sábado, 20 de noviembre de 2010
Carta de José Manuel Zelaya sobre asesinatos en el Bajo Aguán y su retorno
Vos el Soberano
Santo Domingo, 17 de noviembre de 2010
Compañeros y Compañeras;
Resistencia Nacional;
Pueblo Hondureño:
Escribo en este momento difícil para los campesinos del MUCA, el MCA y el MARCA y para todo el pueblo hondureño, abatido por la miseria, y la muerte que nos han impuesto este sistema basado en el lucro y sostenido desde las esferas de poder en Washington.
En general, pienso que es importante tener siempre en mente donde está, las raíces de nuestros problemas, como se sostiene y quien es el causante del dolor sin límite que ahora nos infringen.
Estados Unidos hizo ayer un comunicado celebrando la masificación de la presencia militar en la zona, e incluso tuvo la desfachatez de insinuar que los caídos no eran campesinos. Estoy seguro que el pueblo Norteamericano no apoyara esta política pública de violación flagrante a los DDHH, pues nunca ha sido tan evidente la estrategia de represión y exterminio político que se ha emprendido en Honduras, contra los ciudadanos que defienden el derecho inalienable de participar como le corresponde en la vida nacional.
Expreso mi profundo pesar, y mi solidaridad incondicional con las familias de los caídos en el Tumbadero. De nuevo se le quiere dar tinte empresarial a un acto de sangre; ¿hasta cuándo tendremos que soportar que se asesinen hondureños en nombre de la propiedad privada? Estos son actos cobardes, que además les sirven para una militarización ilimitada e incontrolada del estado; represión, persecución, asesinatos, masacres, son como parte de la estrategia de eliminación de la oposición real en el país.
El pueblo tiene derecho a la defensa, nos ha sido consagrado en constituciones de todos los tiempos, y nos la hemos ganado con nuestro proceder pacifico; aun ante la violencia que solo los insensatos no quieren ver.
No podemos aceptar que hermanos masacren hermanos defendiendo los intereses de unos pocos terratenientes por los azares del mercado. Es imperativo que procedamos a manifestar con fuerza, y por todos los medios, nuestro rechazo al sacrificio y martirio de nuestro pueblo; esto solo es posible con el accionar militante, determinado, valiente de todos los miembros de las organizaciones sociales y políticas que integren el Frente Nacional de Resistencia Popular.
No podemos anteponer juicios equivocados y personalistas a la obligación histórica de defender la vida.
Tenemos esperanzas en la búsqueda permanente de la verdad y de la justicia; pero ningún pueblo que quiere emanciparse alcanza su libertad desde la indiferencia o la cobardía.
Es un error pensar que la comunidad internacional resolverá nuestros problemas; el apoyo de ellos es seguramente fundamental, y lo agradecemos todos los días, pero es nuestra propia actitud la que nos llevara por sendas de justicia; Distraernos en interpretaciones superficiales de los hechos, que divulga la oligarquía para tirar cortinas de humo sobre la barbarie en el bajo aguan. Solo nos aleja de la posibilidad de la refundación de Honduras.
Se difunden diferentes especies, sobre mi regreso, algunos hasta dan fecha, sin dejar a un lado esta lucha, en la que estamos empeñados, no debemos apartar nuestros ojos del lugar del conflicto, de donde realmente radica la crisis.
Las acciones asesinas contra el pueblo y contra los compañeros campesinos en cualquier parte de la geografía nacional, no pueden quedar impunes, en mi nombre y en el de otros, 187 compañeros y compañeras en el destierro, pido al pueblo que se una sin reservas en apoyo a los compañeros campesinos del bajo Aguán y al FNRP.
José Manuel Zelaya
Presidente 2006-2010
Coordinador General, Frente Nacional de Resistencia Popular
Santo Domingo, 17 de noviembre de 2010
Compañeros y Compañeras;
Resistencia Nacional;
Pueblo Hondureño:
Escribo en este momento difícil para los campesinos del MUCA, el MCA y el MARCA y para todo el pueblo hondureño, abatido por la miseria, y la muerte que nos han impuesto este sistema basado en el lucro y sostenido desde las esferas de poder en Washington.
En general, pienso que es importante tener siempre en mente donde está, las raíces de nuestros problemas, como se sostiene y quien es el causante del dolor sin límite que ahora nos infringen.
Estados Unidos hizo ayer un comunicado celebrando la masificación de la presencia militar en la zona, e incluso tuvo la desfachatez de insinuar que los caídos no eran campesinos. Estoy seguro que el pueblo Norteamericano no apoyara esta política pública de violación flagrante a los DDHH, pues nunca ha sido tan evidente la estrategia de represión y exterminio político que se ha emprendido en Honduras, contra los ciudadanos que defienden el derecho inalienable de participar como le corresponde en la vida nacional.
Expreso mi profundo pesar, y mi solidaridad incondicional con las familias de los caídos en el Tumbadero. De nuevo se le quiere dar tinte empresarial a un acto de sangre; ¿hasta cuándo tendremos que soportar que se asesinen hondureños en nombre de la propiedad privada? Estos son actos cobardes, que además les sirven para una militarización ilimitada e incontrolada del estado; represión, persecución, asesinatos, masacres, son como parte de la estrategia de eliminación de la oposición real en el país.
El pueblo tiene derecho a la defensa, nos ha sido consagrado en constituciones de todos los tiempos, y nos la hemos ganado con nuestro proceder pacifico; aun ante la violencia que solo los insensatos no quieren ver.
No podemos aceptar que hermanos masacren hermanos defendiendo los intereses de unos pocos terratenientes por los azares del mercado. Es imperativo que procedamos a manifestar con fuerza, y por todos los medios, nuestro rechazo al sacrificio y martirio de nuestro pueblo; esto solo es posible con el accionar militante, determinado, valiente de todos los miembros de las organizaciones sociales y políticas que integren el Frente Nacional de Resistencia Popular.
No podemos anteponer juicios equivocados y personalistas a la obligación histórica de defender la vida.
Tenemos esperanzas en la búsqueda permanente de la verdad y de la justicia; pero ningún pueblo que quiere emanciparse alcanza su libertad desde la indiferencia o la cobardía.
Es un error pensar que la comunidad internacional resolverá nuestros problemas; el apoyo de ellos es seguramente fundamental, y lo agradecemos todos los días, pero es nuestra propia actitud la que nos llevara por sendas de justicia; Distraernos en interpretaciones superficiales de los hechos, que divulga la oligarquía para tirar cortinas de humo sobre la barbarie en el bajo aguan. Solo nos aleja de la posibilidad de la refundación de Honduras.
Se difunden diferentes especies, sobre mi regreso, algunos hasta dan fecha, sin dejar a un lado esta lucha, en la que estamos empeñados, no debemos apartar nuestros ojos del lugar del conflicto, de donde realmente radica la crisis.
Las acciones asesinas contra el pueblo y contra los compañeros campesinos en cualquier parte de la geografía nacional, no pueden quedar impunes, en mi nombre y en el de otros, 187 compañeros y compañeras en el destierro, pido al pueblo que se una sin reservas en apoyo a los compañeros campesinos del bajo Aguán y al FNRP.
José Manuel Zelaya
Presidente 2006-2010
Coordinador General, Frente Nacional de Resistencia Popular
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