viernes, 8 de septiembre de 2017

Madres de migrantes desaparecidos a punto de reencontrarse con sus hijos



La risa y el llanto aparecen de inmediato y al mismo tiempo en sus rostros al consultarles cómo se sienten. La alegría que invade a las cuatro madres es indescriptible. A pesar de los años y las circunstancias, ellas nunca perdieron la esperanza de volver abrazarlos sin reprocharles nada, únicamente fundirse en un abrazo de amor y ternura. 
Pilar Escobar, Justina Hernández, Regina Márquez y Clementina Murcia, son las cuatro madres que ya confirmaron su participación en la Caravana de Búsqueda, que se realiza todos los años por el territorio mexicano. Este año 2017 tendrán la oportunidad de reencontrarse con sus hijos, esos que un día decidieron tomar la ruta hacía los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. 

En la ruta hacia los Estados Unidos las personas migrantes son víctimas de muchos delitos: asesinatos, desapariciones, abusos sexuales, trata, secuestro, robos, extorsiones, discriminación, abusos de autoridad, uso excesivo de la fuerza en su contra, sin que se les dé la debida protección de parte de las autoridades de los países de tránsito y origen. 

Activistas de derechos humanos aseguran que, en la última década, al menos 70 mil migrantes han desaparecido en su tránsito por México. 

Esta realidad afecta directamente a los familiares que no encuentran la forma de obtener información sobre la situación de su familiar, debido a la poca o nula atención que desde las autoridades consulares reciben los migrantes que se encuentran privados de libertad en diferentes cárceles y centros de detención en México y Estados Unidos.

El dolor de estas madres ha representado un motor para emprender tareas que, sin contar más que con sus uñas para arañar algo de dinero, lograron sostener su trabajo, hacer oír su voz ante autoridades y medios de comunicación, organizar caravanas para dirigirse a México a olfatear las huellas de sus hijos e hijas desaparecidos.

“Posiblemente sean 6 las madres que se reencuentren con sus hijos este año”, afirmó Marcia Martínez del Comité de Familiares Migrantes y Desaparecidos de El Progreso, Cofamipro, durante la realización de un foro testimonial en el parque Las Mercedes de El Progreso, Yoro, en el marco del Día Internacional de las Desapariciones Forzadas y la Semana del Migrante. “Este es un año histórico para Cofamipro”, resaltó Marcia asegurando que es la oportunidad para seguir creando alianzas que les permita encontrar más migrantes desaparecidos, y sobre todo para seguir demando a los gobiernos la creación de políticas públicas que garanticen la vida de los migrantes.

En el foro testimonial participaron las madres que en noviembre próximo se reencontrarán con sus hijos en la caravana de búsqueda, que cada año se realiza por el territorio mexicano, en coordinación con otras organizaciones que trabajan el tema migratorio. 

Doña Clementina Murcia ha pasado 30 años sufriendo la desaparición de sus dos hijos: Jorge y Mauro, que se fueron a Estados Unidos huyendo del hambre. Un 23 de noviembre de 1987, su hijo Jorge con apenas 17 años, desesperado por lograr un empleo y contar con condiciones para superarse tomó la decisión de huir a Estado Unidos en busca del denominado sueño americano.

Luego de no saber nada de Jorge, Doña Clementina aconsejaba a sus otros tres hijos, dos mujeres y un varón, a no ilusionarse buscando oportunidades fuera del país ya que tenían en casa un testimonio de dolor por la ausencia. Pero ella jamás imaginó que recibiría un nuevo golpe, un más duro porque revivían dolores del pasado y los juntaba con la partida de su pequeño hijo Mauro, quien también se vio obligado a migrar y desapareció en su camino el 2012.

Sin embargo, fruto del trabajo que ha realizado en Cofamipro y de una entrevista que le realizó Radio Progreso, la esposa de Mauro en México pudo identificar que su madre lo buscaba desesperadamente. Inmediatamente se pudieron contactar, y según lo ha expresado Doña Clementina, se reunirá con su hijo Mauro en la próxima caravana de madres. 

Pilar Escobar quien se reunirá con su hija Olga, desaparecida hace casi 8 años, asegura que la felicidad no cabe en su pecho, y que seguirá trabajando por las madres en el Comité hasta que la vida se lo permita. “No hay día de Dios que no llegue una madre llorando aquí a la oficina, yo quisiera que los jóvenes no se fueran, pero aquí no hay ni trabajo ni seguridad, hasta por hambre matan. A mí me duele”, cuenta doña Dilma.

Cofamipro, tiene su sede en la ciudad de El Progreso, Yoro, zona norte de Honduras. En una pequeña oficina atienden diariamente a familiares que llegan desesperanzados en busca de información de sus parientes que emigraron a Estados Unidos. Allí, además de recoger sus testimonios las mujeres del Comité son fuerza, esperanza y aliento para muchas madres que nunca pierden la fe de encontrar a sus hijos.

Cofamipro exige al Estado de Honduras que haga mayor incidencia ante los Estados Unidos y México para garantizar la vida de las personas migrante. Tomando en cuenta que muchas desapariciones forzadas de migrantes suceden en centros penitenciarios o de detención en territorio mexicano. En casos aún más trágicos las desapariciones están relacionadas con secuestros y masacres. 

Cofamipro ha sido una de las organizaciones que, desde sus pobrezas, precariedades y en base a la mística que brota del dolor de las víctimas, posiciona el tema migratorio en las agendas políticas del gobierno y de los diversos sectores de la sociedad civil. 

Radio Progreso: Compañera de las madres de migrantes desaparecidos

Al consultar a las madres, cómo llegaron a Cofamipro, la mayoría expresan que en Radio Progreso escucharon que existía un comité que ayudaba a encontrar migrantes desaparecidos. “Yo estaba cocinando, cuando escuché por la radio que me podían ayudar, se me olvidó la comida y me vine corriendo”, recuerda con risas Doña Clementina Murcia originaria de Río Lindo, Cortés. 

Regina Márquez originaria de Macuelizo, Santa Bárbara, quien también se reencontrará con su hijo Findo, en la próxima caravana, dice que en Radio Progreso escuchó hablar de Cofamipro, pero que era difícil llamar al programa porque no lograba copiar los números de teléfono que los locutores dan al aire. Sin embargo, la callejera Radio Progreso, un día llegó a su aldea y por fin pudo contactarse con el Comité. 

Radio Progreso, una obra de la Compañía de Jesús en Centroamérica, permanece al servicio de los sectores más vulnerables de la sociedad. El tema migratorio es un eje transversal de su trabajo que realiza junto a la Red de Jesuita con Migrantes. 

Deportaciones de migrantes 

Datos del Centro de Atención al Migrante Retornado, CAMR, y de la Pastoral de Movilidad Humana, dan cuenta que a la fecha se contabilizan doce mil quinientas personas hondureñas deportadas vía área de México y Estados Unidos. 

Solo a la pista del aeropuerto Ramón Villeda Morales de la zona norte del país, sigue llegando un promedio de cuatro vuelos con migrantes retornados a la semana. Geraldina Garay del CAMR, dice que en relación a otros años el número de deportaciones se mantiene. “Lo que nos preocupa son las condiciones de salud en que regresan las personas”, dice Garay, asegurando que el gobierno debe poner más atención a esta situación.

A la parte de las deportaciones, está el flujo migratorio, esas miles de personas que se ven obligadas a migrar en busca de mejores condiciones, derechos que se les niega en sus países de origen. 

En esa ruta migratoria se enfrentan a muchos peligros, riesgos que los apartan de sus caminos, y que provocan desaparecimiento, esas ausencias que son acompañadas por madres que se niegan a olvidar, que a través de sus oraciones piden protección para sus hijos e hijas.

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