lunes, 26 de octubre de 2009

NO APRENDIERON NADA

Por Juan Moreno

Si para algo debieran servir las crisis políticas es para aprender. Pero observando el discurso y la conducta de los dos candidatos de los partidos tradicionales, es claro que no dieron la talla como políticos y aprendices de “estadistas”. ¿Entiende el pueblo cuál es el camino señalado por ese candidato conocido como “Pepe Lobo”? No es necesario profundizar en el análisis de su discurso para sacar en claro una cosa: este señor no tiene idea ni siquiera de dónde está parado, más allá de su plataforma oportunista. Lo mismo podemos decir del candidato del Partido Liberal, Elvin Santos. Los dos se han retratado ante el mundo como dos nulidades políticas que ocupan esos puestos sólo gracias a la maquinaria politiquera que siempre ha impuesto presidentes en Honduras. ¿ Y los candidatos de la mal llamada “Democracia Cristiana” y del PINU? Ellos están bien, gracias, dice la inmensa mayoría de los hondureños.



¿Qué se puede esperar entonces de estos candidatos? Lo mismo de siempre. A seguir la vida en Honduras como si en Honduras no hubiera pasado nada. Allí está también esa parte de la ciudadanía que está de acuerdo con el golpe de Estado. Ellos sí van a ir a votar pues o no entienden el meollo del asunto en esta crisis o simplemente lo del golpe es un asunto de pura conveniencia.
Acabo de leer las declaraciones del presidente Zelaya Rosales, muy optimistas como siempre. Que su restitución puede estar cerca, dice. El papel de un líder es siempre animar a su pueblo. Y está bien que lo haga. Un líder auténtico no da el brazo a torcer así por así. Leí también declaraciones de ese señor Biehl, antiguo consejero del presidente Oscar Arias y ahora funcionario de la OEA. Que la crisis podría resolverse esta semana, ha dicho.
Pues ojalá que esta pesadilla en que está sumida Honduras termine esta semana como dice el señor Biehl. Debe de tener razones poderosas para decirlo, algo muy difícil de creer después de lo que ya ha ocurrido. Pero, pase lo que pase, la resistencia debe estar más clara que nunca en sus objetivos: sin restauración constitucional, las elecciones serán ilegítimas y la naturaleza del régimen dictatorial sólo cambiará de caras, nada más. Por tanto, el pueblo no va a acudir a las urnas. De lo que estoy seguro es que hay una enorme disposición a convertir los pueblos de Honduras en auténticos pueblos fantasmas el 29 de noviembre, pues lo único que se verá en sus calles serán unos cuatro gatos golpistas y la soldadesca siempre lista a calar balloneta contra el pueblo.

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