Defensores en Linea | Una producción de COFADEH
Esta noche somos el eco de una sociedad que a pesar de todas las agresiones y traiciones en su contra está viva y dispuesta a trabajar sin tregua para sacarnos adelante.
En junio próximo esa sociedad resistente conmemora 12 años de golpismo, que equivalen a rupturas institucionales, sociales y políticas profundas, que tocan los huesos y el alma de la Nación entera.
Nunca antes en la historia un pueblo había sido herido de muerte con tantos agravios juntos: torturas, asesinatos, encarcelamientos, humillaciones, saqueos, expulsiones…Una larga lista en la línea del tiempo que nos divide en la Honduras de allá y en la Honduras de aquí.
Todo eso señala en el calendario a una estructura criminal organizada que tomó posesión de los poderes del Estado, los medios de desinformación, las iglesias vendidas y las fuerzas militares narcotraficantes. Y que se unieron contra la gente, como carroñeras sedientas.
En dos ocasiones, en 2013 y 2017, este mismo pueblo frente a esas mismas alimañas intentó retomar el rumbo por la vía electoral tradicional, pero el crimen organizado lo impidió. Trampeó los resultados y mató la esperanza a balazos.
El partido liberal y nacional, que juntos son lo mismo, se aliaron con los carteles asesinos de México y Colombia, construidos por Estados Unidos, para destruir según ellos las entrañas del pueblo de Morazán.
Hoy ese mismo pueblo, un poco más enfermo y un poco más empobrecido, está de frente otra vez a la tercera prueba electoral general, oscura y pervertida, manipulada por la misma pandilla corrupta y asesina que encierra, destierra y entierra.
A seis meses de esa nueva mascarada de esas alimañas conocidas surgen desde abajo y desde adentro de las identidades del pueblo hondureño unas voces sensatas que piden ser escuchadas.
Una de esas voces es, en realidad, un concierto de voces surgidas desde la Convergencia Contra el Continuismo, que saltó a la calle después del segundo fraude avalado por Europa, Estados Unidos y Canadá, en 2018.
Al unísono, estas voces parten el viento en tono firme exigiendo la salida inmediata de Juan Orlando Hernández. Y esa demanda es ante el mundo, y esa demanda no es innegociable.
La Convergencia, que reúne masa crítica, estructuras sociales sólidas y creíbles, está invitando a todas las instancias políticas que dirigen Salvador, Xiomara, Luis y otros protagonistas no narcos, a una alianza de acción nacional y a una unidad de urgencias bajo el comprendido que no hay tiempo para perder en el desgaste.
Las cartas están tiradas sobre la mesa, señalan la salida del narco dictador y también de sus secuaces. Y en este planteamiento no hay confrontación al proceso electoral porque, hay que repetirlo otra vez, la sociedad se afana todavía en buscar vías democráticas y aún pacíficas a la crisis devastadora que muerde a la población.
Pero con la presencia agazapada de los capos socios del chapo Guzmán detrás del Partido Nacional y Liberal no hay nuevas oportunidades en las elecciones venideras, nos llevarían a un nuevo fraude que daría continuidad al crimen organizado y a su dictadura mortal.
Entonces, propone la Convergencia, que la salida inmediata de Juan Orlando Hernández y sus secuaces crearía las condiciones mínimas de confianza para establecer las nuevas reglas que finalmente permitan la expresión de la voluntad de la población.
En coherencia con planteamientos previos lanzados por Radio Progreso y el Cofadeh, entre otros sectores, la Convergencia abre la gran sala a todos los sectores políticos y sociales de oposición, para construir esa alianza devastadora de la dictadura, la alianza que movilice un consenso ciudadano jamás visto en nuestra historia y que aplaste a ese modelo de muerte que ni merecemos ni buscamos ni queremos.
Todas aquí estamos claros, dicho así para las mujeres y los hombres que nos siguen en estas voces contra el olvido, todas aquí estamos claros que nuestras heridas son profundas y nuestros males sangran, y por eso la alianza que se propone debe ser apenas el comienzo de algo grande que devuelva el orgullo de ser hondureños y hondureñas.
No estamos hablando entonces de una alianza para tener diputaciones y chambas de gobierno, estamos hablando – que se escuche – una alianza para recuperar nuestra casa, para limpiar el nombre de una Nación embarrada de mierda por una recua de sabandijas que se han creído gobierno, y que se han burlado aún de sus amos del Norte.
En consecuencia, las únicas condiciones para esta alianza coyuntural y estratégica es que los convocados no hayan estado comprometidos con el narcotráfico, las violaciones a los derechos humanos y el robo de los recursos públicos.
La Convergencia contra el Continuismo nos llama a comprometernos en una construcción aliada que rompa además con la dictadura neoliberal criminal y recupere la soberanía.
En los próximos días veremos a un liderazgo social y político reuniéndose y pactando con el conocimiento pleno del pueblo, este pueblo maravilloso que gime en medio de la pandemia desbocada, pero que está dispuesto a trabajar por la igualdad y la justicia, por la recuperación de los bienes de la Madre Tierra, sin cohabitar con la corrupción, la impunidad ni las violencias.
Este es el espíritu del último planteamiento público de las organizaciones contra el continuismo de los narcos asesinos y corruptos. Este es el llamado de alianza popular que suscribimos en este programa y del cual les ampliaremos la próxima semana.
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