jueves, 7 de septiembre de 2017

El cuerpo de las mujeres, el primer territorio a defender



El cuerpo de las mujeres, el primer territorio a defender

La lucha por la tierra y en defensa de los territorios es bastante amplia en América Latina. En nuestro país se ha arreciado debido a las políticas entreguistas que se impulsan desde el mismo Estado, poniendo en manos de empresarios nacionales y extranjeros; los bosques, ríos, montañas, playas y suelos, “El Territorio”.

En América existen un poco más de 58 millones de mujeres que viven en las zonas donde las industrias extractivas plantean instalarse. En aquellas comunidades que han sido afectadas por el extractivismo y las concesiones, las mujeres han jugado un rol clave en la organización de la defensa del territorio.

Defensa de las playas

Al norte del país, en el municipio de Tela, Atlántida se encuentra la comunidad garífuna Barra Vieja, que desde hace más de una década lucha contra el despojo del territorio que empresarios nacionales y extranjeros quieren acaparar para la construcción de grandes complejos hoteleros. Desde el año 2013, la comunidad sufrió varios desalojos ejecutados por la policía y el ejército hondureño.

Bajo la sombra de una palmera de coco, que con una fresca brisa marina recuerda la riqueza natural que posee nuestro país, está Alba Herrera, una lideresa en Barra Vieja que recuerda los dos desalojos que realizó la policía en la comunidad, asegura que las autoridades llegaron sin previo aviso y que buscaban desalojar a la comunidad para instalarse en la misma y después entregar las tierras a los empresarios.

En Honduras la lucha por defensa del territorio es compleja, pero ser mujer y luchar tiene otro agregado que la hace aún más difícil. Alba, dice que a pesar que los desalojos en Barra Vieja fueron hace más de dos años, el temor continúa.

“Cuando nuestros compañeros de hogar salen a pescar a nosotras nos da miedo, porque miramos que entran carros extraños y creemos que vienen a golpearnos y sacarnos de las casas. Allí somos nosotras las encargadas de vigilar y defender nuestra comunidad,” explica.

Alba Herrera, asegura que a pesar de la represión e intimidación no claudicarán en su lucha por defender a Barra Vieja. Dice que guardan la esperanza de tener un día liberada totalmente las tierras que ancestralmente les corresponden.

La lucha por la tierra

El abandono del Estado hacia el sector agrario en Honduras, especialmente hacia los pequeños y pequeñas agricultoras del país ha producido una profunda crisis en el campo. El acceso a los recursos y medios productivos es limitado y concentrado en pocas manos, produciendo hambre y desesperación en los campesinos y campesinas.

Varias comunidades campesinas del Bajo Aguán, en la costa atlántica de Honduras, luchan por obtener un pedazo de tierra donde vivir y cultivar, han experimentado una alarmante situación de violencia, represión y asesinatos, en particular tras el golpe de Estado de junio 2009.

En el país las diferencias de género son notables, existen pocos mecanismos para que las mujeres puedan tener acceso a la tierra. Pese al duro contexto, han jugado un papel clave al defender el territorio.

Para Medarda Rivas, luchadora por la tierra en el departamento de Colón, las mujeres han tenido un papel importante, pues han arriesgado incluso la vida por defender la tierra. 

Nuestras comunidades eran muy ricas en recursos, teníamos tierras fértiles, sin embargo el mal uso que hicieron los terratenientes las han dejado prácticamente inservibles, dice Rivas.

Agrega que “en las comunidades hay un abandono total del gobierno, comen solo los que medio trabajan, no tienen ningún tipo de ayuda”.

Defensa de las carreteras

El actual modelo privatizador que entrega los territorios en concesión a empresarios nacionales e internacionales también llegó a las carreteras del país. A través de la instalación de casetas de peaje en varias zonas de Honduras, el gobierno busca facilitar enormes ganancias a la clase empresarial.

Aquí también la lucha de la mujer está presente. Karina Flores, representante de la Mesa de Indignación de la ciudad de El Progreso, Yoro, dice que es una lucha donde ha existido mucha represión, desde las mujeres se toma esperanza para continuar defendiendo la libre circulación de la ciudadanía.

“Estamos organizadas para defender al pueblo hondureño. Como mujeres estamos ahí por nuestras familias, por el pan diario, por nuestra dignidad y por el futuro de nuestros hijos e hijas, es que nos mantenemos de pie”, dice la luchadora.

El cuerpo de las mujeres, el primer territorio a defender

En un momento donde en el país se  vive una realidad tan dura, donde se pretende entregar el territorio, donde muchas defensoras están siendo criminalizadas, es necesario comenzar por defender y descolonizar el cuerpo de las mujeres.

Carolina Sierra, del Foro de Mujeres por la vida dice que es necesario analizar por dónde llevar una lucha integral que a la par de la lucha territorial en defensa de los bienes naturales, también se busque defender la dignidad de las mujeres.

La presencia del actual modelo de extracción mantiene a cientos de mujeres y hombres defendiendo los bienes naturales y territorios, una lucha que en muchas ocasiones acaba con su vida, como ocurrió con Berta Cáceres, lideresa indígena de las comunidades Lencas.

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