miércoles, 23 de septiembre de 2009
Clamor en la ONU por restitución de Zelaya en Honduras
Inquietud por la situación en Honduras y reclamo por la reinstalación en el poder de su presidente constitucional, José Manuel Zelaya, sellaron hoy el inicio del debate general de la Asamblea de la ONU.
El tema fue una constante en los discursos de los jefes de Estado de América Latina que hablaron en la sesión matutina de la primera jornada de trabajo y en declaraciones realizadas fuera del plenario.
El primero en acudir a la tribuna fue el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien pidió a la comunidad internacional estar alerta para garantizar la inviolabilidad de la embajada de su país en Honduras.
En esa sede se encuentra desde hace dos días el presidente Zelaya tras su retorno a Tegucigalpa luego de casi tres meses de estancia forzada en el exterior a raíz de un golpe de Estado en su contra el pasado 28 de junio.
Lula exigió acelerar el trabajo para conseguir la reinstalación inmediata de Zelaya en la presidencia de Honduras.
Poco después de esa intervención ante la asamblea, el canciller brasileño confirmó a Prensa Latina que continúa el cerco implantado por las autoridades golpistas a la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa.
La situación se mantiene grave y aunque se dice que el toque de queda será levantado, nuestra embajada sigue prácticamente sitiada, insistió el ministro al reiterar su extrema inquietud.
Por su parte, la mandataria chilena, Michelle Bachelet, también repudió el golpe en Honduras y ante el plenario de la ONU apeló a la realización de elecciones libres en ese país con Zelaya en la presidencia y al frente del proceso.
Asimismo, el jefe de Estado uruguayo, Tabaré Vázquez, rechazó la ruptura de la institucionalidad en el país centroamericano y reclamó la restitución en su cargo de las autoridades democráticamente electas.
Fuera del plenario de la ONU, el presidente venezolano, Hugo Chávez, expresó a los periodistas que la organización mundial debe exigir la restauración de Zelaya al frente del Estado Hondureño.
Chávez destacó la importancia de un pronunciamiento de ese tipo para poder acabar con "la era cavernaria de los golpes de Estado".
Por su parte, la canciller constitucional de Honduras, Patricia Rodas, también demandó una posición firme de la ONU contra los golpistas y por el retorno de Zelaya al poder.
La ministra resaltó el apoyo recibido por el gobierno legítimo de organismos internacionales y regionales y apuntó que en su país se lucha no solo por la democracia de Honduras, sino por la democracia de todos los pueblos.
En la misma línea, el mandatario dominicano, Leonel Fernández, dijo a la prensa acreditada para la asamblea de la ONU que el retorno de Zelaya a Tegucigalpa refuerza la presión contra los golpistas.
Así se podrá conseguir que el gobierno de facto deponga su actitud, el orden constitucional sea restaurado y Zelaya pueda concluir el período presidencial para el cual fue electo, indicó Fernández.
El tema de la crisis en Honduras y el sitio en torno a la embajada de Brasil mantiene en alerta al grupo de países latinoamericanos y caribeños que a través de mecanismos como el Grupo de Río buscan un fuerte pronunciamiento de la ONU.
Esa agrupación emitió anoche un comunicado de apoyo al regreso pacífico de Zelaya a su país y exigió el respeto de la integridad física del mandatario y su familia.
La nota repudió los actos de violencia e intimidación contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa y exigió el restablecimiento del orden democrático y constitucional con la reinstalación de Zelaya en la presidencia.
Fuente: Prensa Latina
El tema fue una constante en los discursos de los jefes de Estado de América Latina que hablaron en la sesión matutina de la primera jornada de trabajo y en declaraciones realizadas fuera del plenario.
El primero en acudir a la tribuna fue el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien pidió a la comunidad internacional estar alerta para garantizar la inviolabilidad de la embajada de su país en Honduras.
En esa sede se encuentra desde hace dos días el presidente Zelaya tras su retorno a Tegucigalpa luego de casi tres meses de estancia forzada en el exterior a raíz de un golpe de Estado en su contra el pasado 28 de junio.
Lula exigió acelerar el trabajo para conseguir la reinstalación inmediata de Zelaya en la presidencia de Honduras.
Poco después de esa intervención ante la asamblea, el canciller brasileño confirmó a Prensa Latina que continúa el cerco implantado por las autoridades golpistas a la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa.
La situación se mantiene grave y aunque se dice que el toque de queda será levantado, nuestra embajada sigue prácticamente sitiada, insistió el ministro al reiterar su extrema inquietud.
Por su parte, la mandataria chilena, Michelle Bachelet, también repudió el golpe en Honduras y ante el plenario de la ONU apeló a la realización de elecciones libres en ese país con Zelaya en la presidencia y al frente del proceso.
Asimismo, el jefe de Estado uruguayo, Tabaré Vázquez, rechazó la ruptura de la institucionalidad en el país centroamericano y reclamó la restitución en su cargo de las autoridades democráticamente electas.
Fuera del plenario de la ONU, el presidente venezolano, Hugo Chávez, expresó a los periodistas que la organización mundial debe exigir la restauración de Zelaya al frente del Estado Hondureño.
Chávez destacó la importancia de un pronunciamiento de ese tipo para poder acabar con "la era cavernaria de los golpes de Estado".
Por su parte, la canciller constitucional de Honduras, Patricia Rodas, también demandó una posición firme de la ONU contra los golpistas y por el retorno de Zelaya al poder.
La ministra resaltó el apoyo recibido por el gobierno legítimo de organismos internacionales y regionales y apuntó que en su país se lucha no solo por la democracia de Honduras, sino por la democracia de todos los pueblos.
En la misma línea, el mandatario dominicano, Leonel Fernández, dijo a la prensa acreditada para la asamblea de la ONU que el retorno de Zelaya a Tegucigalpa refuerza la presión contra los golpistas.
Así se podrá conseguir que el gobierno de facto deponga su actitud, el orden constitucional sea restaurado y Zelaya pueda concluir el período presidencial para el cual fue electo, indicó Fernández.
El tema de la crisis en Honduras y el sitio en torno a la embajada de Brasil mantiene en alerta al grupo de países latinoamericanos y caribeños que a través de mecanismos como el Grupo de Río buscan un fuerte pronunciamiento de la ONU.
Esa agrupación emitió anoche un comunicado de apoyo al regreso pacífico de Zelaya a su país y exigió el respeto de la integridad física del mandatario y su familia.
La nota repudió los actos de violencia e intimidación contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa y exigió el restablecimiento del orden democrático y constitucional con la reinstalación de Zelaya en la presidencia.
Fuente: Prensa Latina
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