La orden desalojo fue suspendida temporalmente, pero las 120 familias de la comunidad indígena “Lenca Tierras del Padre” del municipio de Santa Ana en Francisco Morazán, viven en zozobra permanente porque aseguran que de un momento a otro los podrían expulsar por la fuerza de más de 500 manzanas de tierra que ancestralmente les pertenece.
El miércoles fue uno de los peores días para las familias que habitan en la comunidad ubicada a 13 kilómetros al sur de la capital. Más de 500 policías antimotines y un juez ejecutor estaban listos para cumplir con el desalojo ordenado por la jueza nueve del Juzgado de Letras de lo Penal de Tegucigalpa.
Aunque la población indígena cuenta con título ancestral que data de 1739, la empresa Inmobiliaria Siglo XXI propiedad del empresario Mario Facussé, reclama como suyas las tierras.
En varios momentos del día, los policías, que cargaban escudos, toletes y bombas lacrimógenas, intentaron ingresar de manera violenta a las viviendas, pero, a pesar de los golpes, el muro humano impedía se ejecutará la acción.
El Desalojo de la comunidad indígena «Tierras del Padre» en Santa Ana, Francisco Morazán, fue detenido gracias a un Recurso de Amparo con suspensión del acto reclamado, presentado por la Red de Defensoras en Honduras.
La Secretaria de Derechos Humanos, Natalie Roque, se hizo presente al lugar y manifestó que, mediante una coordinación con el más alto nivel de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, van a determinar las acciones a seguir siempre respetando los derechos humanos de los pobladores de la zona.
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