Análisis FNRP
Algo grave se podría estar preparando por parte del gobierno de Porfirio Lobo Sosa, y los sectores que lo sostienen en el poder, al revelar ante los medios comunicación que grupos armados se estarían operando en la zona del Valle del Bajo Aguán.
El sucesor del régimen de facto, ha salido a afirmar que hay “rastro de gente que ha estado viajando fuera de Honduras a recibir entrenamiento, todo eso lo tenemos ubicado, incluso lo lugares donde se están entrenando fuera de aquí de Honduras, es una gran cantidad de armas que hay, y vamos tras de eso”.
Cada vez que han aparecido medios de comunicación, dirigentes empresariales, o funcionarios públicos anunciando que grupos armados estarían operando en la zona, ocurre una masacre o cuando menos un desalojo de campesinos que legítimamente ocupan las tierras que les pertenecen.
No es casual que hoy comandos del ejército aparezcan asaltando las instalaciones del Instituto Nacional Agrario INA, en Sinaloa departamento de Colon y en el otro escenario aparezca Lobo Sosa anunciando que circulan más de millar de armas AK-47 y M-16, para justificar las agresiones.
Como tampoco es casual que esto ocurra a pocos días de haberse Aprobado la Ley Contra el Financiamiento del Terrorismo, por parte del Congreso Nacional y con la presencia de uno de los hombres acusados de crímenes de lesa humanidad como es el ex presidente Álvaro Uribe.
Por que no dice nada Lobo Sosa de los guardias de Miguel Facusse, que patrullan las calles de la zona con armamento de guerra, con lanza granadas
M-60, tal como denunció el dirigente del Movimiento Campesino Unificado del Aguan MUCA, Gerardo Argueta, por que no dice nada de las masacres de campesinos con armas de guerra.
Hoy la sospecha de que algo grande se esta tramando es porque en otras ocasiones ha sido diario La Prensa y diario el Heraldo, los encargados de preparar los escenarios para los posteriores asesinatos de campesinos “en nombre de la propiedad privada”.
Recién pasado el golpe de Estado, la Prensa anunció la presencia de grupos armados en el Aguan y a los pocos días ocurría la represión militar policial del dictador Roberto Micheletti.
Actualmente son más de 20 los campesinos asesinados por las fuerzas armadas de los terratenientes de la zona a quienes no se desarma ni se les investiga por las masacres cometidas.
Alertamos al mundo que una nueva masacre se estaría tramando desde el poder contra personas indefensas cuyo único pecado es reclamar un pedazo de tierra.
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