Por Dick Emanuelsson
¡“Es maricón, es homosexual”! fueron las palabras del director de Radio Globo, el señor David Romero, cuando abrió el programa “Interpretando la Noticia”, ayer miércoles.
No es la primera vez que lo escuchamos diciendo esa frase ofensiva contra el diez por ciento de la población hondureña. Pero es una buena oportunidad para debatir e intercambiar opiniones sobre la ética profesional de un periodista al expresar tal concepto en el que subyace la más cruda homofobia.
No existe justificativo para semejante (des) valoración respecto a la vida íntima de las personas, pero no me sorprendería si, por ejemplo, esa frase hubiera salido del programa que conduce Fredy Guzmán, “Hablemos de Noche”, en el canal 90, ya que el carácter de su programa es diferente. En este caso todos pudimos advertir cual fue la intención y el motivo de Romero para lanzar esa adjetivación, hoy por la tarde directamente a las pantallas de televisión y las frecuencias de radio.
Si hubiera sido en Suecia, Romero habría ido a la Caja de Cesantía al otro día, convirtiéndose en candidato directo para comenzar su primer día como desempleado. La gerencia de un medio de comunicación sueco jamás aceptaría esa expresión, mucho menos acompañada por una literal amenaza física contra un periodista hondureño que evidentemente no goza de la simpatía del director de Radio Globo.
No solamente habría sido despedido por expresarse discriminatoriamente y con prejuicio contra una parte de la humanidad, habría sido también expulsado de la Federación Sindical de los Periodistas suecos, federación que organiza prácticamente a todos los colegas, fotógrafos y personal afectado a esa tarea comunicativa. Por supuesto, estando afuera de la federación, pues sería imposible ejercer la profesión en el país nórdico.
Por ejemplo, para participar de una rueda de prensa en la casa de gobierno o en el parlamente sueco, es indispensable mostrar el carné de la Federación. El personal de seguridad no permite que ingrese nadie que no posea el credencial del sindicato. Pero más allá de esto, lo más duro hubiera sido la condena de la sociedad, mucho más terminante que el despido o expulsión.
Es más, uno de los órganos internos de la federación sindical sueca es “Yrkesetiska Nämnden”, órgano ético de la profesión periodística”. Ellos discuten denuncias y proponen a la dirección nacional de la Federación lo referente a asuntos éticos. Y tirar una acusación en un medio radial, televisivo o de prensa escrita, como hoy escuchamos en Radio Globo, sería sumamente condenado.
¿Cual es el entonces el rol que deben cumplir los periodistas en la comunicación social? ¿Cual es la influencia nuestra ante una generación que está creciendo en un mundo lleno de valores, positivos pero muchos más, negativos? ¿No sabe David Romero que su declaración hiere a millones de seres humanos?
Quizás el Director de Radio Globo tenga colegas en su cercanía que son homosexuales, no tendría que ser tomado como raro ni mucho menos descalificativo. Supongamos que uno de sus colegas del programa tuviera esa inclinación sexual, ¿sería condenable? ¿Y si lo fuera el dueño de Radio y TV-Globo, Alejandro Villatoro? ¿Cómo se sentirían escuchando esa frase casi diariamente, con el fin de menospreciarlos como si por serlo dejaran de ser personas honorables? Y es curioso, por que los demás reporteros en Globo o el mismo colega Rony Martínez, que comparte entre 5-8 de la mañana el noticiero con Romero, es un ejemplo de cómo debe portarse un periodista ante el micrófono. Nunca he escuchado una sola grosería saliendo de su boca.
En países de Europa, incluida Suecia, los grupos nazis y xenófobos han asesinado a muchas personas, entre éstas, a homosexuales, cayendo bajo esa repudiable acción también varios latinoamericanos. Según los fascistas los homosexuales “no son seres humanos” y los convierten en blancos legítimos para maltratar, torturar o hasta matar. ¿Quién los enseñanó?
Es por eso que en Suecia existe una legislación e incluso un Ombudsman que vigila que la legislación sea una protección para los grupos que son atacados por personas y movimientos retrógrados. Esos que no toleran que no todos sean “tan machos” como el prototipo que esta sociedad expone como modelo ante hombres y mujeres.
El Instituto de la Vida Laboral (Arbetslivsinstitutet), en Suecia hizo en el 2004, una investigación sobre los prejuicios de los mismos periodistas hacia los homosexuales, que por supuesto también existe, pero se la controla. Una leve mayoría de gente de prensa homosexual considera que muchos, en ese año, tenían prejuicios contra las personas homo y bisexuales. El 25 % de ellos afirmó haber sido víctimas de una silenciosa represión.
Lo interesante y un poco sorprendente fue que entre los afiliados a las federaciones sindicales de la industria, es decir obreros metalúrgicos, de la construcción, de las minas, etcétera, tenían menos prejuicios que el que tenían miembros de sindicatos de académicos. En Suecia el grado de afiliación es 80-85 por ciento de la población activa.
Noventa por ciento de los 40 periodistas homosexuales que habían participado en la investigación, respondieron que ellos habían declarado abiertamente ante sus colegas que eran homosexuales.
El Sindicato de los Periodistas suecos demandó hace un año a una empresa, según la Ley Contra Discriminación por Orientación Sexual. Fue respecto a una periodista reemplazante, es decir, no tenía ni siquiera un puesto fijo en el medio de comunicación, la que se comunicó con el sindicato porque se sentía pisoteada en sus derechos. Antes de haber sido aceptada en la empresa, el jefe de Recursos Humanos consultó con los empleados sobre si estaban de acuerdo que la empresa empleara una periodista con tal orientación sexual. Cuando la periodista lo supo, fue al sindicato. Ahí asumieron el caso en defensa de su afiliada con la contundencia correspondiente.
La empresa y el sindicato hicieron un arreglo amistoso mediante el cual la empresa debió pagar 70 mil coronas, equivalentes a unos 10.500 dólares.
– Ella fue ”marcada” antes de haber tenido la posibilidad de encontrarse con sus nuevos compañeros de trabajo y definirse ella misma, comentó Ragnar Forsén, funcionario en la Federación de los Periodistas suecos.
La empresa por su lado estaba sacudida por que se consideraba que era una empresa sin prejuicios y prefirió pagar la indemnización ante de ser sentenciada como una empresa homofobia.
La Ley Contra la Discriminación fue una realidad 2003. Tiene como meta combatir la discriminación étnica, religiosa, de orientación sexual o de discapacidad funcional.
Lo descrito arriba es sólo un fragmento de un par de casos. No sé si el Colegio de Periodistas de Honduras tiene algo parecido en sus estatutos. O si la legislación hondureña sanciona expresiones de ofensas públicamente. De no contar con esa herramienta lógica, deberían ir replanteándose su necesidad en carácter de urgencia.
A los periodistas nos corresponde ser ejemplos de conducta moral, no podemos omitir que lo que expresamos en los distintos medios, es publicado para llegar a miles y hasta a millones de personas.
Según David Romero, Radio Globo lidera el llamado Rating en Honduras, por ello debería ser más cuidadoso y emplear una ética lógica, no agresiva ni discriminatoria.
No son pocas las personas del grupo LGTB que han sido asesinados en Honduras desde el golpe de estado el 28 de junio el 2009. Entre ellos Walter Trochez, dirigente de la Resistencia hondureña. Y lo sabe David Romero.
Me gustaría saber cual es el criterio de Romero respecto a los homosexuales. ¿Son de menor valor? ¿Los homosexuales en este país no son hondureños? ¿No tienen el mismo derecho como Romero de declarar su amor, silenciosa o públicamente a quien le da las ganas? ¿No tienen derecho de amar? ¡¿Cuál es su crimen?! ¿Y que ejemplo les da a los niños y jóvenes hondureños que están por definirse como personas?
Son preguntas que son fundamentales para los periodistas que deben entender, que lo que nosotros publicamos puede, en los peores casos, destruir la vida de una persona si es que no tenemos suficientes elementos para publicar o expresar una nota. Conjeturas o acusaciones sin fondo no sirven.
El público es cruel cuando se trata de sentenciar a un periodista que viola los principios de su profesión. Y un periodista que una vez se ha “quemado”, que ha sido tomado y desnudado en flagrancia, piensa dos veces antes cometer el mismo error.
Hay límites insoslayables que debemos cuidar, la gente de bien sabe acatar los códigos sea cual fuere el color de su piel, su religión, su condición sexual. Omitir estas pautas nos rebaja a la categoría de persona sin escrúpulos, amoral, repudiable.
La crítica es indispensable si es que queremos mejorar la calidad, no solamente en el periodismo sino en todos los frentes de la vida. Pero el periodista tiene una extraordinaria responsabilidad por que entra a los espacios más íntimos de la vida de millones de personas. Descuidar o conscientemente violar ese principio, puede pagarse muy caro.
Más, sobre el tema:
1) VIDEO / HONDURAS: El derecho de amar y ser amado
http://vimeo.com/11541741
2) VIDEO / HONDURAS: Por ser infectados de VIH son excluidos de la familia y la sociedad pero recibe en Casa Renacer un hogar
http://vimeo.com/11564549
Enace: LATINAMERIKA I DAG / LATINOAMÉRICA DE HOY
http://dickema24.blogspot.com/2011/08/es-maricon-es-homosexual.html
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