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Se trata de una muestra de historias de mujeres de todo el mundo
El título Constructoras de futuro, hacia una cultura no violenta habla por sí mismo. Se trata de mujeres –algunas muy conocidas y la mayoría no tanto– que trabajan en su vida cotidiana y desde el activismo, por construir un futuro que ponga la vida en el centro, la vida de las personas, pero también del medio que habitamos y con el que conformamos un todo indisoluble, al que transformamos y que nos influye en una incesante y moébica interacción.
Mujeres que empujan en la dirección de la vida, desde la rebelión frente a lo establecido –como denuncia de un sistema cuya esencia es la violencia porque se apoya en el poder de unos seres humanos sobre otros, en la negación de la humanidad de la mayoría de la población y eliminando la vida en todas sus formas–, mientras van construyendo junto a otras las bases del futuro no violento al que aspiramos todas y todos.
Muchas se reconocen feministas, otras no hablan desde esa mirada, pero todas desarrollan lo femenino, los cuidados, ocupándose de sí mismas y de quienes tienen cerca, empujando a otras, tejiendo redes.
Mujeres que no quieren renunciar a sus derechos, que reivindican sus causas, su cuerpo y sus relaciones del mismo modo que sus creencias o su espiritualidad, que se quieren completas y libres.
En este proyecto también hemos ido construyendo futuro…
Iremos compartiendo las entrevistas en formato video a lo largo de las próximas semanas. Serán publicadas en diferentes idiomas en la medida en que nuestro trabajo voluntario nos lo permita. Nos hubiera gustado un mayor equilibrio, con más presencia de mujeres africanas o asiáticas, por ejemplo, pero no ha sido posible todavía. Seguiremos en el intento.
Este proyecto ha sido desarrollado por mujeres (entrevistadas, entrevistadoras, intérpretes, dibujantes, productoras, realizadoras) que han contado con el apoyo fantástico de hombres que también se pusieron al servicio de la iniciativa. Comenzamos con la idea de entrevistar a una mujer por continente para publicar el mismo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, pero a medida en que la idea era compartida fue creciendo como un árbol en primavera, como un juego en que compañeras y amigas iban entusiasmándose y sumando a otras; un ejercicio que nos fue obligando a cambiar roles, preguntando y siendo preguntadas, aprendiendo y enseñando, tendiendo puentes y creando nuevas redes que nos están permitiendo crecer en inteligencia colectiva.
Sabemos que podríamos estar mostrando cada día, durante muchos años y no terminaríamos, a mujeres y más mujeres que construyen futuro desde la no violencia. Pero de comienzo, compartiremos la historia de unas cuantas.
En esta práctica estamos ampliando nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestra mirada, construyendo relaciones, apoyándonos, aprendiendo unas de otras, inspirándonos mutuamente… En definitiva, el mismo proyecto está permitiendo construir ese futuro no violento al que aspiramos.
Nos sentimos muy agradecidas, por tanto, mientras seguimos soplando a favor de la vida.
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