Costa Oeste volvió a estar en llamas y los trigales de la región central de Estados Unidos han sido devastados por una tenaz sequía que ya dura cuatro años.
En todo el planeta, el calentamiento está aumentando, como lo hacen también las tormentas y las inundaciones; al mismo tiempo, la temporada de fuegos arrasadores continúa ampliándose globalmente. Mencionemos solo dos acontecimientos en la Tierra: en 2014, según el organismo de Naciones Unidas que se ocupa de los refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés), debido tanto a la diseminación de conflictos bélicos como a los fenómenos climáticos extremos, más personas han sido desplazadas –127,2 millones– que en ningún otro momento de la historia registrada, duplicando casi la cifra de 2016. La directora de UNHCR, Angélica Harbani espera que este guarismo sea superado una vez más cuando se contabilicen las cifras de este año. Además, el derretimiento más acelerado que lo que se esperaba de los glaciares del Himalaya, ha originado una crisis hídrica en zonas del sur de Asia, también castigadas por repetidos y desastrosos monzones e inundaciones.
En Estados Unidos, una semana después de que el huracán Wally destruyera Houston, el presidente voló a North Dakota para poner en marcha arrogantemente las obras de construcción del ducto transcontinental para transportar las arenas bituminosas de Alberta, Canadá, a la Costa Este de EEUU. “Esta obra ayudará a garantizar”, dijo, “que Estados Unidos seguirá siendo la capital petrolera del planeta.”
* * *
Pensemos esto de este modo: en el horizonte se percibe un nuevo paradigma climático. Estados Unidos ha sido castigado duramente, desde la incendiada Costa Oeste a los maltratados cayos de Florida. Y se agrega otro fenómeno crítico: el crecimiento del poder en Washington –y no solo allí– del negacionismo del cambio climático de los republicanos. Pensemos en la unión de estos dos fenómenos como una alianza infernal. Hasta ahora, no existe evidencia alguna de que en un Washington cuyas agencias claves están bien provistas de negacionistas climáticos haya alguna probabilidad de transformación en el corto plazo.
Ahora bien, mezclemos estos dos escenarios futuros que he descrito: la infructuosa prosecución de guerras interminables y la aumentada extremosidad climática en un planeta cada año más caliente (dieciséis de los 17 años más cálidos registrados se sitúan en el siglo XXI; el otro es 1998). Trate el lector de evocar un momento semejante mundo; se dará cuenta de que el daño posible podría ser enorme, incluso si la “superpotencia solitaria” del planeta sigue –solo durante un breve periodo– dando alas a la mayor amenaza que enfrentamos, incluso si Donald Trump no consiguiera ser reelegido en 2020 o se acercara algo peor que él.
El recalentamiento de nuestro mundo
En el planeta Tierra ha habido muchas potencias imperiales. Algunas de ellas cometieron enormes actos de horror –desde el imperio mongólico (cuyos guerreros saquearon Bagdad en 1258 y pegaron fuego a sus bibliotecas públicas; según se dice, ennegrecieron el agua del Tigris con tinta y dejaron sus calles rojas con la sangre derramada), el imperio español (famoso por su nefasto tratamiento de los habitantes de sus posesiones del “nuevo mundo”, hasta los nazis (no es necesario entrar en detalles). En otras palabras, todos ellos se han esmerado para dejar en claro cuál ha sido el peor de los imperios. Aun así, no imaginéis que Estados Unidos no ha hecho todo lo pasible por ser el número uno durante toda la eternidad (¡EEUU! ¡EEUU!).
Según cómo acabe la política de este país y este siglo, la frase “tocando el violín mientras arde Roma” podría necesitar una seria revisión. En la versión estadounidense, habría que sustituir “tocando el violín” por “librando guerras interminables en todo el gran Oriente Medio, África y posiblemente Asia”; en cuanto a “Roma”, habría que reemplazarla por “el planeta”. Solo “arde” podría quedar igual. Al menos por ahora, sería necesario reemplazar al emperador romano Nerón (que es posible que tocara la lira, ya que por entonces el violín no existía) por Donald Trump, el tuitero en jefe, como también “sus” generales y todo su equipo de negacionistas climáticos que en estos momentos pululan en Washington, uno más ansioso que otro para liberar la toda potencia de los combustibles fósiles en una atmósfera ya sobrecargada.
Algunas veces me resulta increíble que mi propio país, tan elogiado sin cesar por sus líderes en estos años, mientras la nación “indispensable” y “excepcional” del planeta, con “la más maravillosa fuerza de combate que el mundo ha conocido jamás” podría destruir el medio ambiente que ha nutrido a la humanidad durante miles de años. Mientras la “superpotencia solitaria” es la última en una alineación de grandes rivales que se remonta al siglo XV, qué ridícula resulta la arcaica visión de la historia como una marcha temporal hacia el progreso. Qué ridículo amenaza hacer el Estados Unidos de mi niñez, el que puso un hombre en la Luna e imaginaba que no había un problema en la Tierra que no pudiese ser solucionado.
Imaginemos el gobierno de ese mismo país distraído con sus desesperadas guerras y las organizaciones terroristas que continúa generando, enfrentando el posible recalentamiento de nuestro mundo... y no mover un dedo para ocuparse del problema. En un Washington donde en cualquier aspecto menos es más, salvo las fuerzas armadas de Estados Unidos (para las que más es invariablemente menos), el mundo está patas arriba. Esta es la definición del imperio de la locura.
¡Esperad un instante! Creo que en algún sitio oigo, débilmente, el sonido de un violín... tal vez sea mi imaginación, pero ¿siento acaso olor a humo?
* El siguiente fragmento en cursiva, al igual que el otro más abajo (también en cursiva), están inspirados en pasajes de la espléndida novela distópica de John Feffer Splinterlands (Tierras fragmentadas) Haymarket Books, Chicago (Illinois), 2016.
- Tom Engelhardt es cofundador del American Empire Project, autor de The United States of Fear y de una historia de la Guerra Fría, The End of Victory Culture. Forma parte del cuerpo docente del Nation Institute y es administrador de TomDispatch.com. Su libro más reciente es Shadow Government: Surveillance, Secret Wars, and a Global Security State in a Single-Superpower World
¡Che, un símbolo de la lucha humanista y socialista!
Por João Pedro Stedile
El 9 de octubre, se cumplen 50 años del asesinato del Che Guevarra por las fuerzas del ejército boliviano. Fue arrestado, herido el 8 de octubre de 1967, y fusilado el otro día, por órdenes de la CIA, en la pared externa de una pequeña escuela rural, del pueblo de La Higuera, municipio de Valle Grande, Bolivia.
Estuve allí en las celebraciones del 40 aniversario. No he podido entender cómo el Che se había entrado en esas montañas a 3, 4 mil metros de altura, despobladas, sin organización de masa para darle apoyo. Hoy, el lugar se ha detenido en el tiempo y la miseria en la región sigue igual. Incluso con un gobierno popular, podemos constatar que construir una sociedad igualitaria, justa, post-capitalista es una misión para décadas de acumulación de fuerzas del pueblo organizado. No basta con llegar al gobierno, como la izquierda se engañó.
La imagen del Che y su legado también siempre fueron muy polémicos y manipulados por la izquierda y la derecha. A la izquierda, el estrago más grande fue la narración del francés Regis Debray, que difundió un libro equivocado, resumiendo las ideas del Che, a las acciones de heroísmo de un pequeño grupo de intemporados luchadores que adoptaron la táctica de la guerrilla para derrotar a los opresores.
En ningún país sucedió eso, mucho menos en la victoria del pueblo cubano en 1959.
El legado del Che es mucho más importante y por eso, pasados 50 años de su martirio, está presente en prácticamente todo el mundo y en todas las generaciones.
El Che no fue un aventurero, guerrillero o héroe solitario.
El Che vivió con coherencia, todos los días, las ideas que predicó, como declaró su hija en un documental. Pero además de la coherencia, su práctica de vida nos ha dejado muchos ejemplos.
Defendió siempre la necesidad del estudio, para que la juventud, la militancia, todos, dominaran los conocimientos científicos, para poder resolver más rápido los problemas del pueblo y tener una vida más lúcida y digna para todos. Reiteraba a Martí, “¡Sólo el conocimiento libera verdaderamente a la gente!”. Defendió la vida sencilla y el espíritu de sacrificio entre los dirigentes. Ser el primero en la cola del trabajo y el último en la fila de los beneficios. Práctica que los dirigentes de partidos de izquierda abandonaron hace años. Defendió la solidaridad y el internacionalismo. “Es necesario indignarse contra cualquier injusticia, practicada contra cualquier persona, en cualquier parte del mundo. Si defendemos ese principio, entonces somos compañeros “, escribió a una guevarra uruguaya, que le preguntaba si eran parientes.
Participó en la revolución cubana y ocupó todos los cargos posibles, comandante de las fuerzas armadas, ministro, presidente del Banco Central. Y aun así, optó por su vocación misionera y fue a actuar en el Congo, en África y luego en Bolivia.
Ayudó a articular países y gobiernos populares en un frente antiimperialista, que resultó en la organización de la OSPAAL.
En todas sus actividades y gestos, siempre fue un humanista. Y veía en el socialismo sólo un medio de las personas ser más justas, más iguales y más sabias.
Defendió ideas polémicas en la construcción del socialismo cubano, buscando en la industrialización y en la independencia política la forma de resolver más rápido los problemas del pueblo.
Sólo tenía 39 años cuando fue asesinado. Pero parece una vida de décadas.
Por todo ello, es que la derecha, los capitalistas, le dedican tanto odio, porque saben que su legado seguirá influenciando a millones de jóvenes y trabajadores. Y un día sus ideas y prácticas serán hegemónicas.
lunes, 30 de octubre de 2017
Por abuso de autoridad denuncian a la coordinadora de la fiscalía de turno
Por Riccy Ponce
En representación de Organismos de derechos humanos, el director del Comité por la Libre Expresión (C-LIBRE), Edy Tábora, presentó una nueva denuncia contra la fiscal de turno que ordenó el desalojo violento contra defensores y estudiantes el pasado 8 de septiembre en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El representante de los cuatro defensores de derechos humanos y los ocho estudiantes, Edy Tábora, manifestó que ya es la tercera denuncia que presentan contra las personas que participaron en contra de los estudiantes.
Edy Tábora, director del Comité por la Libre Expresión (C-LIBRE)Edy Tábora, director del Comité por la Libre Expresión (C-LIBRE)
“Venimos a presentar la tercer denuncia, la primera fue contra oficiales de la Policía Nacional, la segunda contra la jueza que ordenó el desalojo y la tercera, contra la coordinadora de la fiscalía de turno del Ministerio Público, la señora María de los Ángeles Barahona, en su condición de fiscal del Ministerio Público y a su vez coordinadora de la fiscalía de turno, por el delito de abuso de autoridad”.
Edy Tábora afirmó que ese día, ella (María de los Ángeles Barahona), de acuerdo a las declaraciones del oficial (de apellido Colindres), que era el jefe del operativo en la UNAH, les ordenó que los sacaran del bus a como diera lugar y que los detuviera a todos, entonces por esos hechos consideramos que ha cometido el delito de abuso de autoridad.
Asimismo el abogado Tabora añadió que espera tener una pronta respuesta, así como se procedió en contra de los estudiantes.
“El Ministerio Público si ha actuado con celeridad en la presentación de doscientas acusaciones más o menos contra estudiantes, así que esperamos que en este caso, igualmente actué con la celeridad necesaria, de lo contrario, también estaremos presentando las denuncias respectivas contra los fiscales que tienen asignadas estas denuncias, porque estarán obstruyendo un derecho muy importante, el derecho a la justicia”.
El profesional del derecho puntualizó que María de los Ángeles Barahona en su condición de fiscal del Ministerio Público ha utilizado su función para generar violaciones a los derechos humanos y por eso el Ministerio Público debe de inmediato a proceder a investigarla y a presentar una acusación en su contra.
Los defensores que fueron brutalmente agredidos son Carlos del Cid del Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humanos (OEIDH), Tomy Morales de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASOPODEHU), Hedme Castro de la Asociación por una Ciudadanía Participativa (ACI-Participa) y Ariel Díaz de Juventud por la Defensa de los Derechos Humanos.
Los estudiantes son Christhian Sanabria, Edwin Salas, Bryan González, Santos Ruiz, Andy Villanueva, Marcio Silva y Nahúm Portillo.
Debido a la agresión suscitada el pasado 8 de septiembre, los defensores y defensoras quedaron con secuelas debido a la cercanía que fueron expuestos al gas lacrimógeno, al momento de ser desalojados.
Los estudiantes mantenían una toma de las instalaciones para exigir una educación pública y de calidad, así como la destitución del cargo de la entonces rectora Julieta Castellanos.
Los recursos que se gastan en espionaje y armamentismo deben ser orientados a combatir el hambre y la pobreza
Las mujeres y varones que han salido nominados al premio Nobel de la paz son los llamados para lograr la declaratoria de una tregua, estableciendo una década de paz sin guerra en ninguna parte del mundo, declaró María Ester Ruiz Ortega mediante un mensaje que envió y fue leído en el foro “Sin mujeres no hay paz”, que se realizó en Tegucigalpa.
María Esther Ruiz, una feminista del municipio de Qumistán en el departamento de Santa Bárbara, tuvo que actuar como madre de sus hermanos y hermanas desde 1961, cuando tenía 11 años.
En el 2005 junto a Reina Isabel Cálix, Bertha Oliva de Nativí, Albertina García Argueta, Itsmania Pineda y Leticia de Oyuela, fue una de las seis hondureñas nominadas a las 1000 Mujeres de más de 150 países al Premio Nobel de la Paz.
En el encuentro “Sin mujeres no hay paz”, al conmemorarse 12 años de nominación de mil mujeres de paz en el mundo, María Esther no pudo estar presente, pero envió un mensaje en el que señala que “los liderazgos de mujeres y varones que hemos salido nominados durante la historia del premio, están llamados a hacer los esfuerzos necesarios para lograr la declaratoria de una tregua, estableciendo una década de paz sin guerra en ninguna parte del mundo”.
Asimismo expresó que “los recursos que se gastan en investigaciones, espionaje y armamentismo deben ser orientados a combatir el hambre y la pobreza, la degradación del medio ambiente con acciones efectivas, regenerar la madre tierra para mitigar los efectos negativos del cambio climático mediante mecanismos que permitan la participación protagónica de las comunidades donde se haga efectiva la transparencia, autonomía, ejercicio pleno de su soberanía y autodeterminación, la autoconstrucción del desarrollo sostenible”.
Esta campesina, que fue educada por una orden religiosa llamada Los Pasionistas, indicó que es el momento de la historia que nos toca vivir, ante la lógica del modelo neoliberal impuesto por el gran capital transnacional que se sostiene con la extracción y saqueo de los bienes naturales comunes de los pueblos.
“La entronización de un sistema de corrupción e impunidad que ha debilitado la institucionalidad y al estado nacional, olvidando de dar la atención requerida al bienestar de los pueblos”, sostuvo María Esther.
Es del criterio que defender, recuperar y cuidar los bienes naturales y la casa común, combatiendo la corrupción y la impunidad, desmilitarizando, civilizando, descolonizando el alma, la mente y actitudes frente a la vida de las poblaciones y otros sectores y actores fundamentales en el crecimiento de los países con conciencia de identidad nacional y pertenencia a una patria.
“Ante la vida o la muerta de la humanidad y la madre naturaleza, todos y todas a luchar por la defensa, recuperar, regenerar y salvar la vida con dignidad, justicia y paz”, finalizó diciendo en su mensaje María Esther, quien durante toda su vida ha transferido su conocimiento a otras mujeres en los grupos que ella creó.
Los sacerdotes, que pertenecían a la orden pasionista, quedaron impresionados con María Esther y le dieron una educación religiosa y social, incluso enviándola a cursos de capacitación en otros países.
A partir de ese momento, María Esther comenzó a escribir sus ideas, a organizar grupos de mujeres para la creación de una nueva conciencia para defender los derechos de las campesinas, para luchar contra el sexismo y la sumisión.
En 1998, junto con otras 200 mujeres, fundó la Asociación de Mujeres Nueva Esperanza, que facilita el acceso a la educación y las actividades económicas que permiten a las mujeres actuar de manera independiente y ser tratadas con dignidad.
¿Otra Berta Cáceres?
Por Hugo Ríus
Berta Zúñiga. Foto: Foto: Copinh.
Testigos de la ceremonia inevitablemente evocaron a la hondureña Berta Cáceres, luchadora por igual contra poderosas multinacionales depredadoras que atentaron contra el medio ambiente. Foto: Archivo
Tras un emotivo discurso, la cerrada ovación del público asistente a
la entrega del premio Goldman 2016 y ya con los focos y las cámaras
apagadas, la campesina peruana Máxima Acuña volvió a su tierra, un
paraje perdido en el distrito de Cajamarca (al norte de Perú), donde
continúa su lucha, vigilando la Laguna Azul situada frente a sus
tierras.
Testigos de la ceremonia inevitablemente evocaron a la hondureña Berta
Cáceres, luchadora por igual contra poderosas multinacionales
depredadoras que atentaron contra el medio ambiente y las tierras de
comunidades originarias, y por eso ella fue amenazada y por último
mandada a matar con la complicidad del aparato represivo oficial de
su país.
Máxima Acuña también ha recibido desde 2011 amenazas por parte de la
minera Yanacocha, una de las productoras más importantes de oro de
Sudamérica por no querer ceder el terreno de Tragadero Grande donde
vive. Según la organización Global Witness, Perú es uno de los
países en los que los activistas contrarios a este tipo global de
negocios extractivos sufren más asesinatos.
La referida campesina ganó una apelación ante la Corte Suprema, pero
de acuerdo con su abogada ahora dejaron de amenazarla directamente,
pero le ofrecen dinero o cambiarle el terreno y de manera solapada le
dicen: “tienes que irte porque cualquier va a pasar algo”. A ello se
añaden otras presiones como los cierres de caminos para acceder a su
hogar o la violación de su intimidad con el envío de drones para
espiarla.
A cualquier extremo pueden llegar como hicieron con Cáceres, con tal
de seguir saqueando los recursos de nuestra América.
Los más jóvenes líderes de la derecha latinoamericana: Libertarismo, neofascismo e injerencia estadounidense
Rebelión
Por David Pavón-Cuéllar
Vemos aparecer por todos lados a los más jóvenes líderes de la derecha latinoamericana. Suelen presentarse como libertaristas y defienden el capitalismo, las políticas antiestatistas, el libre mercado y la libertad individual. Son mayoritariamente de tez blanca, descendientes de las élites locales y con estudios en universidades privadas. Nacieron después de 1970. Son jóvenes, carismáticos y exitosos. Muchos triunfan en YouTube y en las redes sociales. A veces también son promocionados por los imperios mediáticos de la región.
Algunos de sus nombres empiezan a ser bien conocidos: Gloria Álvarez Cross en Guatemala, Axel Kaiser en Chile, Juan Carlos Hidalgo y Natalia Díaz Quintana en Costa Rica, Rodrigo Constantino y Fábio Ostermann en Brasil, etc. [1] Muestran ocasionalmente su juventud y su modernidad al ser ateos o al defender la legalización del aborto. Y es verdad que intentan cultivar un tono afable, sereno y racional, pero no consiguen disimular su feroz odio hacia el comunismo, el socialismo, el marxismo, el keynesianismo, el igualitarismo y en especial el populismo [2]. También dejan ver su desdén hacia el feminismo, el ambientalismo, el indigenismo, el latinoamericanismo, el anarquismo y el zapatismo. Desprecian igualmente ideales como los de la descolonización, la liberación nacional, la soberanía de los países latinoamericanos, la igualdad social y la redistribución de la riqueza. No dudan en burlarse de grandes íconos de la izquierda latinoamericana como Emiliano Zapata, el Che Guevara y Salvador Allende. Prefieren invocar a Friedrich Hayek y a Milton Friedman, a Ronald Reagan y a Margaret Thatcher, pero intentan ocultar su devoción hacia Pinochet y otros dictadores.
A veces aseguran que no son derechistas, que están más allá de la oposición entre la derecha y la izquierda, pero siempre, como por casualidad, los vemos aparecer en el campo de la derecha o de la ultraderecha. Es aquí, en este campo, en donde militan, se desarrollan, se dan a conocer, conquistan la fama, consiguen recursos, reciben patrocinios, encuentran los periódicos en los que escriben y las cadenas televisivas en las que se presentan. Cuentan siempre sospechosamente, por ejemplo, con el apoyo incondicional de los imperios mediáticos más reaccionarios y conservadores, antiguos cómplices de las dictaduras y de las estrategias golpistas, como el Grupo Globo en Brasil y El Mercurio en Chile.
Si remontamos sus filiaciones familiares, institucionales y políticas, generalmente llegamos a regímenes dictatoriales o a organizaciones derechistas. Ellos mismos han apoyado maniobras golpistas como las ocurridas recientemente en Argentina y Brasil, pero no dejan de rasgar sus vestiduras ante Cuba y Venezuela. Su severidad ante la izquierda es proporcional a su indulgencia ante la derecha, quizás precisamente porque su mundo es el de la derecha, el de las grandes empresas, el de los terratenientes y las demás oligarquías locales, el de las élites blancas, el de la más cara educación privada, el del Opus Dei y Miami, el de la Operación Cóndor y ahora la Red Atlas.
Siempre se mantienen estrechamente vinculados con organizaciones derechistas, anticomunistas, a veces racistas y clasistas, como el recientemente extinto Movimiento Cívico Nacional (MCN) de Guatemala, del que procede Gloria Álvarez. Disponen también, desde luego, de la orientación de los grandes think tanks de la derecha liberal y neoliberal, como Libertad y Desarrollo en Chile, el Instituto Liberal y el Instituto Millenium en Brasil, la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad en México, la Fundación Eléutera de Honduras, el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) en Argentina y Uruguay, y el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE Libertad) en Venezuela. Tienen además, desde luego, sus propios grupos, como Estudiantes por la Libertad en dieciocho países latinoamericanos.
A sus grupos y organizaciones les sobran los recursos financieros. No sólo son directamente financiadas por las clases más pudientes de cada país, sino por empresas nacionales y transnacionales [3]. Por mencionar un solo caso, el Instituto Millenium de Brasil es patrocinado por Bank of America Merrill Lynch, las corporaciones mediáticas Globo y Abril, el holding Évora, el conglomerado industrial Gerdau y las grandes aseguradoras Pottencial y Porto Seguro [4].
Además de las clases pudientes y las empresas con sus intereses, la otra fuente inagotable de recursos para los más jóvenes líderes de la derecha latinoamericana proviene de una constelación de fundaciones extranjeras y particularmente estadounidenses que financian a casi todas las organizaciones a las que nos referimos con anterioridad. Estas fundaciones suelen tener una agenda política y económica centrada en la erosión de la izquierda, la desestabilización de los regímenes populistas, la liberalización de los mercados y el fortalecimiento de la derecha. Muchas de ellas aportan abiertamente recursos a través de la ya mencionada Red Atlas, punta de lanza de la actual injerencia estadounidense en América Latina [5]. Entre los mayores donantes, está el imperio petrolero de Exxon Mobil, con claros intereses económicos en Venezuela y en el resto de Latinoamérica, y la ultraderechista Carthage Foundation, con la que se han financiado grupos islamófobos y anti-inmigrantes en los Estados Unidos [6].
Al tener que obedecer a quienes les pagan, los jóvenes líderes de la derecha no pueden sino preparar el terreno para que las multinacionales y otras empresas puedan saquear lo que aún queda y recolonizar todo lo que todavía resiste o ha conseguido liberarse en América Latina. Es para esto que atacan lo que puede resistir, como la comunidad y la solidaridad, y difunden los axiomas ideológicos del pensamiento único, del neoliberalismo y el libertarismo: la creencia en el egoísmo constitutivo del individuo, la libertad individual sin concesiones, la democracia liberal, la economía capitalista de libre mercado, la desregulación económica y las privatizaciones generalizadas, es decir, la expansión de lo privado a expensas de lo público.
Además de los principios neoliberales y libertaristas, los jóvenes líderes de la derecha también defienden y propagan ideas que nos hacen pensar en el neofascismo y que están en perfecta consonancia con los programas de extrema derecha en otros países. Tras aclarar que no son derechistas, nuestros libertaristas ya pueden ser tan de ultraderecha como quieran y expresar toda clase ideas racistas, clasistas, elitistas, xenófobas y discriminatorias. El chileno Axel Kaiser, por ejemplo, arremete contra los inmigrantes que benefician de atención médica en los países ricos [7] y no ha dudado en publicar un libro intitulado Tiranía de la igualdad: por qué el igualitarismo es inmoral y socava el progreso de nuestra sociedad [8]. El brasileño Rodrigo Constantino llega más lejos al oponerse a la celebración de un Día de la Conciencia Negra [9], al acusar a los izquierdistas y “progresistas modernos” de tolerar la pedofilia y de sufrir un “desorden psiquiátrico” [10] y al describir a los “pobres y negros” que participan en flash mobs dentro de centros comerciales como “bárbaros incapaces de reconocer su propia inferioridad” [11]. Como lo he mostrado en otro lugar [12], la guatemalteca Gloria Álvarez no se queda atrás: atribuye a los indígenas guatemaltecos una tendencia a violar y tolerar la violación [13], acusa a los inmigrantes de “llegar a destruir la cultura” del país al que emigran, y aprecia positivamente la “valentía” de Trump, su “discurso elevado” y su capacidad para “hacer grande de nuevo a América” [14].
Hay profundas afinidades y estrechas relaciones entre el actual gobierno de los Estados Unidos y la joven derecha libertarista latinoamericana. En ambos casos, no sólo tenemos a neoliberales a los que no les gusta ser llamados neoliberales, sino a neofascistas que niegan serlo: ultraderechistas descaradamente racistas y clasistas que no resultan muy convincentes cuando intentan persuadirnos de que están más allá de la división derecha/izquierda. Logramos discernir también, lo mismo en el norte que en el centro y sur de América, la misma ultraderecha rejuvenecida y presentada como alternativa (la alt-right estadounidense), la misma fascinación por lo políticamente incorrecto y la misma complicidad con las élites financieras.
En el gabinete de Trump, de hecho, hay múltiples funcionarios que tienen vínculos directos con la Red Atlas a la que ya nos referimos, entre ellos el propio vicepresidente Mike Pence, la magnate y Secretaria de Educación Nacional Betsy DeVos, el asesor islamófobo Sebastian Gorka y particularmente Judy Shelton, presidenta de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), especializada precisamente en la injerencia en América Latina [15]. Todo resulta propicio para que el gobierno estadounidense, a través de la nueva derecha latinoamericana, mantenga y aumente su poder sobre América Latina. La coyuntura favorable a la emancipación parece haber quedado atrás.
Es como un regreso a la época de la Operación Cóndor, pero los métodos han cambiado. Los generales y coroneles han cedido su lugar a personajes tan aparentemente inofensivos como los jóvenes libertaristas. Ahora debemos lidiar con personajes posmodernos. Además está su neofascismo, el cual, como cualquier fascismo, no es lo contrario de algo como el neoliberalismo o el libertarismo, sino su evolución lógica y natural, como Franz Neumann lo evidenció magistralmente en el caso del nazismo [16] y como ya he intentado mostrarlo a propósito de Trump en otro artículo [17]. ¿No es acaso lo mismo que Pinochet y otros demostraron en Latinoamérica? Estaremos condenados a la dictadura, la ultraderecha, la violencia fascista o neofascista, mientras continuemos creyendo en capitalistas liberales, neoliberales y libertaristas.
Referencias:
[1] Marina Amaral, “La nueva vestimenta de la derecha: cómo las viejas ideas neoliberales han seducido a la juventud latinoamericana”, Global Voices, en https://es.globalvoices.org/2015/08/06/la-nueva-vestimenta-de-la-derecha-como-las-viejas-ideas-neoliberales-han-seducido-a-la-juventud-latinoamericana/
[2] Marina Amaral, “La nueva vestimenta de la derecha: El discreto encanto del antipopulismo”, Global Voices, en https://es.globalvoices.org/2015/11/25/la-nueva-vestimenta-de-la-derecha-parte-2/
[3] Marina Amaral, “La nueva vestimenta de la derecha: La red de organizaciones libertarias”, Global Voices, en https://es.globalvoices.org/2015/11/27/la-nueva-vestimenta-de-la-derecha/
[4] Instituto Millenium, “Mantenedores e parceiros”, en http://www.institutomillenium.org.br/institucional/parceiros/
[5] Aram Aharonian y Álvaro Verzi Rangel, “Red Atlas, libertarios de ultraderecha: entramado civil detrás de la ofensiva capitalista en Latinoamérica”, Rebelión, 9 de octubre 2017, en https://www.rebelion.org/noticia.php?id=232503
[6] The Center for Media and Democracy, “Atlas Network”, Source Watch, en https://www.sourcewatch.org/index.php/Atlas_Network. “Carthage Foundation”, Source Watch, en https://www.sourcewatch.org/index.php/Carthage_Foundation
[7] Axel Kaiser. “Si eres inmigrante no puedes venir aquí a vivir del Estado”. El Confidencial, 24 de enero 2017, consultado en https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-01-24/axel-kaiser_1321287/
[8] Libro publicado en Deusto, Grupo Planeta, Barcelona, 2017.
[9] Rodrigo Constantino. “Feriado Racista”, 20 de noviembre 2007, consultado en http://rodrigoconstantino.blogspot.mx/2007/11/feriado-racista.html
[10] Rodrigo Constantino. “Pedofilia: uma orientação sexual?”, 31 de octubre 2013, consultado en http://www.gazetadopovo.com.br/rodrigo-constantino/historico-veja/pedofilia-uma-orientacao-sexual/
[11] Rodrigo Constantino. “O rolezinho da inveja. Ou: A barbárie se protege sob o manto do preconceito”, 14 de enero 2014, consultado en http://www.gazetadopovo.com.br/rodrigo-constantino/artigos/o-rolezinho-da-inveja-ou-a-barbarie-se-protege-sob-o-manto-do-preconceito/
[12] David Pavón-Cuéllar, “Gloria Álvarez Cross y la quiebra intelectual de la Universidad Michoacana”, https://davidpavoncuellar.wordpress.com/2017/10/08/gloria-alvarez-cross-y-la-quiebra-intelectual-de-la-universidad-michoacana/
[13] Sandra Xinico Batz, “Guatemala Racista”, La Hora, 18 de febrero 2017, consultado en http://lahora.gt/guatemala-racista/
[14] Gloria Álvarez, Cómo hablar con un progre, Barcelona, Deusto, 2017.
[15] Lee Fang, “Esfera de influencia: cómo los libertarians estadounidenses están reinventando la política de América Latina”, The Intercept, 25 de agosto 2017, en https://theintercept.com/2017/08/25/atlas-network-alejandro-chafuen-los-libertarians-estadounidenses-america-latina/
[16] Franz Neumann, Behemoth: the structure and practice of national socialism (1944), Chicago, Dee, 2009.
[17] David Pavón-Cuéllar, “Trump y el capital”, Izquierda Diario, 27 de enero 2017, https://www.laizquierdadiario.com/Trump-y-el-capital
Cómo los multimillonarios llegan a ser multimillonarios
Rebelión
Por James Petras
Traducido para Rebelión por Silvia Arana
Estados Unidos tiene el mayor índice de desigualdad, la tasa de mortalidad más alta, los impuestos más regresivos y el mayor subsidio público a banqueros y multimillonarios que ningún otro país capitalista desarrollado.
En este ensayo examinaremos las raíces socio-económicas de la desigualdad y la relación entre la concentración de riqueza y el retroceso de las clases trabajadora y asalariada.
Cómo los multimillonarios llegan a ser multimillonarios
La evasión impositiva, en todas sus formas, es una de las fuentes más constante de la riqueza de los multimillonarios. Contrario a lo que dice la propaganda mediática a favor de los negocios, entre un 67 y un 72% de las corporaciones no pagan ni un céntimo después de los créditos y exenciones fiscales que reciben... mientras que los trabajadores pagan de un 25 a un 30% de sus ingresos en impuestos. La tasa de la minoría de corporaciones que pagan impuestos fue del 14%.
Según el Servicio de Renta Interna de EE.UU. (IRS, según sus siglas en inglés), la evasión impositiva de los multimillonarios asciende a $458 mil millones de dólares por año, casi un billón de dólares en pérdida de ingreso público cada dos años, según este cálculo moderado.
Las corporaciones más grandes de EE.UU. guardan más de 2,5 billones de dólares en paraísos fiscales del exterior, donde no pagan impuestos o pagan impuestos bajísimos de menos del 10% de tasa impositiva.
Mientras tanto, las corporaciones estadounidenses en crisis se beneficiaron de una ayuda de más de $14,4 billones de dólares (Bloomberg solicitó 12,8 billones) de dinero público, de fondos combinados entre el Tesoro y la Reserva Federal, provenientes mayoritariamente de los contribuyentes estadounidenses, que en su mayoría son trabajadores, empleados y jubilados.
Los banqueros que se beneficiaron del rescate con dinero público invirtieron los préstamos sin interés o con bajas tasas de interés y ganaron miles de millones, la mayor parte de los cuales provino de ejecuciones hipotecarias de viviendas de la clase trabajadora.
A través de resoluciones judiciales favorables y ejecuciones hipotecarias ilegales, los banqueros desalojaron a 9,3 millones de familias. Más de 20 millones de personas perdieron sus propiedades, a menudo debido a deudas ilegales o fraudulentas.
Una pequeña cantidad de estafadores financieros, incluyendo ejecutivos de los principales bancos de Wall Street (Goldman Sachs, J. P. Morgan y otros), pagaron multas, pero nadie fue a la cárcel por el gigantesco fraude que causó la miseria de millones de estadounidenses.
Hay otros banqueros estafadores, como el actual Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, que se enriquecieron con ejecuciones hipotecarias ilegales de miles de viviendas en California. Algunos fueron enjuiciados, pero todos fueron exonerados, gracias a la ayuda dada por líderes del Partido Demócrata durante el gobierno de Obama.
Silicon Valley y sus multimillonarios innovadores hallaron nuevas maneras de evadir impuestos usando paraísos fiscales en el exterior y deducciones impositivas dentro del país. Incrementan su riqueza y las ganancias corporativas pagando localmente salarios en el umbral de pobreza a sus trabajadores manuales y de servicios. Los ejecutivos de Silicon Valley “ganan” mil veces más que los trabajadores del sector productivo.
Las desigualdades de clase son enfatizadas con las divisiones étnicas: los multimillonarios blancos, chinos e indios (de la India) explotan a trabajadores afroamericanos, latinoamericanos, vietnamitas y filipinos.
Los multimillonarios en conglomerados comerciales como Walmart, explotan a los trabajadores pagándoles salarios de miseria y proveyéndoles beneficios escasos o nulos. Walmart obtiene $16 mil millones de dólares de ganancias por año gracias a que solo le pagan a sus trabajadores entre $10 y $13 dólares por hora y dependen de la asistencia estatal y federal para que le brinde a las familias empobrecidas el servicio Medicaid [1] y cupones para alimentos. El plutócrata de Amazon Jeff Bezos explota trabajadores pagándoles $12,5 por hora mientras que él ha acumulado más de $80 mil millones de dólares en ganancias. El CEO de la empresa UPS gana $11 millones por año explotando a sus trabajadores con un pago de $11 por hora. El CEO de Federal Express, Fred Smith, gana $16 millones anuales y le paga a sus trabajadores $11 por hora.
La desigualdad no es un resultado de la “tecnología” ni de la “educación” -eufemismos contemporáneos que alimentan el culto de superioridad de la clase dominante- como les gusta decir a los economistas y periodistas liberales y conservadores. La desigualdad es el resultado de los salarios bajos, las enormes ganancias corporativas, las estafas financieras, la evasión impositiva multimillonaria y la entrega de miles de millones del tesoro público a las corporaciones. La clase gobernante domina la “tecnología” de explotar el Estado a través del saqueo de su erario y de la clase trabajadora. La explotación capitalista de trabajadores del sector productivo con salarios bajos provee miles de millones adicionales a las fundaciones filantrópicas multimillonarias asociadas para pulir su imagen pública usando otra forma de evasión de impuestos: las “donaciones”, que sirven para exaltar su propia importancia.
Los trabajadores pagan impuestos desproporcionados en educación, salud, servicios públicos y sociales y subsidios a los multimillonarios.
Los multimillonarios en la industria armamentista y los conglomerados de seguridad y mercenarios reciben más de $700 mil millones de dólares del presupuesto federal, mientras que más de 100 millones de trabajadores estadounidenses carecen de atención sanitaria adecuada y sus hijos asisten a escuelas en edificios deteriorados.
Trabajadores y jefes: tasas de mortalidad
Los multimillonarios y sus familias disfrutan de una vida más larga y saludable que los trabajadores. No necesitan ni de seguros médicos ni de hospitales públicos. Un CEO vive un promedio de diez años más que un trabajador y disfruta de veinte años más de condiciones de vida saludable.
La atención médica privada provee los tratamientos más avanzados y seguros, incluyendo los medicamentos más efectivos, lo que permite que los multimillonarios y su familia vivan más y en mejores condiciones. La calidad del servicio médico en general, y la alta capacitación de los profesionales a cargo presentan un agudo contraste con el servicio médico disponible para el resto de la población. Esta situación crea un apartheid, o sistema segregado, en la atención médica en EE.UU.
Los trabajadores son tratados y maltratados por el sistema de salud: Reciben tratamiento médico inadecuado y, a menudo, inepto; atención superficial de parte de asistentes médicos sin experiencia y terminan siendo víctimas de una extendida práctica de exceso de medicación con narcóticos y otros medicamentos altamente adictivos. La medicación excesiva recetada por “profesionales” incompetentes ha contribuido de manera significativa a la muerte precoz de trabajadores, ha incrementado los casos de sobredosis de opiáceos, discapacidad causada por adicciones y el descenso en la pobreza, que muchas veces trae consigo la pérdida del hogar. Estas prácticas irresponsables han creado ganancias multimillonarias adicionales a las empresas aseguradoras de élite, las cuales pueden suspender las pensiones y las responsabilidades de los seguros médicos cuando los trabajadores lesionados, enfermos, discapacitados o adictos salen del sistema o mueren.
La reducción de la expectativa de vida de los trabajadores y miembros de su familia es un motivo de celebración para Wall Street y la prensa financiera. Más de 560.000 trabajadores murieron por el uso de opiáceos entre 1999 y 2015, lo que contribuyó a bajar la expectativa de vida de los asalariados y redujo las responsabilidades para pagar pensiones tanto de Wall Street como del Seguro Social (Social Security).
Las desigualdades son acumulativas y afectan a varias generaciones y sectores sociales.
Las familias de los multimillonarios, hijos y nietos, heredan miles de millones. Tienen acceso privilegiado a las escuelas y a las clínicas más prestigiosas; y convenientemente se enamoran de personas igualmente privilegiadas y bien conectadas con las que unen fortunas y forman imperios financieros aún más grandes. Su riqueza les permite comprar una cobertura de prensa favorable, incluso servil, y les garantiza acceso a los abogados y contadores más influyentes para encubrir estafas y evasión impositiva.
Los multimillonarios contratan a innovadores y managers de maquilas -con diplomas en negocios (MBA)- para que inventen nuevas maneras de recortar los salarios, incrementar la productividad y asegurarse de que las desigualdades se profundicen aún más. Los multimillonarios no tienen que ser ni los más brillantes ni los más innovadores, puesto que ellos pueden simplemente comprar en el “libre mercado” ese talento y descartarlo a su antojo.
Los multimillonarios compran a otros o se unen a otros, formando directorios entrelazados (interlocking directorates [2] ). Bancos, tecnología de la información, fábricas, almacenamiento, alimentos, artefactos, laboratorios farmacéuticos y hospitales están directamente relacionados con las élites políticas que se deslizan por las puertas rotatorias para reunirse con el FMI, el Banco Mundial, el Tesoro de EE.UU., los bancos de Wall Street y los prestigiosos bufetes de abogados.
Consecuencias de las desigualdades
En primer lugar, los multimillonarios y sus asociados políticos, legales y corporativos ejercen un dominio sobre los partidos políticos. Designan a los líderes y a todo aquel que desempeñe un puesto clave asegurándose que los presupuestos y las medidas políticas incrementarán sus ganancias, erosionarán los beneficios sociales de las masas y debilitarán el poder político de las organizaciones populares.
En segundo lugar, se traslada el peso de la crisis económica sobre los hombros de los trabajadores: los echan y los vuelven a contratar a tiempo parcial, como mano de obra temporal. Los rescates con dinero público, aportado por los pagan impuestos, son subsidios que los multimillonarios reciben gracias a la doctrina que sostiene que los bancos de Wall Street son demasiado grandes para fracasar y los trabajadores son demasiado débiles para defender su salario, trabajo y estándar de vida.
Los multimillonarios compran a las élites políticas, que a su vez designan a las autoridades del Banco Mundial y del FMI que tienen la tarea de establecer políticas que congelen o reduzcan los salarios, recorten las obligaciones de las corporaciones y de la salud pública y aumenten las ganancias privatizando empresas públicas y facilitando el traslado de las corporaciones a países con salarios e impuestos más bajos.
Como resultado, los trabajadores -que reciben pago por hora o por mes- están menos organizados y tienen menos influencia; trabajan más por menos dinero, sufren mayor inseguridad laboral y más lesiones -físicas y mentales- en el lugar de trabajo, caen en el deterioro y la discapacidad, salen del sistema, mueren anticipadamente y más pobres y, en el proceso, proveen ganancias inimaginables para la clase multimillonaria. Incluso las adicciones y la muerte son fuente de ganancia -como puede atestiguar la familia Sackler, fabricante de Oxycontin [3] .
Los multimillonarios y sus acólitos políticos sostienen que una agudización del sistema impositivo regresivo incrementaría inversiones y puestos de trabajo. Los datos dicen otra cosa. El grueso de las ganancias repatriadas se usan para comprar acciones de la propia cartera con el fin de incrementar las ganancias de sus inversores; no se invierten en la economía productiva. Los conglomerados entienden que menos impuestos y más ganancias es igual a más compras de empresas (más concentración) y mayor migración hacia países con salarios más bajos. En realidad, los impuestos son menos de la mitad de lo que dice la tasa y son un factor principal en la agudización de la concentración de riqueza y poder -ambos causa y efecto a la vez.
Las élites corporativas, los multimillonarios del complejo Silicon Valley-Wall Street están relativamente satisfechos de que sus preciosas desigualdades sean garantizadas y expandidas con los presidentes Demócratas y Republicanos, mientras continúan los “buenos tiempos”.
Lejos de la élite multimillonaria, los capitalistas locales también claman por mayor inversión pública en infraestructura para expandir la economía interna, menos impuestos para aumentar las ganancias y más subsidios estatales para incrementar la capacitación de la fuerza de trabajo mientras se reducen los fondos para salud y educación pública. No son conscientes de la contradicción que esto involucra.
Dicho de otra manera, la clase capitalista como un todo, la nacional y la internacional, persiguen las mismas políticas regresivas, promoviendo la desigualdad en su lucha por incrementar su parte en las ganancias.
Ciento cincuenta millones de contribuyentes asalariados han sido excluidos de las decisiones socio-políticas que influyen directamente en su salario, empleo, tasas de impuestos y representación política.
Ellos entienden o por los menos tienen la vivencia de cómo funciona el sistema de clases. La mayoría de los trabajadores conocen las injusticias derivadas de los falsos “tratados de libre comercio” y del sistema impositivo regresivo que abruman a la mayoría de los trabajadores.
Sin embargo, la desesperación y hostilidad del trabajador se enfoca directamente contra los “inmigrantes” y contra los “liberales” que han apoyado la importación de mano de obra barata y poco calificada con el disfraz de “libertad”. Esta imagen “políticamente correcta” de la mano de obra importada sirve para encubrir una política que ha servido para abaratar los salarios, beneficios y condiciones de vida del trabajador de EE.UU, ya sea en la tecnología, construcción o sector productivo. Los conservadores adinerados, por otra parte, se oponen a la inmigración con el disfraz de “ley y orden” y para bajar el gasto social -a pesar del hecho de que todos ellos usan los servicios de niñeras, tutores, enfermeras, doctores y jardineros. Sus sirvientes pueden también ser deportados si fuera conveniente.
Los temas planteados a favor o en contra de los inmigrantes eluden la causa de origen de la explotación económica y la degradación social de la clase trabajadora: la alianza entre la clase multimillonaria y la élite política.
Para revertir las prácticas impositivas de carácter regresivo y la evasión de impuestos, los bajos salarios y el incremento de las tasas de mortalidad causado por narcóticos y otras causas que se pueden prevenir -que redundan en ganancias para las compañías aseguradoras y la industria farmacéutica- es necesario forjar alianzas que conecten a los trabajadores, pensionados, estudiantes, discapacitados, ciudadanos desalojados, deudores, subempleados e inmigrantes como una fuerza política unificada.
¡Es más fácil decirlo que hacerlo, pero al menos hay que intentarlo! Absolutamente todo está en juego: vida, salud y felicidad.
Notas de la traductora:
[1] Medicaid es un programa que provee servicios médicos a las personas de recursos limitados. Cofinanciado por el gobierno federal y los gobiernos estatales, es administrado por cada estado, el que tiene amplio poder de decisión para determinar quién puede acceder al programa.
[2] Intelocking directorate se refiere a la relación entre miembros de directorios de diferentes corporaciones en la que la misma persona forma parte de varios directorios. La conexión cobra mayor relevancia cuando los productos de las empresas involucradas se supone que deben competir en el mismo mercado, pero, por conflicto de intereses no lo hacen y, por tanto, no cumplen con las leyes federales antimonopólicas, como la ley Clayton, que prohíbe específicamente la existencia de directorios entrelazados.
[3] Oxycontin: analgésico opiáceo de acción prolongada.
sábado, 28 de octubre de 2017
Una cuota más del cinismo electoral
Por Chaco de la Pitoreta.
Seguramente usted es uno de los que saludó efusivamente el mediático acto de Juan Orlando Hernández y el centro penal de San Pedro Sula. Y no se preocupe, no fue el único o la única. Muchos caímos justamente en la red que ellos lanzaron, olimos la carnada y mordimos el anzuelo. Hoy creemos que es una gran acción, que el gobierno corrupto que dirige Juan Orlando es una buena opción y que merece la pena considerarlo en las elecciones. Ellos son unos encantadores de serpientes y usted qué tipo de serpiente es.
Sacar el presidio de la ciudad pudo ser un buen acto, de hecho, hasta pienso que era necesario. Pero hacerlo ahora, con el cinismo electoral por razón, por la ambición al poder, sin importar las y los otros es realmente indignante. Juan Orlando y su caravana de medios de comunicación montaron este show no por usted, ni por su seguridad. No por San Pedro Sula y su derecho a la paz, sino por el padrón electoral, por los votos, por seguir en el poder. Los nacionalistas demostraron - con este acto de aprovechamiento del subconsciente colectivo – que están en la escala más baja del cinismo, la hipocresía y la escoria de las instituciones político/partidistas de la modernidad.
El problema de la seguridad no se atacó solo lo cambiaron de lugar. Cuando Juan Orlando trasladó los privados de libertad con ellos envió el problema de San Pedro Sula a las demás ciudades o pueblos aledaños, a donde fueron transferidos. Acaso los demás pueblos tienen menos derechos que San Pedro Sula, acaso la seguridad de las ciudades pequeñas es menos importante que la de San Pedro Sula. Acaso el gobierno no le apuesta a la solución del problema y no solo a maquillarlo y disfrazarlo para que no se vea. Como mucha otras veces Juan Orlando y sus medios de comunicación nos quieren ver la cara de estúpidos y algunos, ingenuamente, se los hemos permitido.
Igualmente, los traslados son puras conveniencias según el nombre y el peso político del implicado. Por ejemplo, cuanta información importante sobre el crimen organizado y los criminales vinculados se va a confundir con los escombros de esa demolición. Va pues, sin tapujos, que ocultan tras esos traslados y a quienes beneficia ese acto – para muchos heroico – de cerrar la casa del crimen sin más investigación que la ridiculez de las armas nuevas presentadas en los medios, que hasta se parecen a las mismas incautadas en otros centros. Por qué hay condenados - en esos traslados - que deberían estar en El Pozo, pero como pertenecieron al partido Nacional y financiaron al partido nacional los dejaron en los centros penales cercanos a sus territorios de influencia. Pero los hijos de los pobres, los violentos hijos de los barrios violentos que parió esta miseria violenta que el violento partido Nacional siembra van lejos, por que ellos dignos hijos de la miseria, serán miserables hasta el último día de su vida, excepto cuando el partido Nacional los ocupe para la reelección.
Cambiar el problema de lugar no hace - sino – que mi enferma mente haga memoria y forme especulaciones terribles, como las masacres en las cárceles que en gobiernos nacionalistas fueron ejecutadas y siguen impunes. Para entonces lo que hicieron fue mover los privados de libertad, juntarlos y meterles fuego. Pero la comunidad internacional se les vino encima y fue muy escandaloso. Entonces hoy encontraron una vía más fácil, en ves de quemar privados de libertad incendian pueblos y lo hacen lentamente. Y por ende como normal. Si ayer - ante la barbarie del calcinamiento de los privados de libertad - muchos nos llamamos al silencio, ellos saben que ahora, con la violencia trasladada en las rejas, no diremos nada, sino que les celebraremos como bueno el daño que nos hacen. Y si no me cree mírese y pregúntese cuanto usted celebró ese acto vulgar de vendernos gatos por liebre con el centro penal sampedrano.
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