martes, 19 de septiembre de 2017
Por sus actos serán recordados
Después de unas horas tras las rejas a muchos se les hubiera olvidado el compromiso, la responsabilidad por la educación y el proyecto amplio de país. Hubieran optado por la comodidad, por la falsa seguridad del Estado, por la gloria personal y por el dinero como motor de éxito en esta sociedad de consumo. Pero las y los jóvenes que defienden la educacion pública en Honduras están hechos de otra materia. Su hidalguía, su coraje, su voluntad no la quebranta ni la ambición de poder, el despotismo y la deshumanizada forma de vida de Julieta Castellanos, la señora rectora de la universidad que escribe el capítulo más triste de su vida y, seguramente, con el que cerrará.
Doña Julieta Castellanos perdió la dirección de la Universidad, pero no fue lo único. Aquel proyecto bonito con el que soñábamos muchos que ella concebiría cuando se asumió en el cargo después de una fuerte lucha por la justicia - en la que muchos caímos en su falsedad - creyéndola amante de la verdad y la vida, de la justicia y la paz. Doña Julieta Castellanos perdió la dignidad y se alineó con el poder a cambio de quién sabe qué. Perdió la oportunidad de un legado por la humanidad, de cambiar la historia de Honduras desde la academia, con la ciencia. Doña Julieta pasa a los anaqueles de la historia como la mayor perseguidora de la juventud, la que los criminaliza por pensar, la que se dejó seducir por el poder (el mismo poder que ella en su momento cuestionó)… pasa a la historia con más pena que gloria.
Sandra, Pablo, Yunior, Erick Geovany, Erick Josué. Con ellos y ellas Christian, Edy, Bryan, Santos, Andy, Marcio y Nahún. Y más atrás Cesario, Moisés y Sergio serán en adelante, junto a toda la juventud que sueña con una educación de calidad y con la posibilidad que, desde esta, se podría forjar para la familia hondureña una mejor vida, su mayor karma. Por que ellos, doña Julieta, pese a toda la criminalización que han vivido desde usted, pese a las mil puertas que sus ambiciones les cierran y pese a todos los policías y bartolinas que usted les mande para que los ladren y los enjaulen van a ser mujeres y hombres de bien, profesionales, luchadores comprometidos, ciudadanas y ciudadanos plenos con ética y dignidad, que jamás, pero jamás van a venderse al poder en detrimento de su pueblo. Y usted los verá, y conocerá su éxito y sufrirá por que tendrá que aceptar que su maldad no fue suficiente para frenar la esperanza.
A los policías que amparados en sus armas y sirviendo sin cuestionar, si ustedes policías Alberto, Martín, Alexis, Arnold, Edicson y Jorge. Ustedes que alegan que solo obedecen órdenes y hacen su trabajo para mantener el equilibrio social. Ustedes que son pagados por el pueblo, es decir por los padres de esos jóvenes a los que violentan. Ustedes que son del pueblo, o lo fueron por que también le vendieron su honor al poder y obedecen mandatos que están en contra de la humanidad y de nuestro Estado de derecho. A ustedes, policías que obedecen y mandan, que mantienen el Status Quo, a ustedes la historia jamás los olvidará y les cobrará cada uno de sus actos.
No puedo - sino - sentir honor y orgullo por la juventud actual. Por ustedes los y las estudiantes de la universidad. Ustedes le muestran al mundo que la juventud está viva y pensando. Que tienen aspiraciones y compromiso, que quieren a Honduras más, pero mucho más, que un montón de saqueadores que hoy se encuentran como funcionarios públicos. Ustedes escriben la otra historia de mi patria y siembran de esperanza el suelo que habitarán nuestros hijos e hijas.
Gracias por todo lo que hacen por Honduras
Chaco de la Pitoreta
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