martes, 23 de noviembre de 2010
La tragedia en Haití no es natural, sus responsables tienen nombre y apellido
Prensa de Frente
El paso del huracán Tomás dejó al menos ocho muertos en Haití y graves inundaciones que aislaron importantes áreas del país, lo que empeora la crisis sanitaria que provocó el cólera, que ya se cobró la vida de más de quinientas personas y hay más de siete mil trescientas haitianos hospitalizados. Este escenario, que podría considerarse producto de los avatares de la naturaleza tiene causas específicas: la contaminación de uno de los principales ríos en las zonas afectadas y la precaria situación en la que viven miles de personas. A diez meses del terremoto, la situación en Haití continua siendo desesperante. Desde Prensa De Frente, junto a diversos medios de comunicación y organizaciones que articulamos a nivel continental, presentamos este boletín especial como un humilde aporte de solidaridad al pueblo haitiano.
En el departamento de Artibonite, al norte del Haití, el río desbordó y diversas organizaciones e instituciones han pedido que se investigue la contaminación del río, vinculada directamente con los casos de cólera que ya dejaron 501 muertes. En efecto, la presencia de una base de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) en Mirebalais está siendo investigada por haber podido contaminar el agua del río Artibonite con materias fecales.
Ya han pasado diez meses de la destrucción de Haití por un terremoto, luego el país ha sido azotado por el cólera, los huracanes y millones de haitianos continúan viviendo en situaciones infrahumanas. Mientras las potencias económicas se disputan el negocio de la reconstrucción de Haití, la solidaridad y la ayuda real al pueblo haitiano proviene de otros lugares.
A continuación difundimos la carta de un médico argentino graduado en la ELAM e integrante de la Brigada Médica cubana en Haití, escrita antes de la llegada del huracán que da cuenta de la contaminación y las condiciones de hacinamiento que hay en la zona más afectada.
Por el Dr. Emiliano Mariscal*
Estas líneas tienen el propósito de brindar información sobre la situación sanitaria que vive Haití, motivado por la preocupación de muchos amigos que han escrito preguntando cómo está la situación.
Lo primero que puedo decir es que estamos ante una enfermedad -el cólera- que no se reportaba en este país hace más de 100 años. Lo segundo, que es una de las patologías más temidas por estas tierras, dadas las condiciones idóneas que aquí existen para su permanencia y propagación.
Brevemente mis primeras experiencias frente a esta enfermedad: dos días antes de que se confirmara la presencia de cólera en Haití, acudimos junto con un epidemiólogo, un microbiólogo y un entomólogo a una comuna del Departamento Centro, llamada Mirebalais, donde la Brigada Médica Cubana que atiende un Hospital allí, reportaba un brote de diarrea, cuadro de una severidad inusitada que había causado la muerte a tres personas.
Durante el recorrido recordamos en varias ocasiones al Doctor John Snow, precursor de la epidemiología moderna, pues nos dirigimos a los lugares de donde provenían los fallecidos y en todos los casos existía un elemento común: la cercanía con el río.
Las personas no cuentan con abasto de agua por lo tanto la obtienen del río ya sea para consumo como para el lavado de utensillos, aseo personal, etc. Otro elemento común: la ausencia de letrinas, por lo que es habitual que hagan sus necesidades al aire libre.
No escapó a nuestra vista el hacinamiento, las condiciones extremadamente precarias de las viviendas, los microvertederos dispersos por todo sitio, desnutrición, bajo nivel cultural, desamparo y resignación. Los pacientes que acudieron al hospital presentaban diarreas líquidas, blanquesinas, acompañadas de vómitos profusos, la mayoría de los casos llegaban con deshidratación importante y tres pacientes fallecieron.
Se tomaron muestras de agua, heces fecales, vómitos por parte de autoridades del Ministerio de Salud de Haití. Nuestra conclusión: la fuente de infección es el agua contaminada, por las características clínicas se trata de una bacteria extremadamente agresiva que se trasmite por el agua, existen condiciones medio ambientales para su permanencia y propagación, el periodo de incubación oscila las 24 horas, en pocas horas es capaz de provocar complicaciones que de no tratarse prematuramente puede causar la muerte.
Después de cien años sin cólera, no podíamos afirmar que estábamos frente a tal patología hasta tanto no hubiera una confirmación del laboratorio. El informe fue entregado a las autoridades de Haití y, al día siguiente, se produjo el brote en Saint Marc. Poco después, llegó la confirmación de que se trata, efectivamente, de un Vibrión Cholerae.
Han transcurrido 16 días del inicio de la epidemia; hasta la fecha las autoridades de Haití han informado 330 fallecidos y alrededor de 4600 hospitalizados.
Existen diversas instituciones del mundo como la OPS, CDC, que se encuentran asesorando al Ministerio de Salud haitiano, pero la voz cantante, a pesar de que el canto no se oiga en los medios masivos de comunicación, la lleva Cuba en estrecha coordinación con la institución sanitaria de Haití. La realidad es que la acción de la Brigada Médica Cubana ha contenido y retrasado la llegada de la epidemia a Puerto Príncipe (que es lo más temido, dado que habitan en asentamientos con condiciones en extremo precarias 1 500 000 begin_of_the_skype_highlighting 1 500 000 end_of_the_skype_highlighting personas).
La comuna de Arcahaie (pertenece al departamento Oeste) es la que comunica directamente con Artibonite (y especialmente Saint Marc), allí nuestra brigada brinda asistencia médica en dos instituciones (forman parte de la estrategia de reconstrucción y fortalecimiento del Sistema de Salud que desarrolla junto Ministerio de Salud de Haití) devenidas Centros de Atención al Cólera, en ambas instituciones han atendido hasta el día 30 de Octubre 1182 pacientes, confirmando a su vez, la presencia de transmisión en subcomunas de Arcahaie, constatando en ellas las condiciones que mencioné al describir aquel primer control de foco en Mirebalais.
No hace falta tener conocimientos de salubridad para darse cuenta que si los 1182 pacientes mencionados no contaran con esos centros, hubiesen buscado asistencia en Puerto Príncipe, y esa es justamente la manera en que la epidemia se propaga (descrito ampliamente en la bibliografía), cuando las personas enfermas acuden en busca de instituciones de salud y otros que todavía no enfermaron (que están en periodo de incubación) se alejan del lugar por temor. De esta forma esa cantidad de personas se habrían trasladado a Puerto Príncipe y no existen hoy las condiciones para contener tal flujo de personas enfermas.
La acción fundamental consiste en educación sanitaria, así como brindar fuentes seguras de abasto de agua para la población. Ambos elementos de difícil resolución, uno porque es difícil cambiar hábitos arraigados durante mucho tiempo en la población, otro porque aunque existan los recursos (donativos) es complejo lograr las capacidades organizativas que lo faciliten.
La tarea se lleva adelante, la Brigada Médica Cubana se prepara para continuar contribuyendo al combate contra la terrible epidemia junto a las autoridades haitianas. La presencia en la comunidad, mediante educación sanitaria articulando con líderes de las comunidades, así como en los centros de atención a pacientes con Cólera ponen en alto los principios de solidaridad e internacionalismo.
Cincuenta y un jóvenes egresados de la Escuela Lationamericana de Medicina se encuentran hoy en la primera línea de esta dura batalla, brazo a brazo con sus hermanos y profesores cubanos (como si fueran uno solo), el resto continúa laborando en los puestos distribuidos en todo el país, muchos de ellos listos para partir a la primera línea en cuanto sea necesario.
La perspectiva es que la enfermedad se mantenga en el país durante varios años, comportándose con brotes según se vayan contaminando las fuentes de agua.
Ahora se acerca un Huracán, que según pronósticos ha de llegar hoy a tierras haitianas, sin duda eso agravará la situación, brindando condiciones para una mayor propagación de la enfermedad hacia lugares donde no se encontraba, además existen zonas con alto riesgo de inundación.
Cuba está aquí hace 12 años, luego del terremoto comprometida con la reconstrucción y fortalecimiento del Sistema de Salud, Cuba estará durante la epidemia de Cólera y luego del paso del Huracán. Basta preguntarle a cualquier ciudadano de este país por los médicos cubanos para ver esos rostros florecer.
Orgulloso de ser parte de otra página entre muchas del internacionalismo cubano, orgulloso de ser miembro de la Brigada Médica Cubana, orgulloso de ser hijo de tierras americanas, comprometido por todo ello con mi patria que es América Latina y con mis compatriotas que son los hijos de ese suelo.
* Médico argentino graduado en la ELAM e integrante de la Brigada Médica cubana en Haití.
El paso del huracán Tomás dejó al menos ocho muertos en Haití y graves inundaciones que aislaron importantes áreas del país, lo que empeora la crisis sanitaria que provocó el cólera, que ya se cobró la vida de más de quinientas personas y hay más de siete mil trescientas haitianos hospitalizados. Este escenario, que podría considerarse producto de los avatares de la naturaleza tiene causas específicas: la contaminación de uno de los principales ríos en las zonas afectadas y la precaria situación en la que viven miles de personas. A diez meses del terremoto, la situación en Haití continua siendo desesperante. Desde Prensa De Frente, junto a diversos medios de comunicación y organizaciones que articulamos a nivel continental, presentamos este boletín especial como un humilde aporte de solidaridad al pueblo haitiano.
En el departamento de Artibonite, al norte del Haití, el río desbordó y diversas organizaciones e instituciones han pedido que se investigue la contaminación del río, vinculada directamente con los casos de cólera que ya dejaron 501 muertes. En efecto, la presencia de una base de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) en Mirebalais está siendo investigada por haber podido contaminar el agua del río Artibonite con materias fecales.
Ya han pasado diez meses de la destrucción de Haití por un terremoto, luego el país ha sido azotado por el cólera, los huracanes y millones de haitianos continúan viviendo en situaciones infrahumanas. Mientras las potencias económicas se disputan el negocio de la reconstrucción de Haití, la solidaridad y la ayuda real al pueblo haitiano proviene de otros lugares.
A continuación difundimos la carta de un médico argentino graduado en la ELAM e integrante de la Brigada Médica cubana en Haití, escrita antes de la llegada del huracán que da cuenta de la contaminación y las condiciones de hacinamiento que hay en la zona más afectada.
Por el Dr. Emiliano Mariscal*
Estas líneas tienen el propósito de brindar información sobre la situación sanitaria que vive Haití, motivado por la preocupación de muchos amigos que han escrito preguntando cómo está la situación.
Lo primero que puedo decir es que estamos ante una enfermedad -el cólera- que no se reportaba en este país hace más de 100 años. Lo segundo, que es una de las patologías más temidas por estas tierras, dadas las condiciones idóneas que aquí existen para su permanencia y propagación.
Brevemente mis primeras experiencias frente a esta enfermedad: dos días antes de que se confirmara la presencia de cólera en Haití, acudimos junto con un epidemiólogo, un microbiólogo y un entomólogo a una comuna del Departamento Centro, llamada Mirebalais, donde la Brigada Médica Cubana que atiende un Hospital allí, reportaba un brote de diarrea, cuadro de una severidad inusitada que había causado la muerte a tres personas.
Durante el recorrido recordamos en varias ocasiones al Doctor John Snow, precursor de la epidemiología moderna, pues nos dirigimos a los lugares de donde provenían los fallecidos y en todos los casos existía un elemento común: la cercanía con el río.
Las personas no cuentan con abasto de agua por lo tanto la obtienen del río ya sea para consumo como para el lavado de utensillos, aseo personal, etc. Otro elemento común: la ausencia de letrinas, por lo que es habitual que hagan sus necesidades al aire libre.
No escapó a nuestra vista el hacinamiento, las condiciones extremadamente precarias de las viviendas, los microvertederos dispersos por todo sitio, desnutrición, bajo nivel cultural, desamparo y resignación. Los pacientes que acudieron al hospital presentaban diarreas líquidas, blanquesinas, acompañadas de vómitos profusos, la mayoría de los casos llegaban con deshidratación importante y tres pacientes fallecieron.
Se tomaron muestras de agua, heces fecales, vómitos por parte de autoridades del Ministerio de Salud de Haití. Nuestra conclusión: la fuente de infección es el agua contaminada, por las características clínicas se trata de una bacteria extremadamente agresiva que se trasmite por el agua, existen condiciones medio ambientales para su permanencia y propagación, el periodo de incubación oscila las 24 horas, en pocas horas es capaz de provocar complicaciones que de no tratarse prematuramente puede causar la muerte.
Después de cien años sin cólera, no podíamos afirmar que estábamos frente a tal patología hasta tanto no hubiera una confirmación del laboratorio. El informe fue entregado a las autoridades de Haití y, al día siguiente, se produjo el brote en Saint Marc. Poco después, llegó la confirmación de que se trata, efectivamente, de un Vibrión Cholerae.
Han transcurrido 16 días del inicio de la epidemia; hasta la fecha las autoridades de Haití han informado 330 fallecidos y alrededor de 4600 hospitalizados.
Existen diversas instituciones del mundo como la OPS, CDC, que se encuentran asesorando al Ministerio de Salud haitiano, pero la voz cantante, a pesar de que el canto no se oiga en los medios masivos de comunicación, la lleva Cuba en estrecha coordinación con la institución sanitaria de Haití. La realidad es que la acción de la Brigada Médica Cubana ha contenido y retrasado la llegada de la epidemia a Puerto Príncipe (que es lo más temido, dado que habitan en asentamientos con condiciones en extremo precarias 1 500 000 begin_of_the_skype_highlighting 1 500 000 end_of_the_skype_highlighting personas).
La comuna de Arcahaie (pertenece al departamento Oeste) es la que comunica directamente con Artibonite (y especialmente Saint Marc), allí nuestra brigada brinda asistencia médica en dos instituciones (forman parte de la estrategia de reconstrucción y fortalecimiento del Sistema de Salud que desarrolla junto Ministerio de Salud de Haití) devenidas Centros de Atención al Cólera, en ambas instituciones han atendido hasta el día 30 de Octubre 1182 pacientes, confirmando a su vez, la presencia de transmisión en subcomunas de Arcahaie, constatando en ellas las condiciones que mencioné al describir aquel primer control de foco en Mirebalais.
No hace falta tener conocimientos de salubridad para darse cuenta que si los 1182 pacientes mencionados no contaran con esos centros, hubiesen buscado asistencia en Puerto Príncipe, y esa es justamente la manera en que la epidemia se propaga (descrito ampliamente en la bibliografía), cuando las personas enfermas acuden en busca de instituciones de salud y otros que todavía no enfermaron (que están en periodo de incubación) se alejan del lugar por temor. De esta forma esa cantidad de personas se habrían trasladado a Puerto Príncipe y no existen hoy las condiciones para contener tal flujo de personas enfermas.
La acción fundamental consiste en educación sanitaria, así como brindar fuentes seguras de abasto de agua para la población. Ambos elementos de difícil resolución, uno porque es difícil cambiar hábitos arraigados durante mucho tiempo en la población, otro porque aunque existan los recursos (donativos) es complejo lograr las capacidades organizativas que lo faciliten.
La tarea se lleva adelante, la Brigada Médica Cubana se prepara para continuar contribuyendo al combate contra la terrible epidemia junto a las autoridades haitianas. La presencia en la comunidad, mediante educación sanitaria articulando con líderes de las comunidades, así como en los centros de atención a pacientes con Cólera ponen en alto los principios de solidaridad e internacionalismo.
Cincuenta y un jóvenes egresados de la Escuela Lationamericana de Medicina se encuentran hoy en la primera línea de esta dura batalla, brazo a brazo con sus hermanos y profesores cubanos (como si fueran uno solo), el resto continúa laborando en los puestos distribuidos en todo el país, muchos de ellos listos para partir a la primera línea en cuanto sea necesario.
La perspectiva es que la enfermedad se mantenga en el país durante varios años, comportándose con brotes según se vayan contaminando las fuentes de agua.
Ahora se acerca un Huracán, que según pronósticos ha de llegar hoy a tierras haitianas, sin duda eso agravará la situación, brindando condiciones para una mayor propagación de la enfermedad hacia lugares donde no se encontraba, además existen zonas con alto riesgo de inundación.
Cuba está aquí hace 12 años, luego del terremoto comprometida con la reconstrucción y fortalecimiento del Sistema de Salud, Cuba estará durante la epidemia de Cólera y luego del paso del Huracán. Basta preguntarle a cualquier ciudadano de este país por los médicos cubanos para ver esos rostros florecer.
Orgulloso de ser parte de otra página entre muchas del internacionalismo cubano, orgulloso de ser miembro de la Brigada Médica Cubana, orgulloso de ser hijo de tierras americanas, comprometido por todo ello con mi patria que es América Latina y con mis compatriotas que son los hijos de ese suelo.
* Médico argentino graduado en la ELAM e integrante de la Brigada Médica cubana en Haití.
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