lunes, 11 de septiembre de 2017

Y se hizo la Matria



Homenaje a las mujeres indígenas que reconstruyen la Matria

En el solsticio del último año lunar, cuando las diosas fertilizan y se fecundan con la energía. Justo cuando las cargas verdes del jade se filtran como un sueño entre las almohadas de nubes y el cuerpo desnudo se abre a la muerte para dar la vida, las Diosas parieron criaturas que llamaron humanos, y les dieron la tierra. Van a tener nuestro último suspiro – pensaron – y predominará la armonía. Pero al tercer día, justo cuando se alinean los astros y el arado estelar tría el polvo sideral las criaturas notaron que a algunos algo les brotaba entre las piernas al tiempo que algo moría en su corazón. En el principio se asustaron, pero después, cuando el ciclo se cerró, se autonombraron varones y cuando les brotaron los testículos se llamaron hombres y cuando descubrieron la fuerza se volvieron machos y cuando la fuerza les otorgó poder nombraron a la tierra patria, que viene de patriarcas, que los volvió patriarcales en feudos donde se gobierna con patriarcado y se impusieron ante las otras a las que llamaron mujeres y sometieron a su voluntad.

Y las Diosas vieron que el futuro estaba comprometido. Que los testículos distraían a los hombres de su condición humana, y que la proyección de sus planes era tan larga como longitud tuvieran en el miembro. Que era menester sacudir la tierra y replantear la vida. entonces les enseñaron a procrear. A concebir, a fertilizar sus cuerpos para hacer de la energía materia y de la materia esperanza. Pero el miembro erecto de los hombres inspiró las armas y golpeó duro y sembró el dolor que entendieron como placer, y la envidia que después llamaron competencia, y la corrupción que entendieron como éxito y la manipulación que orgullosamente llamaron democracia y se hicieron gobiernos, y se repartieron el feudo y se nombraron presidentes. Y ahora gobiernan la patria con testículos pues lo que tenían en lóbulo lunar del cerebro izquierdo secó. 

Y las Diosas vieron que era un asunto de presente pues al futuro se va si hay un ahora. Entonces decidieron jugar su última carta. Reencarnaron. Se vinieron en aquellos cuerpos humanos llamados mujeres y hablaron desde ellas, por ellas por la vida. Y reclamaron la Matria en vez de la patria. Denunciaron la democracia, cuestionaron el poder, proclamaron la igualdad y el equilibrio con la naturaleza y los bienes comunes que con esta nos fueron entregados. Entonces los testículos, perdón las criaturas llamadas hombres, alertaron sus antenas y crearon la inteligencia militar (que no es más que inteligencia testicular) y las identificaron por nombres… Bertas algunas, Lolita, Juana, María, Margarita, Telma, Chirley, Marly… Y les hicieron fichas, y las acusaron de herejes por hablar con los ríos, los bosques, el aire y la luna… y las van matando, una a una. Porque son mujeres, porque son lideresas, porque no les crecieron testículos, pero si neuronas para pensar, para dar y defender la vida, para plantear el otro mundo posible… Una a una por que juntas son muchas, son todas, son la Matria, la amenaza al patriarcado, la mujer, la mujer indígena la que debe morir por que amenaza el poder…

Yo he visto en las noches de solsticio lunar muchas estrellas fugaces que cambian de lugar en el firmamento. Creo que son ellas, si ellas que se reencarnan de nuevo y vuelven a la esperanza, con la esperanza inquebrantable de que aún estamos a tiempo.

Chaco de la Pitoreta

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