Compañero Manuel Zelaya Rosales - Coordinador Nacional Libre
Compañero Juan Barahona - Coordinador Nacional Fuerza Refundacional Popular
Compañera Ritzi Moncada - Representante Movimiento 28 de Junio.
Compañero Rasel Tome - Coordinador Nacional Movimiento Resistencia Progresista.
Compañero Nelson Ávila - Coordinador Nacional del Movimiento 5 de Julio.
Compañero Mauricio Ramos - Coordinador Nacional Pueblo Organizado en Resistencia (POR).
Compañeras mujeres, jóvenes en resistencia, miembros/as de la diversidad sexual, de las etnias, maestros, obreros y campesinos los saludo afectuosamente
Amigos y amigas de la prensa Libre… un abrazo fraterno.
Quiero en primer lugar agradecer a todas y todos y al pueblo hondureño en resistencia, por darme la oportunidad de compartir, en esta mañana, y en un acto tan significado, como en efecto lo es, el lanzamiento del Movimiento Fuerza Refundacional Popular.
Quiero expresar mis pensamientos alrededor de un hecho que ha trascendido fronteras y que está cambiando la historia de Honduras; como lo es la lucha emprendida por el pueblo hondureño hacia su liberación y que ha dado como resultado la conformación de la fuerza política y social más numerosa en la historia política de nuestro país.
Hemos crecido cuantitativa y cualitativamente, en este corto y doloroso camino para que se reconozca nuestro derecho como partido político. Que no les quepa la menor de las dudas a los enemigos del pueblo que vamos por el poder político... que vamos por la refundación de Honduras.
Hoy, iniciamos juntas y juntos, una nueva etapa de nuestro proceso y por ende escribimos una nueva página en la historia política de Honduras.
Compañeras y compañeros
Digo presente en este acto político de trascendencia nacional, al igual que ustedes, como militante del Frente Nacional de Resistencia Popular y del Partido Libertad y Refundación (Libre), consciente de la necesidad de consolidar nuestras estructuras y lograr la unidad en la diversidad de este movimiento, primera fuerza política en el país, pero también como una miembra disciplinada que respeta la variedad ideológica y la autonomía organizativa del pueblo hondureño; de las y los cuales espero reciprocidad.
Esta nueva fuerza política reconocida a nivel mundial y surgida de un vergonzoso y traicionero golpe de Estado, nos enseñó nuevamente con más firmeza a reclamar nuestros derechos y conocer nuestras obligaciones como hondureñas y hondureños. El Frente Nacional de Resistencia y el Partido LIBRE son un movimiento que surge del mismo pueblo, de su lucha en las calles de las ciudades, de los pueblos, aldeas, caseríos, barrios y colonias; que surge de sus mártires (mujeres y hombres)… y es por eso que los aquí reunidos estamos ofreciendo nuestro mayor esfuerzo, con todo nuestro corazón y nuestra consciencia ética y moral, porque el único compromiso que debemos atender es el de ustedes, el de un pueblo que ahora puede hablar de poder ser Libre.
Libre no es un partido tradicional demagógico, no es un partido que tiene dueños y dueñas que pueden comprar cargos con grandes cantidades de dinero, eso jamás sucederá y para eso están ustedes, pueblo hondureño, para ayudarnos a no desviarnos en este camino y seguir el correcto. El abrir el camino es un trabajo conjunto de todas y todos.
Nosotros y nosotras ya no tenemos absolutamente nada que hacer en los partidos tradicionales, nuestro lugar es este, aquí, al lado de ustedes; nuestras preocupaciones y problemas son los mismos que padecen ustedes, nuestros ideales los compartimos como una sola hoguera que nos calienta pero que al mismo tiempo nos brinda esa luz que nos ilumina y nos muestra un futuro lleno de esperanzas.
Digo presente hoy como ciudadana consciente porque creo en la voluntad soberana del pueblo hondureño, como la única fuente capaz de lograr la refundación de Honduras.
Con la decisión de ustedes, columna vertebral de este movimiento histórico, con el derecho que les asiste y que por años se les ha negado de escoger a sus candidatos y candidatas por sus cualidades humanas y no por su caudal económico, iremos colocando una a una las piedras para formar el puente que nos llevará a la toma del poder y llevar a cabo lo que tanto anhelamos: un nuevo Estado, un nuevo ordenamiento jurídico, un nuevo sistema político a través de la reforma de la Constitución de la República, nuestro gran objetivo: La Constituyente.
Por nuestro origen como movimiento en resistencia, por nuestros ideales, por nuestros objetivos, por muchas cualidades que han surgido y renacido en nosotros como la solidaridad, el respeto, el cariño, la entrega, el compañerismo, por el golpe de Estado que ha alterado las fibras más profundas de nuestros cuerpos…. somos hoy un pueblo diferente para el cual ya no existen fuerzas ni cadenas capaces de detenernos, vamos con todo, pero con responsabilidad y disciplina en no lastimar ni un alma humana porque nosotros no somos como ellos y ellas que tienen el desorden mental de asesinar seres humanos: nuestras armas son y serán siempre las ideas.
Digo presente hoy como mujer, porque creo en esa mujer formadora de un nuevo ser humano que necesita nuestro país. Hoy las mujeres somos una de las fuerzas más importantes de los movimientos sociales a nivel mundial, a nivel latinoamericano, centroamericano y a nivel nacional. Mujeres de todas las edades (abuelas, madres, hijas, jóvenes, niñas), de todas las religiones, pueblos étnicos, preferencias sexuales, mujeres especiales, hoy les digo: somos una sola mujer, somos una sola madre, una sola hija, somos una sola patria. Mujeres somos la raíz, el tronco, las ramas, las hojas, las flores y el fruto, pero también somos la semilla: el ciclo de la vida.
Hoy, una de las mayores fuerzas que mueven al mundo es la igualdad entre hombres y mujeres. Y esto ha quedado más que demostrado en esta lucha que hemos emprendido. Nosotras mujeres estaremos siempre de pie porque somos toda fuerza y corazón, la vida de la revolución que hemos emprendido y por la cual no estamos dispuestas a retroceder.
Digo presente hoy con la fuerza y la alegría que brinda la juventud hondureña, que se ha posesionado y posicionado con valentía, ofreciendo todo, hasta el punto de entregar su vida por defender los ideales de un pueblo, que merece mejores condiciones para su vida. Esta juventud es la heredera y transmisora de este grandioso proceso de transformación por el cual transitamos.
Juventud: ya no podemos permitir que detengan tu corazón y cierren tus ojos. La juventud es el motor de los cambios sociales; son la energía que no podemos perder, aunque algunas y algunos no estén hoy aquí en cuerpo, se les recuerda y recordará siempre.
Digo presente a este acto fortalecida con el sufrimiento de los pueblos étnicos, de los campesinos y campesinas, obreros y obreras y de los millones de pobres en Honduras que por muchos años han sido históricamente marginados por los gobiernos oligárquicos; a ustedes les aliento a continuar la lucha, su esperanza es nuestra esperanza, tengan la certeza que llegaremos al poder para cambiar esta realidad que les azota día a día y no les deja desarrollarse íntegramente como seres humanos.
Compañeros y compañeras, hombres y mujeres en resistencia, Honduras y Libre son una gran casa, con una inmensa familia donde todas y todos tenemos la tarea de organizarla, ordenarla, hacerla lucir hermosa, de mantener la armonía, la comunicación fraternal, la comprensión mutua. Una casa es un lugar donde cada cosa tiene su sitio y donde cada persona tiene responsabilidades y un lugar determinado; la unidad de la familia es la fuerza que nos hace fuertes y el estar organizados es vital para el funcionamiento.
Organizarnos desde la familia, atravesando por los caseríos, las aldeas, las ciudades, los municipios y los departamentos nos conducirá a la unidad y nos dará la fuerza necesaria para lograr nuestras grandes esperanzas. Cada una y cada uno de nosotros es indispensable porque somos parte de la historia, de la cultura, de la economía, de ese ser hondureño y hondureña que solamente nosotros podemos sentir y amar.
Compañeros y Compañeras quiero expresarles mis más sinceras y solidarias muestras de cariño y amistad, les deseo lo mejor y les exhorto para que trabajemos juntos y juntas en un solo haz de voluntades para organizar el proceso electoral interno más trasparente, ordenado y respetuoso de la historia de Honduras.
Les motivo a que rescatemos el sentido de la política, para que asumamos la posibilidad de cambio, sólo así, estaremos más prestos a asumir la responsabilidad de construir el futuro de nuestro pueblo.
“Los derrotamos en las calles y los derrotaremos en las urnas”.
Muchas gracias.
Tegucigalpa M. D. C. 11 de febrero de 2012
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