El CODEH fue fundado en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional, impuesta a la región centroamericana por parte del gobierno de los EEUU, vinculada a la estrategia del conflicto de la guerra de baja intensidad en la región, contra los movimientos revolucionarios levantados y la confrontación ideológica este- oeste, generando como consecuencia más de 184 desaparecidos permanentes, unos 200 lideres populares, religiosos y profesionales asesinados, más de 10, 000 detenciones arbitrarias, unos tres mil compatriotas exiliados y más de 2,000 víctimas de tortura.
El CODEH se levanta como un instrumento institucional para proteger y defender al pueblo hondureño de la represión sistemática y selectiva en contra del movimiento popular, en momentos del control militar y ascenso al poder de las FFAA por el General GUSTAVO ALVAREZ MARTÍNEZ, quien desarrolla toda una estructura y estrategia de terror estatal, al crear los escuadrones de la muerte como el 3-16, una unidad especializada constituida por agentes y oficiales especiales de las tres brigadas militares (101, 105 y 110 de Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choluteca) y los 16 batallones instalados en todo el territorio nacional, siendo su primer comandante el Ex General Luis Alonso Discua Elvir, Coronel Marco Tulio Ayala Vindel, Capitán Alexander Hernández, Capitán Billy Fernando Joya Améndola, Capitán Marco Tulio Regalado, Coronel ahora Segundo Flores Murillo, solo para mencionar algunos.
Durante los años 80 conocida como la década pérdida, el CODEH, fue fortalecido con la participación e incorporación a su seno de miembros destacados de la Iglesia católica, sobre todos sacerdotes comprometidos con la teología de la liberación, comprometidos con la paz y la justicia, Padres Celso Sánchez en Intibucá, Fausto Milla en Copan, Juan Donald, Gustavo Fernández, Tony Pedraza en Yoro, Padre Elías Ruiz, en la Ceiba, Florentino González en Choluteca y así en Comayagua, Márcala con los padres Lucio Núñez, Ovidio entre tantos sacerdotes y laicos luchadores por la verdad y la justicia.
Otro actor importante a lo ancho y largo del territorio nacional fueron los profesores y maestros afiliados al COLPROSUMAH autentico y al COPEMH, que en su mayoría fueron miembros de los CODEHS REGIONALES, que hasta agosto del año de 1990, habíamos organizado en total 47 COMITES, quienes a fuerza de sus ideas y acciones combatían la represión y se enfrentaban a los grupos de poder locales y regionales que promovían la represión en las zonas.
Región difícil fueron todas las zonas fronterizas, por la presencia de los contrarrevolucionarios nicaragüenses sobre todo en el Paraíso, Choluteca, La Mosquitia y Olancho, quienes tenían el control, aún sobre los mismos militares hondureños por el apoyo brindado por el ejercito estadounidense y la CIA.
En la zona occidental fronterizo con las repúblicas de Guatemala y el Salvador en los departamentos de Ocotepeque, lempira, Copan, Intibucá y la Paz, el contexto era de terror, militarización total, estados de sitios, toques de queda ilegales era lo cotidiano, no se movía nada sin el control sobre todo de las LLAMADAS FUERZAS TERRITORIALES, financiadas directamente por la embajada americana con miembros todos ex sargentos de las FFAA, devengaban mayores salarios, bien equipados y comida enlatada y vehículos de fácil movilización, las que estaban instaladas en BASES ESPECIALES, ubicadas en los LLANOS, MARCALA, CONCEPCIÓN, INTÍBUCA Y COPAN. Testigos de esta represión son el mismo Obispo Luis Alfonso Santos, de la Diócesis de Copan, a quien muchas veces humillaron con los registros y retenes cuando visitaba las parroquias como la de Camasca por ejemplo.
Recuerdo cuando salvamos la vida del profesor Luis Abrego de la Virtud, Lempira, detenido y torturado por ocho días consecutivos.
Es tanta la historia del CODEH y tantos los compatriotas campesinos, estudiantes, las mujeres valientes, insustituibles, entregadas con corazón y alma, como Esther Duran, en Olanchito, Vilma en Gracias, Lempira, Estela en San Pedro Sula, Reina Centeno en Tocoa, Narda Meléndez en Tegucigalpa, el respetado y recordado defensor ambiental Carlos Luna en Catacamas, un hombre de dignidad, coraje y fortaleza, cuantos ideales y acciones realizadas por una Honduras Justa y no digamos de Miguel Ángel Pavón, Jorge Sierra en San Pedro Sula, Profesor Roberto García, Carlos Leiva y Mario Guifarro en la Ceiba, cuantos peligros afrontados, los compañeros cooperativistas campesinos, Luis Germán Lagos, Marcial Euceda, los Abogados José María Palacios, Milton Jiménez Puerto, Enrique Flores Lanza, Héctor Hernández, Gilberto Ríos, como el Abogado y poeta OSCAR ANIBAL PUERTO POSAS, quien se desempeño por años como vice presidente, un baluarte de dignidad nacional, que hermosa dignidad, que ejemplo de entrega, honradez y cariño por el prójimo, ahora Director Ejecutivo del Instituto Hondureño de Desarrollo Rural IHDER, Don Gonzalo García en Juticalpa, el profesor Méndez, Porfirio Lobo Sosa.
Lamentablemente de todos estos valientes integrantes del CODEH, se perdió su fundador principal, RAMÓN CUSTODIO LÓPEZ, el Abogado Mauricio Villeda Bermúdez, también golpista, al ser ensorbecido por el poder en sus años de senectud, ahora golpista y defensor del status quo, sin importarle el sufrimiento, el dolor y luto de millares de compatriotas, de familias que claman por la verdad y la justicia, que demandamos el cese a la impunidad, la corrupción y la represión. La historia es el verdadero Juez sobre el pensar y actuar de los hombres en su caminar por la vida.
Es tanto lo que se puede decir, compartir, que como DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS, espero QUE a los 30 años en su XXX aniversario 2011, CODEH pueda hacer algo grande para honrar la memoria institucional y de tantos y tantas compatriotas que le dimos vida orgánica y respeto ante la comunidad nacional e internacional.
A su Presidente actual Licenciado Andrés Pavón, su Directorio Nacional, los CODEHS REGIONALES, MUNICIPALES, los Procuradores y Comunicadores populares y su personal técnico y equipos de voluntariado, FELICITACIONES Y FORTALEZAS en este aniversario para seguir empujando la carreta, cumpliendo al pie de la letra el mandato soberano del pueblo, como es la defensa permanente e inclaudicable de los Derechos Humanos.
"LUCHAMOS POR LA PAZ, DEFENDIENDO LOS DERECHOS HUMANOS Y LA JUSTICIA".
Leonel Casco Gutiérrez
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