Por Mario Casasús
En entrevista telefónica desde Bogotá, Pablo Cala, integrante de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (Colombia), habla de la gestión de Álvaro Uribe a propósito de la condecoración que recibirá en el Congreso Nacional de facto del régimen de Lobo: “Es precario el seguimiento a la situación de vulnerabilidad y violaciones que viven en Honduras; sólo las organizaciones de derechos humanos de Colombia continúan monitoreando y denunciando los crímenes del régimen de Lobo y Micheletti. La lectura que hacen los medios tradicionales de comunicación sobre la visita de Álvaro Uribe a Honduras es similar a la estrategia de giras por otros países, tratando de reconstruir relaciones en función del gobierno actual de Manuel Santos, para legitimarlo y viceversa, en concreto Lobo necesita el amparo y los consejos de Uribe”.
MC.- ¿Qué representa Álvaro Uribe para la historia contemporánea de Colombia?
PC.- Básicamente representa tres cosas: crímenes de lesa humanidad, paramilitarismo e impunidad.
MC.- ¿Qué lectura podemos hacer sobre la gira de Álvaro Uribe en Honduras?
PC.- No sólo se trata del respaldo de Uribe al régimen de Lobo, sino de quien los respalda: el gobierno de los Estados Unidos.
MC.- En Colombia se publicó la noticia de la exportación de paramilitares con destino a Honduras, la semana pasada fuimos testigos de la masacre en el Aguán con la técnica de los “falsos positivos”…
PC.- Aquí –en Colombia- se vendió la idea de Álvaro Uribe para lograr una negociación entre el gobierno y los paramilitares, lo que inició un proceso de reingeniería paramilitar, enviando a grupos armados desde Colombia a Venezuela y a otros países del vecindario, porque es una manera bien efectiva para reprimir a los movimientos sociales y desplazar a los campesinos. En Honduras existe un fuerte movimiento de Resistencia y los paramilitares son una manera de reprimir dentro del régimen de la impunidad.
MC.- Además de la exportación de paramilitares colombianos, Álvaro Uribe fue recibido en Honduras con la aprobación de una Ley Antiterrorista, ¿cuándo entró en vigencia el marco jurídico “antiterrorista” colombiano?
PC.- Colombia no tiene expresamente una ley “antiterrorista”, lo que tiene son las prácticas de terrorismo de Estado con frecuencia, la legislación busca judicializar y criminalizar la protesta social; han intentado aprobar una ley antiterrorista, pero no ha sido posible formularla, hay una ley que tiende a la legalización del terrorismo de Estado, la “Ley de justicia y paz”, lo que pretendió fue legalizar a los paramilitares y darles el estatus de negociación, con el que podrían reintegrarse a la vida civil bajo el amparo y la impunidad. Colombia se mueve entre la lógica de una supuesta democracia formal y ser el país con mayor número de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en toda Latinoamérica.
MC.- ¿De qué hablamos al mencionar las siglas DAS?, lo pregunto porque Uribe se negó a comentar la solicitud de asilo de su antigua directora Pilar Hurtado…
PC.- Primero, no hay que confundir la fuga de una criminal con el asilo político, el asilo político está regulado cuando existe persecución política en el país; Pilar Hurtado no es de la oposición, estaba en la práctica criminal de la intercepción de llamadas telefónicas y espionaje que terminaban en la perpetración de asesinatos. La Fiscalía colombiana se demoró demasiado en emitir la orden de captura, así que Pilar Hurtado pudo darse a la fuga, negándonos el derecho a conocer el fondo de la verdad, en concreto, sobre la responsabilidad del gobierno de Álvaro Uribe en las órdenes para iniciar el espionaje, nos están negando el derecho a la Justicia, las organizaciones de derechos humanos en Colombia exigimos la cancelación del “asilo político” que concedió Panamá a la ex-directora del DAS, exigimos una orden de captura internacional para Pilar Hurtado y su respectiva deportación de Panamá.
MC.- ¿Cómo muestran las noticias sobre Honduras en Colombia?, ¿qué se dice de la gira de Uribe a la boca del Lobo?
PC.- Lamentablemente no hay suficiente información, no leemos demasiadas noticias sobre Honduras desde el inicio del golpe de Estado, es precario el seguimiento a la situación de vulnerabilidad y violaciones que viven en Honduras; sólo las organizaciones de derechos humanos de Colombia continúan monitoreando y denunciando los crímenes del régimen de Lobo y Micheletti. La lectura que hacen los medios tradicionales de comunicación sobre la visita de Álvaro Uribe a Honduras es similar a la estrategia de giras por otros países, tratando de reconstruir relaciones en función del gobierno actual de Manuel Santos para legitimarlo y viceversa, en concreto Lobo necesita el amparo y los consejos de Uribe.
MC.- Finalmente, ¿qué proyectos has compartido con el COFADEH?
PC.- La conclusión del I Encuentro entre los pueblos de América: Resistiendo la militarización y promoviendo una cultura de paz (Venezuela; julio, 2010) fue que en Honduras y Colombia vivimos las situaciones más graves a nivel regional, por la militarización y el respaldo del gobierno de los Estados Unidos a través de la Escuela de las Américas, en ambos países –Colombia y Honduras- los militares involucrados en crímenes de lesa humanidad se instruyeron en la Escuela de las Américas, vemos un incremento en la participación de los militares en la vida política y en los presupuestos para gastos bélicos.
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