jueves, 23 de febrero de 2012
Incendio en cárcel de Honduras pudo ser provocado por policías
El Mañana / Patria Grande
Siguen en el aire las interrogantes sobre las causas del incendio en lacárcel de Comayagua en Honduras que cobró la vida a más de 350 reos.
A la suspicacia por el retraso en la entrada del penal a los bomberos por parte de los guardias, los supuestos disparos realizados en el momento del incidente se suma la sospecha de la participación de policías en el siniestro.
La periodista española Majo Siscar Banyuls recabó un aterrador testimonio de dos los presos fugados sobre que el incendio fue totalmente intencionado por la policía, que habría cobrado para permitir la fuga de 85 y cuando tenían que fugarse les prendió fuego con gasolina.
De acuerdo con Europa Press, uno de los presuntos prófugos señaló que el intento de fuga contaba con el beneplácito del director de la cárcel.
El objetivo de la huida que fue planificada por el director del penal, Wilfredo López, y los guardias, dijo.
Según su versión, los beneficiarios del plan de fuga eran tres reos, y desde fuera se habrían pagado “cuatro millones de euros” al director, quien organizó todo junto con un “amigo”.
El plan era sacar a uno de los reclusos, al que identificó como “doctor”, vestido de policía, al que luego se iba a matar una vez fuera porque se había puesto precio a su cabeza.
Pero llegado el momento de la fuga, los guardias de turno lanzaron cócteles molotov en el lugar donde estaba el doctor y sus amigos. Fue entonces cuando los celadores, para disimular la muerte del doctor, prendieron fuego a la celda donde estaba.
“Si la Fiscalía está escuchando le digo que investigue por ahí, que no estén diciendo que fue cortocircuito, porque la luz nunca se fue, únicamente nosotros estábamos dormidos, escuchamos las explosiones en la seis y luego empezó el incendio”, explicó.
“Lo de Honduras no tiene nombre”, expresa la comunicadora al relatar que “ayer de las puertas de la morgue bajaba un rastro de sangre 200 metros hasta donde esperaban los familiares de los 355 muertos, más humillados todavía al tener que esperar sus cuerpos oliendo su sangre descompuesta”.
El día de ayer fueron entregados a sus familiares los primeros tres cadáveres de víctimas del incendio, luego del reconocimiento en la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público.
Equipos forenses hondureños, auxiliados por chilenos, mexicanos y salvadoreños, trabajan en la identificación de los cadáveres en Tegucigalpa, a donde los cadáveres de los presos fueron trasladados en contenedores desde el lugar de la tragedia.
En tanto, el secretario de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, instruyó este miércoles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el envío de una delegación a Honduras para investigar el incendio.
Insulza manifestó en un comunicado su “consternación” ante “los dramáticos hechos” en la cárcel.
El secretario general pidió a la CIDH, el ente de la OEA que vela por los derechos humanos, que envíe la delegación “para que se realice una investigación de los sucesos que desembocaron en la tragedia carcelaria, y presente sobre ello un informe exhaustivo al gobierno hondureño y a la Organización hemisférica”, explicó el comunicado.
La prensa hondureña dio a conocer que el presidente de este país centroamericano, Porfirio Lobo, anunció este miércoles la separación temporal de las autoridades penitenciarias para garantizar una investigación eficaz de las causas del incidente.
Lobo sustituyó al director de Centros Penales, Danilo Orellana, por el subdirector, Abraham Figueroa, quien en declaraciones advirtió de la situación precaria en las 24 cárceles del país, que albergan a unos 13.000 reos, cuando la capacidad máxima es de menos de 8.000 personas.
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