lunes, 14 de septiembre de 2009

ENTREVISTA con BERTA CÁCERES, líder del frente nacional de resistencia contra el golpe en Honduras

“Estamos planteando un proyecto histórico”

Por M. G. Lavandero - La Jiribilla

Martes, 2 de septiembre, 9 de la mañana. En Cuba, asistíamos a la apertura del VII Taller de Paradigmas Emancipatorios —en otras palabras, la conjunción en un mismo espacio físico de las demandas históricas, experiencias de lucha y puntos de vista de decenas de movimientos sociales latinoamericanos, académicos e intelectuales progresistas de unos 20 países de América y Europa—. En Honduras, el pueblo marchaba ya por las calles de Tegucigalpa y muchas otras regiones del país, en lo que sería la jornada número 67 de resistencia ante el golpe de Estado

Si no se hubiese insistido en esa coincidencia, tal vez nadie entre los cientos de personas que se encontraban en la sala lo habría reprochado. Era obvia. No obstante, la presencia e intervención a aquella hora de Berta Cáceres, en su condición de líder del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe y Designada (Vicepresidenta) por la Candidatura Independiente Popular hondureña, reafirmó la pertinencia de un encuentro de este tipo justo cuando las luchas populares del continente —especialmente en Honduras— atraviesan un período de plena efervescencia y proximidad.
Berta, quien se desempeña desde hace años al frente de la Comisión Ejecutiva del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), expuso ante los asistentes la situación actual y perspectivas de la lucha en su país, y la importancia que para el pueblo hondureño tiene la articulación con sus iguales del continente.
Luego, en un espacio menos concurrido, esta hija de Intibucá explicó a La Jiribilla cómo la maquinaria golpista se niega tercamente a parar sus motores y que el Tribunal Supremo Electoral de Honduras ha anunciado el arranque de la campaña electoral en vista de las dudosas elecciones del 29 de noviembre. Sin embargo, la Candidatura Independiente Popular de la cual es miembro, las organizaciones sociales y sindicales en resistencia se preparan, según Berta, para luchar contra un proceso que pretende legitimar la inconstitucionalidad y el retroceso democrático en el país.
- ¿En qué consiste el trabajo de COPINH y cuál es su función dentro de la resistencia ante el Golpe?
Personalmente, siempre he trabajado en comunidades laicas, comunidades indígenas, campesinas de mi país. Con ellos hemos desarrollado experiencias de educación popular, de construcción e integración de los movimientos sociales del continente. En ese sentido, la lucha de COPINH ha sido sobre todo por la reivindicación de los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas y también la lucha antipatriarcal, en contra de las transnacionales en defensa sobre todo del agua, de los cultivos, sectores en los que aún prevalece una política de privatización. La lucha del COPINH ha sido dura en ese sentido, de defensa de los recursos estratégicos de la región.
- ¿Esa lucha del COPINH se vio representada en el gobierno de Manuel Zelaya?
Bueno, el COPINH tuvo una relación muy fraterna y de respeto con el gobierno de Mel. Gracias a la apertura que él dio nosotros como organización tuvimos avances concretos en nuestras luchas: reconocimiento de nuestras radios comunitarias, la incorporación de Honduras al ALBA, la presencia de las brigadas cubanas de salud y el proyecto Yo sí puedo en las comunidades indígenas y rurales de nuestra región, todas esas acciones tenían mucho que ver con nuestros objetivos, de una manera u otra.
- Decía que los golpistas están hablando de una eventual Asamblea Constituyente, ¿qué puede esperar de ella el pueblo hondureño?
Hoy los oligarcas golpistas están hablando de constituyente porque saben que es un tema que el pueblo demanda. Era como lo de la consulta popular, a la cual nunca se opusieron del todo muchos de ellos, pues sabían que el pueblo tenía una simpatía enorme por esa consulta. Entonces, ahora es lo mismo con la Asamblea Nacional Constituyente: el pueblo hondureño debe profundizar la lucha porque nuestros intereses son la causa principal del Golpe militar en Honduras.
Eso significa generar mayor capacidad de movilización, de organización, de defensa de esos proyectos del pueblo hondureño, porque tendrían que desarrollar una dinámica intensa sobre los planteamientos en diversos temas: el tema del agua, la soberanía alimentaria, la disolución de las fuerzas armadas, los derechos laborales y de las mujeres, contra el TLC… son temas que van a estar en la agenda del pueblo en esa eventual asamblea.
Por eso, el pueblo hondureño debe esperar una intensificación de la reacción de la oligarquía, pues han demostrado que no se van a quedar de brazos cruzados… todos esos consorcios, transnacionales, empresarios, gringos. Porque se van a tocar temas estratégicos que los afectan, como la presencia de las bases militares no sólo en Palmerola, sino contra la penetración militar de EE.UU. en Honduras, que va más allá de las bases. Significa políticas terroristas, de control del poder.
- ¿Cree que la solución sería un planteo similar al de Costa Rica?
Algo así, el planteamiento de la gente es que las fuerzas armadas, la fuerza ejército debe desaparecer, porque no es posible que nosotros tengamos una fuerza armada que lo único que ha demostrado es que defiende los intereses de los ricos y reprime al pueblo. Descaradamente ha torturado, ha secuestrado y jamás ha defendido la soberanía de nuestro país. Al contrario, se prestaron y sirvieron al Golpe militar de Honduras al servicio de EE.UU., de la contrarrevolución nicaragüense, al entrenamiento de batallones asesinos de Guatemala, El Salvador… todas las operaciones contrainsurgentes y contrarrevolucionarias en nuestra América han sido una estrategia gringa y el ejército de Honduras se ha prestado completamente a su desarrollo. Entonces hoy el pueblo ha encontrado mayores razones para la asamblea… fíjate, si antes el pueblo no entendía mucho qué podía llegar a ser esa asamblea, ahora sí lo ha entendido. Bajo ese Golpe, el pueblo hondureño ha dado un paso de madurez en entender que hoy más que nunca deben desaparecer las fuerzas armadas.
- ¿Quién sustenta el poder hoy en Honduras?
El poder en Honduras, del régimen dictatorial, lo tiene el ejército. Romeo Vázquez Velásquez. Y por supuesto, tienen de defensores a todos los golpistas empresarios que venían maquinando el golpe no días antes, ni siquiera meses antes: lo han venido maquinando desde antes de que Mel tomara posesión. Y están las transnacionales, si no, no se sustentarían los golpistas, aunque están teniendo pérdidas enormes. Que el pueblo entienda que esas transnacionales son responsables del Golpe también, ha sido importante para la lucha. Los gringos están involucrados y el pueblo hondureño lo sabe.
- ¿En qué medida la represión que existe hoy en Honduras contra las fuerzas populares tiene que ver con ese poder que sustenta el gobierno, con su procedencia?
Aquí te voy a narrar algo, para que se entienda bien: cuando al presidente Zelaya lo secuestran, la orden era matarlo; ahora se lamentan no haberlo hecho. No obstante, lo secuestran y lo expulsan, a pesar de que la Constitución dice que ningún hondureño puede ser expulsado del país. Su plan era tres días de resistencia, pensaron que sólo tres días se iba a levantar el pueblo.
El 5 de julio, había más de 70 francotiradores en el aeropuerto, oficiales de alto rango con la orden de matarlo, batallones, comandos especiales, despliegue de inteligencia. El magnicidio es una posibilidad porque para el pueblo hondureño Mel es el presidente, siempre lo ha sido.
Ahora, esta actitud fascista es clara cuando vemos de dónde viene, como tú indicas: no es casual la presencia de los grupos terroristas de Miami, que estuvieron llegando a Honduras antes del Golpe, incluso. ¿Qué hacen en Honduras? Sabemos lo que son capaces de hacer, no lo olvidemos, son terroristas. Por otra parte, ¿quién es el principal jefe de los golpistas?: Roberto Micheletti, un escuadronero de la muerte, de los de Billie Joya. Y el pueblo hondureño sabe muy bien quién es Billie Joya: responsable del secuestro y asesinato de muchos jóvenes en Honduras. Sabemos que tienen todas las técnicas y toda la preparación para matar e infundir el terror.
- ¿No teme que por el paso del tiempo se debiliten las fuerzas de la resistencia?
Nosotros mismos hemos sido sorprendidos por la fuerza y la capacidad del pueblo hondureño. Hoy se cumplen 67 días de andar por las calles de diversas maneras: tomas de carreteras, manifestaciones en las calles, se han tomado puentes, los puertos principales, e incluso los grafitis como manera de comunicación popular. Todas esas situaciones nos hacen pensar que hemos dado un paso importante: hemos pasado de ser un movimiento que entendió lo duro del Golpe y que tiene consignas en cuanto a la necesidad de que regrese el presidente Zelaya, a una etapa mayor de entender que hay demandas históricas que van más allá de la restitución del Presidente.
Entonces, creo que lo que puede haber es una diversificación de la lucha, de los métodos de resistencia, de enfrentar la dictadura y de luchar por la demanda histórica: se trata de enfrentar la reacción de los oligarcas ante un proyecto de emancipación de nuestro país. Creo que tal vez la gente ahora está pensando en que no podemos estar solo marchando. Eso es una realidad, el pueblo cree que debe pasar a una etapa de mayor radicalización porque la reacción de la ultraderecha ha sido agresiva, violenta, descarada.
- ¿Cuál ha sido la posición de los medios de comunicación en este conflicto?
Cuando entra Mel Zelaya —y ya dijimos que había entonces una clara decisión de la oligarquía de dar el Golpe—, empieza una campaña mediática, llena de mentiras, contra el Presidente. Comenzó una campaña de desprestigio y él no tenía espacio en esos medios. Mientras el embajador de EE.UU. —claramente descarado en su posición contra el presidente Zelaya— tenía hora y media en HRN, Mel no tenía ni 30 segundos, él tenía que pagar espacios.
Por eso se vio en la necesidad de instalar el Canal 8, que era un canal del gobierno, un espacio público de lucha realmente alternativo, popular. El papel del poder mediático era satanizar los procesos emancipatorios del continente, del presidente Zelaya y del proceso bolivariano, contra Chávez, y recogió toda la mentira mediática de la ultraderecha internacional. Es increíble ver hoy el Canal 8, en manos de los golpistas, pasando spots hechos por la mafia contrarrevolucionaria de Miami, ¡incluso con sus acentos y todo!, llamando a la policía y al ejército a matar al pueblo hondureño, cultivando la violencia, la impunidad, el fascismo total, el racismo.
En esta dictadura ha crecido el racismo, el ensañamiento contra los jóvenes, contra los indígenas, contra las mujeres, las comunidades rurales… es como el fundamentalismo instaurado del Opus Dei, apoyado por las iglesias evangélicas. Todo esto es apoyado por los principales medios: La Prensa, El Heraldo, La Tribuna, los canales 10, 12… han tenido un papel nefasto. Es terrorismo mediático.
- Ante esa realidad, ¿qué papel han desempeñado los medios alternativos de comunicación? ¿Cuál ha sido la reacción de los golpistas ante estos medios?
Los medios alternativos han resurgido y se han fortalecido. Pero la reacción de la oligarquía golpista ha sido tal como lo imaginábamos: de represión. Por ejemplo, en COPINH tenemos tres radios comunitarias que fueron agredidas por el ejército, pero con la capacidad del pueblo la hemos puesto otra vez en función. En otros lugares como en Tegucigalpa, están surgiendo nuevas radios clandestinas, alternativas, que mantienen a la población informada de cada suceso, de cada avance o retroceso real en la lucha.
Además, la presencia de los medios internacionales ha sido fundamental para nosotros, sobre todo los que coordinan los movimientos sociales del continente. Sabemos que muchos de esos espacios han seguido nuestra lucha desde una postura digna, coherente.
- ¿Qué opiniones se escuchan entre el pueblo hondureño en relación con la actitud de la comunidad internacional ante el Golpe, especialmente la de los pueblos y gobiernos latinoamericanos de izquierda?
Si la comunidad internacional tomara mayores medidas contra los golpistas, sería su debilitamiento más inmediato, porque en Honduras hay una crisis y el pueblo la está sintiendo. Por otro lado, no obstante, el pueblo hondureño ve la acción de los gobiernos latinoamericanos con especial satisfacción. Es difícil para mí expresar lo que sé que el pueblo siente cuando ve las acciones concretas de pueblos y gobiernos progresistas de este continente. Se les agradece sobre todo a los médicos cubanos la decisión de continuar cuidando de nuestro pueblo. Fíjate que hasta los pueblos indígenas están cuidando esas embajadas, sobre todo la de Venezuela, por la reacción especial que despiertan las acciones del presidente Chávez entre los golpistas. El pueblo sabe que la solidaridad es una estrategia en estos momentos vital. Aunque las instancias oficiales nos invisibilicen, como lo han hecho siempre, el pueblo latinoamericano y caribeño no nos olvida, eso lo sabemos bien.
- ¿Cómo percibe el pueblo hondureño su lucha tras casi tres meses de conflicto, sabiendo —como usted misma advertía— que la maquinaria golpista no está cediendo?
Primero, hemos asumido que esta lucha va más allá de la restitución de Mel. Segundo, que con o sin la restitución de Mel, el pueblo hondureño está llamado a fortalecerse y a trabajar por la Asamblea Nacional Constituyente. Si llegaran a cometer magnicidio estos tipos, la lucha del pueblo se va a profundizar y van a profundizarse también las contradicciones, porque el pueblo entendió que es una lucha entre pobres y ricos, no por liderazgos políticos. Estamos planteando un proyecto histórico, porque los golpistas han sido precisamente los principales saqueadores del país. Pero los más preocupados deberían ser esos oligarcas, porque jamás imaginaron que el pueblo hondureño iba a tener esa reacción espontánea, masiva, enérgica, de lucha. Hicieron mal las cuentas, sus asesores de la ultraderecha internacional se equivocaron con el pueblo de Honduras.

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