miércoles, 16 de septiembre de 2009
Honduras en la hondura de la hipocresía
Por Adolfo Pérez Esquivel
La dictadura cívico- militar en Honduras llama a elecciones para contra-restar el rechazo nacional e internacional al golpe de Estado contra el gobierno de Manuel Zelaya; e imponer su política de sometimiento del pueblo que soporta desde hace más de 70 días.
Es necesario que los gobiernos y la comunidad internacional rechacen la hipocresía del llamado a elecciones que quieren afirmar los objetivos políticos e intereses de los golpistas.
La dictadura pretende imponer la llamada “dicta-blanda” como mecanismo perverso de derrocar a un gobierno legítimo y después llamar a elecciones para dejar caer en el olvido y “borrar la imagen de golpistas”. Esa actitud hipócrita y perversa es una amenaza para todos los gobiernos latinoamericanos.
Es preocupante y por esto rechazamos que el FMI busque dar apoyo financiero a la dictadura hondureña, y haya entregado al Banco Central de Honduras, la cuota-parte de la emisión especial de Derechos Especiales de Giro, realizado el pasado 28 de agosto, como la otra parte que entregarán en estos días.
El FMI se ha caracterizado por apoyar las dictaduras sin interesarles la situación y vida de los pueblo e imponer políticas neoliberales, llevando a los países a situaciones de riesgo social y económico. Es urgente que los países miembros del FMI, reclamen no enviar fondos al gobierno del dictador Roberto Micheletti que intenta justificarse llamando a elecciones y pretendiendo desconocer que es un gobierno ilegítimo y responsable de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho del pueblo hondureño.
La OEA ha rechazado el llamado a elecciones por la dictadura hondureña, a la que no reconoce, reclamando la restitución del gobierno al presidente Zelaya. Los gobiernos latinoamericanos desde los diversos ámbitos regionales que los convocan reclaman una pronta solución para restablecer el Estado de Derecho y restitución del presidente depuesto.
El Presidente Obama ha señalado que desconocerá los resultados de las elecciones, si éstas se realizan. Por primera vez la OEA y EEUU. coinciden en objetivos comunes en defensa de los gobiernos democráticos en el continente.
Es lamentable que personas e instituciones que podrían fortalecer la democracia en bien del pueblo y evitado las graves violaciones de los derechos humanos se hayan aliado a los golpistas y pretendan hablar de valores y del derecho del pueblo, como el Cardenal Rodríguez que perdió el camino que Jesús nos dejó de estar junto a los más pobres y necesitados y que, en esa alianza con el poder expulsa del país a sacerdotes y religiosos que han asumido su compromiso junto al pueblo.
Han pasado los años y la gente cambia, algunos de ellos fueron en su tiempo defensores de los derechos humanos, como Ramón Custodio a quien acompañamos en la lucha. Lamentablemente, hoy se ha olvidado de las luchas por la libertad y derecho del pueblo y me duele decirlo que dejó la militancia y apoya a la dictadura y niega las violaciones de los derechos humanos en Honduras cuando cientos de testimonios están a la vista de personas presas, torturadas y asesinadas, periodistas perseguidos y censurados.
Muchas delegaciones han viajado a Honduras y sus informes señalan las grave situación que vive el pueblo hondureño. Entre ellas, el Servicio Paz y Justicia en América Latina-SERPAJ-AL, ha enviado delegados a Honduras para determinar y ver la realidad, quienes han informado de las graves violaciones de los derechos humanos y la falta de libertades del pueblo.
El pueblo está en la resistencia en defensa de sus derechos frente a la opresión pero NO ESTÁN SOLOS.
La dictadura cívico- militar en Honduras llama a elecciones para contra-restar el rechazo nacional e internacional al golpe de Estado contra el gobierno de Manuel Zelaya; e imponer su política de sometimiento del pueblo que soporta desde hace más de 70 días.
Es necesario que los gobiernos y la comunidad internacional rechacen la hipocresía del llamado a elecciones que quieren afirmar los objetivos políticos e intereses de los golpistas.
La dictadura pretende imponer la llamada “dicta-blanda” como mecanismo perverso de derrocar a un gobierno legítimo y después llamar a elecciones para dejar caer en el olvido y “borrar la imagen de golpistas”. Esa actitud hipócrita y perversa es una amenaza para todos los gobiernos latinoamericanos.
Es preocupante y por esto rechazamos que el FMI busque dar apoyo financiero a la dictadura hondureña, y haya entregado al Banco Central de Honduras, la cuota-parte de la emisión especial de Derechos Especiales de Giro, realizado el pasado 28 de agosto, como la otra parte que entregarán en estos días.
El FMI se ha caracterizado por apoyar las dictaduras sin interesarles la situación y vida de los pueblo e imponer políticas neoliberales, llevando a los países a situaciones de riesgo social y económico. Es urgente que los países miembros del FMI, reclamen no enviar fondos al gobierno del dictador Roberto Micheletti que intenta justificarse llamando a elecciones y pretendiendo desconocer que es un gobierno ilegítimo y responsable de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho del pueblo hondureño.
La OEA ha rechazado el llamado a elecciones por la dictadura hondureña, a la que no reconoce, reclamando la restitución del gobierno al presidente Zelaya. Los gobiernos latinoamericanos desde los diversos ámbitos regionales que los convocan reclaman una pronta solución para restablecer el Estado de Derecho y restitución del presidente depuesto.
El Presidente Obama ha señalado que desconocerá los resultados de las elecciones, si éstas se realizan. Por primera vez la OEA y EEUU. coinciden en objetivos comunes en defensa de los gobiernos democráticos en el continente.
Es lamentable que personas e instituciones que podrían fortalecer la democracia en bien del pueblo y evitado las graves violaciones de los derechos humanos se hayan aliado a los golpistas y pretendan hablar de valores y del derecho del pueblo, como el Cardenal Rodríguez que perdió el camino que Jesús nos dejó de estar junto a los más pobres y necesitados y que, en esa alianza con el poder expulsa del país a sacerdotes y religiosos que han asumido su compromiso junto al pueblo.
Han pasado los años y la gente cambia, algunos de ellos fueron en su tiempo defensores de los derechos humanos, como Ramón Custodio a quien acompañamos en la lucha. Lamentablemente, hoy se ha olvidado de las luchas por la libertad y derecho del pueblo y me duele decirlo que dejó la militancia y apoya a la dictadura y niega las violaciones de los derechos humanos en Honduras cuando cientos de testimonios están a la vista de personas presas, torturadas y asesinadas, periodistas perseguidos y censurados.
Muchas delegaciones han viajado a Honduras y sus informes señalan las grave situación que vive el pueblo hondureño. Entre ellas, el Servicio Paz y Justicia en América Latina-SERPAJ-AL, ha enviado delegados a Honduras para determinar y ver la realidad, quienes han informado de las graves violaciones de los derechos humanos y la falta de libertades del pueblo.
El pueblo está en la resistencia en defensa de sus derechos frente a la opresión pero NO ESTÁN SOLOS.
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