Por Carlos Martínez
Nos están ocultando Islandia y sus medidas para salir de la crisis, incrementando la democracia y encarcelando a los banqueros responsables de su bancarrota.
No dieron la cobertura suficiente a la gran manifestación de Londres el sábado 26 de abril, convocada por la Coalición por la Resistencia, algo parecido a Activos Contra La Crisis en el estado español.
Nos escamotean la autentica revuelta social y sindical que se vive en los USA y la aparición por allí de un Tea Party, pero de izquierdas. Nos niegan la fragilidad actual del dólar USA y la quiebra técnica de 44 estados de la Unión.
Nos mienten sobre las causas reales de las revoluciones y protestas árabes, que son sociales y contra la subida de los precios de los alimentos; por la democracia, contra dictadores que apoyó Occidente o sigue apoyando en el escandaloso caso de Bahrein.
Mientras nos entretienen con su guerra en Libia y su “humanitarismo bélico”.
Tan criminal es Gadafhi, como el emir de Bahrein, el de Omán, el rey de Arabia Saudita o los leales y corruptos familiares de las monarquías europeas, es decir los reyes de Marruecos y de Jordania. Todos ellos oprimen a sus pueblos y en todos ellos la ciudadanía, la calle árabe, está dando una lección de valor, dignidad y conciencia social.
No nos informan acerca del verdadero calado de esta crisis y de sus cada vez más negras perspectivas de crisis sistémica es decir del capitalismo. Pero también crisis de valores y yo añadiría crisis de confusión. Nos confunden, nos marean, nos engañan.
Pero algo se está iniciando también en Europa, a pesar del alza tan preocupante de la extrema derecha y la derecha extrema como en España, donde fruto de la confusión, los banqueros y los políticos más reaccionarios al final logran imponer sus condiciones.
Si, Francia, Grecia, Portugal incluso la España del 29 de septiembre, pero ahora también Gran Bretaña, comenzamos a articular la resistencia ciudadana.
La indignación crece, a pesar de la férrea censura neofranquista impuesta sobre de las protestas sociales en Murcia, por ejemplo. Algo comienza a fomentar la revuelta pacífica de las y los ciudadanos.
Por eso hemos de situar bien al enemigo, no sea que los culpables de la crisis acaben siendo las personas que, huyendo del hambre y la pobreza, vinieron a Europa a buscarse la vida, tal y como millones de españoles y europeos hicieron a los largo de los siglos XIX y XX, millones de nuestros padres y abuelos, en los años 60 marcharon a Francia, Alemania, Suiza, pero también a Argentina, Brasil y Venezuela.
No sea que carguemos las tintas sobre los políticos y políticas exclusivamente y olvidemos que ni todos son iguales, ni todas y todos son neoliberales y dejemos en paz a banqueros, especuladores, grandes propietarios y sus medios de difusión, publicidad y propaganda, que tratan de articular un golpe de estado berlusconiano en España.
La soberanía popular está secuestrada. La principal lucha ahora en España es en mi opinión por recuperar la soberanía popular, por que la economía y los plutócratas y la oligarquía rentista deje de dominar España, y por que en Europa las grandes transnacionales, grupos financieros y banqueros, dejen de ser el auténtico poder, con la complicidad necesaria de los gobiernos y el vasallaje inmoral de la burocracia de Bruselas.
La gran aportación de Europa al mundo, como dice Susan George es el Estado Social.
La única receta neoliberal para salir de la crisis, ya la sabemos de sobra y es pagar de nuestros impuestos la quiebra y los quebrantos de los Bancos. Como si la banca fuera nuestra única salvación, como si patria y banca fueran lo mismo.
Se está pidiendo por parte de diversos autores del pensamiento crítico que nos indignemos. Yo digo, tengamos dignidad, valentía y valores.
La actual campaña europea y española por las ITF, es decir Impuestos sobre las Transacciones Financieras y la supresión de los Paraísos Fiscales, es de una importancia capital, pues ataca al corazón de los causantes y BENEFICIARIOS de la crisis. Los ricos están haciendo caja y encima NO PAGAN IMPUESTOS. Pero el problema no solo es que no paguen impuestos, es que los conozcamos y les controlemos, situando de esta forma la POLÍTICA, la Res Pública, por encima de la economía oligárquica financiera.
Necesitamos un frente amplio antineoliberal. Una confluencia ciudadana de paradas y parados, jóvenes sin expectativas, sindicalistas en disposición de defender y recuperar los derechos laborales y reconquistar la dignidad del trabajo, personas afectadas por la criminalidad de entidades financieras, autónomas y autónomos y pequeñas empresas arruinadas, acosadas por la sequía de créditos, mujeres en lucha contra el patriarcado y la violencia contra su genero. Al fin y al cabo personas demócratas, dispuestas como hace poco me comentaba un amigo en Málaga, a regenerar, a implementar un nuevo pensamiento regeneracionista, republicano y popular.
No partirán las soluciones de las derechas conservadoras. Lo digo claramente, sus recetas son aún más neoliberales, que ya es decir. Mirad si no lo que están haciendo en Murcia. Los conservadores y la derecha extrema están construyendo un discurso de falso populismo, que defiende las privatizaciones y ataca el estado, cuando la solución es reapropiarnos del estado y hacerlo social, democrático-participativo y dedicado exclusivamente al bien común, dotado de unos servicios públicos esenciales.
Los discursos defensores de las rebajas de impuestos en realidad solo pretenden rebajar los impuestos a grandes empresas y grandes fortunas, dejando la caja de las pensiones y la seguridad social a la cuarta palabra por falta de ingresos.
Necesitamos una ciudadanía amplia y plural, empoderada y consciente de su poder real. Necesitamos volver a confiar entre nosotras y nosotros, las buenas gentes trabajadoras o en proceso de formación. Como sabemos que nadie regala nada, la cosa es ahora ponernos manos a la obra y unir las diversas plataformas, iniciativas y activismos en pos del bien común y de la libertad.
Algunas propuestas de programa:
- Reforma fiscal en profundidad, recuperando el valor democrático y social de la redistribución y del reparto de la riqueza.
- Fomento de la economía productiva, frente a la financiera, que debe estar a su servicio.
- Supresión de los Paraísos Fiscales e implantación de las ITF como medidas imprescindibles para garantizar los estados del bienestar y combatir el hambre y la pobreza.
- Defensa del sistema de pensiones público. Jubilación a los 64 años. Fin de los apoyos fiscales a los fondos privados de pensiones.
- No a la mal llamada reforma laboral. Restitución de los derechos laborales.
- Creación de un sistema financiero público que garantice a familias y Pymes el crédito. Fin de la opacidad bancaria. Nacionalización bajo control ciudadano de las Cajas de Ahorros.
- Ley de dación en pago sobre la vivienda. Política pública más intensa de vivienda en alquiler.
- Ni una persona parada sin subsidio. Ni una familia sin apoyo solidario. Ni un rico sin pagar impuestos.
- Defensa de la enseñanza pública. Más gasto público en educación y salud. El gasto público genera empleo y por tanto crea riqueza.
- Implementación de medidas legales que garanticen la democracia participativa. Presupuestos participativos en todos los municipios.
- Posibilidad de revocar cargos públicos corruptos. Establecer referendums, que permitan la revocación de gobernantes. Todos debidamente legislados, que permitan combatir a corruptos y embaucadores. Limitación de mandatos políticos, a todos los niveles.
- Medidas de intervención y control ciudadano en servicios e instituciones públicas.
- Justicia rápida y gratuita hasta tres veces el IPREM.
- Auditoria pública sobre la banca privada, sometimiento a examen de la actuación de la banca en estos últimos diez años.
- Auditoria sobre la deuda pública española y europea. Aclarar quienes y donde está la responsabilidad de la deuda pública y su carácter público o privado. Condonación de la deuda a los estados empobrecidos.
- Política internacional de paz y solidaridad. No más guerras. No más buscar justificaciones estúpidas a guerras. Paz.
- Que los responsables de la crisis económica mundial y española en particular la paguen. Exigencia de responsabilidades a los causantes de tanto delito económico y fiscal en lugar de recibirles con alfombras rojas. Los causantes del paro, el empobrecimiento y la ruina de tanta gente, deben responder de sus actos.
Éstas y otras muchas entiendo, deben ser nuestras propuestas, por que toda protesta o crítica, necesita alternativas y saber hacia donde vamos.
* Carlos Martínez es politólogo.
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