sábado, 20 de noviembre de 2010
Lucha armada o proceso electoral: una falsa discusión (Debate al interior del FNRP)
Vos el Soberano
El método fundamental de la lucha del proletariado contra la burguesía,
es decir contra su poder gubernamental, es ante todo el de las acciones de masas…
La lucha de las masas constituye todo un sistema de acciones en vías de desarrollo,
que se avivan por su forma misma y conducen lógicamente a la insurrección contra el estado capitalista.
(Los primeros cuatro congresos de la Internacional Comunista)
El Frente Nacional de Resistencia Popular, está cruzado por un debate que hasta ahora ha sido mal planteado, nos referimos a la táctica para la “toma del poder”. El debate ha sido planteado en blanco o negro: lucha armada o elecciones. Dejando por fuera a sectores que no coincidimos, por lo menos en este momento con ninguna de las dos tácticas y que sí estamos de acuerdo con la lucha por la toma del poder obrero y popular. En el fondo, este debate oculta otro más profundo: el abandono del método histórico de la clase trabajadora para la toma del poder como es la huelga general insurreccional.
Para el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), la lucha armada es una táctica militar, que el pueblo organizado puede decidir en momentos en que la realidad lo plantee como una necesidad concreta y coincidimos que la lucha armada clásica para la toma del poder, no esta planteada en la coyuntura. Hablamos de lucha armada clásica para diferenciarla de aquellos momentos en que hemos realizado lucha armada con piedras, molotov, palos, ondas, llantas quemadas, derribamiento de muros y verjas, barricadas de piedra y otras acciones, tal como lo ha hecho el Magisterio para defender sus conquistas o como ocurrió el 22 de septiembre con el ingreso de Mel Zelaya; pero alienados con la idea de que la lucha armada sólo se hace con fusiles, hemos invisibilizado estos procesos o hemos llegado a la falsa conclusión de que sin fusiles no puede haber insurrección popular. En Nicaragua la insurrección de masas fue armada pero sólo el Frente Sandinista, específicamente su brazo militar armado, tenía fusiles; en Honduras, los tacamiches realizaron una lucha armada por tres años y nadie lo advirtió porque la realizaron sin fusiles, pero los cuerpos represivos del Estado temían a su ejército de “onderos”. Pero insistimos, si se entiende lucha armada por guerra popular y prolongada con ejército de liberación y fusil en mano, no hay condiciones para realizarla en este momento.
Frente a la imposibilidad de la “lucha armada”, nos quieren hacer creer que la única alternativa que nos queda son las elecciones. Otro error, las elecciones son una táctica no son una estrategia de lucha, es decir, no son el fin último para la toma del poder. Nosotros no satanizamos las elecciones, de hecho, impulsamos con todas nuestras fuerzas la candidatura independiente de Carlos H. Reyes a la presidencia de la República pero como los procesos electorales son tácticos, en el momento en que valoramos que las elecciones le hacían el juego a los golpistas, también fuimos los primeros en plantear que había que retirarse, coincidiendo con otros sectores y el mismo candidato, finalmente la candidatura se retiró y pasó a convertirse en una estructura más de la resistencia contra el golpe de Estado.
La coyuntura por la que desistimos de utilizar la táctica electoral no ha pasado, el golpismo ha ido fortaleciendo posiciones que han desembocado en una violación sin precedentes a los derechos humanos y en un ataque despiadado a las conquistas de la clase trabajadora. En este momento privilegiar las elecciones como táctica para la toma del poder, significa oxigenar a Pepe Lobo y a la oligarquía golpista que lo rodea, significaría aceptar que nos equivocamos el 29 de noviembre de 2009 y que debimos mantener la candidatura independiente pero además, significaría que se equivocaron todos los que renunciaron a sus candidaturas.
Quienes en este momento postulan participar en elecciones, no entienden que las razones que fundamentaron el retiro de la candidatura independiente dio lugar a uno de los golpes más duros al bipartidismo; el ejemplo del 29 de noviembre llevó a muchos sectores del pueblo a elevar su conciencia de clase y a considerar que las elecciones eran la trinchera de la oligarquía y que la lucha popular es la alternativa definitiva para la liberación nacional.
Por ahora la tarea del frente es avanzar hacia la constituyente pero dejando claro que la lucha por la misma debe plantearse en términos de lucha popular revolucionaria, es devolverle a la resistencia el carácter insurreccional que le quitaron a base de un pacifismo absurdo en momentos en que había que arreciar con todas nuestras fuerzas.
Hay compañeros, que de manera muy franca plantean que pasamos seis meses en las calles y no tomamos el poder, si vemos las cosas en su apariencia, nos sentimos tentados a darles la razón pero, en esencia, esas movilizaciones no fueron concebidas para la toma del poder; su objetivo fue desarticular, mediante un pacifismo absurdo, el carácter insurreccional que se estaba gestando en todo el país.
El PST, en este proceso de lucha, no descarta utilizar la táctica electoral pero sólo a condición de que se convierta en una trinchera de lucha y no en un espejismo que deforme la conciencia del pueblo, desviando la lucha de clases al terreno político de la oligarquía. Por ahora creemos que nuestra táctica pasa por unir, fortalecer y preparar la lucha popular por la constituyente. Ahora bien, esta lucha por la constituyente debe estar ligada al reagrupamiento de todos los sectores que están en lucha.
En este momento, cada sector está defendiendo sus intereses de manera aislada, por esta razón el PST, esta planteando la necesidad de un gran encuentro obrero, campesino y popular que estructure un plan de lucha único para enfrentar el plan económico pro oligárquico y fondomonetarista del gobierno de Lobo Sosa.
Consideramos que los sectores que tenemos estas coincidencias debemos sentarnos a dialogar para profundizar el análisis y afinar una estrategia común para plantearla como una alternativa al Frente Nacional de Resistencia Popular.
Partido Socialista de los Trabajadores
PST
17 de noviembre de 2010
El método fundamental de la lucha del proletariado contra la burguesía,
es decir contra su poder gubernamental, es ante todo el de las acciones de masas…
La lucha de las masas constituye todo un sistema de acciones en vías de desarrollo,
que se avivan por su forma misma y conducen lógicamente a la insurrección contra el estado capitalista.
(Los primeros cuatro congresos de la Internacional Comunista)
El Frente Nacional de Resistencia Popular, está cruzado por un debate que hasta ahora ha sido mal planteado, nos referimos a la táctica para la “toma del poder”. El debate ha sido planteado en blanco o negro: lucha armada o elecciones. Dejando por fuera a sectores que no coincidimos, por lo menos en este momento con ninguna de las dos tácticas y que sí estamos de acuerdo con la lucha por la toma del poder obrero y popular. En el fondo, este debate oculta otro más profundo: el abandono del método histórico de la clase trabajadora para la toma del poder como es la huelga general insurreccional.
Para el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), la lucha armada es una táctica militar, que el pueblo organizado puede decidir en momentos en que la realidad lo plantee como una necesidad concreta y coincidimos que la lucha armada clásica para la toma del poder, no esta planteada en la coyuntura. Hablamos de lucha armada clásica para diferenciarla de aquellos momentos en que hemos realizado lucha armada con piedras, molotov, palos, ondas, llantas quemadas, derribamiento de muros y verjas, barricadas de piedra y otras acciones, tal como lo ha hecho el Magisterio para defender sus conquistas o como ocurrió el 22 de septiembre con el ingreso de Mel Zelaya; pero alienados con la idea de que la lucha armada sólo se hace con fusiles, hemos invisibilizado estos procesos o hemos llegado a la falsa conclusión de que sin fusiles no puede haber insurrección popular. En Nicaragua la insurrección de masas fue armada pero sólo el Frente Sandinista, específicamente su brazo militar armado, tenía fusiles; en Honduras, los tacamiches realizaron una lucha armada por tres años y nadie lo advirtió porque la realizaron sin fusiles, pero los cuerpos represivos del Estado temían a su ejército de “onderos”. Pero insistimos, si se entiende lucha armada por guerra popular y prolongada con ejército de liberación y fusil en mano, no hay condiciones para realizarla en este momento.
Frente a la imposibilidad de la “lucha armada”, nos quieren hacer creer que la única alternativa que nos queda son las elecciones. Otro error, las elecciones son una táctica no son una estrategia de lucha, es decir, no son el fin último para la toma del poder. Nosotros no satanizamos las elecciones, de hecho, impulsamos con todas nuestras fuerzas la candidatura independiente de Carlos H. Reyes a la presidencia de la República pero como los procesos electorales son tácticos, en el momento en que valoramos que las elecciones le hacían el juego a los golpistas, también fuimos los primeros en plantear que había que retirarse, coincidiendo con otros sectores y el mismo candidato, finalmente la candidatura se retiró y pasó a convertirse en una estructura más de la resistencia contra el golpe de Estado.
La coyuntura por la que desistimos de utilizar la táctica electoral no ha pasado, el golpismo ha ido fortaleciendo posiciones que han desembocado en una violación sin precedentes a los derechos humanos y en un ataque despiadado a las conquistas de la clase trabajadora. En este momento privilegiar las elecciones como táctica para la toma del poder, significa oxigenar a Pepe Lobo y a la oligarquía golpista que lo rodea, significaría aceptar que nos equivocamos el 29 de noviembre de 2009 y que debimos mantener la candidatura independiente pero además, significaría que se equivocaron todos los que renunciaron a sus candidaturas.
Quienes en este momento postulan participar en elecciones, no entienden que las razones que fundamentaron el retiro de la candidatura independiente dio lugar a uno de los golpes más duros al bipartidismo; el ejemplo del 29 de noviembre llevó a muchos sectores del pueblo a elevar su conciencia de clase y a considerar que las elecciones eran la trinchera de la oligarquía y que la lucha popular es la alternativa definitiva para la liberación nacional.
Por ahora la tarea del frente es avanzar hacia la constituyente pero dejando claro que la lucha por la misma debe plantearse en términos de lucha popular revolucionaria, es devolverle a la resistencia el carácter insurreccional que le quitaron a base de un pacifismo absurdo en momentos en que había que arreciar con todas nuestras fuerzas.
Hay compañeros, que de manera muy franca plantean que pasamos seis meses en las calles y no tomamos el poder, si vemos las cosas en su apariencia, nos sentimos tentados a darles la razón pero, en esencia, esas movilizaciones no fueron concebidas para la toma del poder; su objetivo fue desarticular, mediante un pacifismo absurdo, el carácter insurreccional que se estaba gestando en todo el país.
El PST, en este proceso de lucha, no descarta utilizar la táctica electoral pero sólo a condición de que se convierta en una trinchera de lucha y no en un espejismo que deforme la conciencia del pueblo, desviando la lucha de clases al terreno político de la oligarquía. Por ahora creemos que nuestra táctica pasa por unir, fortalecer y preparar la lucha popular por la constituyente. Ahora bien, esta lucha por la constituyente debe estar ligada al reagrupamiento de todos los sectores que están en lucha.
En este momento, cada sector está defendiendo sus intereses de manera aislada, por esta razón el PST, esta planteando la necesidad de un gran encuentro obrero, campesino y popular que estructure un plan de lucha único para enfrentar el plan económico pro oligárquico y fondomonetarista del gobierno de Lobo Sosa.
Consideramos que los sectores que tenemos estas coincidencias debemos sentarnos a dialogar para profundizar el análisis y afinar una estrategia común para plantearla como una alternativa al Frente Nacional de Resistencia Popular.
Partido Socialista de los Trabajadores
PST
17 de noviembre de 2010
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