martes, 25 de mayo de 2010

Médicos cubanos se ejercitan contra catástrofes en Haití

Mapa que indica la ubicación de los hospitales cubanos en Haití


Cuba Debate


Los médicos cubanos del departamento haitiano del Artibonite aplicarán desde hoy lo aprendido en un ejercicio de defensa civil con la intención de evitar pérdidas humanas y materiales ante catástrofes naturales.
La zona del Artibonite, cuyo nombre lleva en honor al río del mismo nombre, sufrió en 2004 y 2008 dos grandes inundaciones, que sorprendieron a miles de sus habitantes y dejaron cuantiosos daños materiales y numerosas víctimas.
En la ciudad de Gonaives, capital del referido departamento, el agua superó la altura de las viviendas y obligó a muchas personas a refugiarse en los techos de las edificaciones más elevadas para preservar la vida.
Galenos cubanos salieron ilesos en ambas ocasiones y después mantuvieron su servicio a los habitantes de la ciudad, aunque admiten que siempre hay cosas que aprender, lecciones para tener en cuenta.
Gonaives se encuentra en una extensa llanura, rodeada de montañas despobladas de árboles, de las cuales suelen bajar riadas gigantescas en cuestión de minutos, porque no encuentran obstáculos en su camino.

Durante décadas, los habitantes de la región talaron indiscriminadamente la floresta de la cordillera vecina, en la cual solo crecen ahora algunos arbustos espinosos, más bien típicos de los desiertos.
El agua y el lodo descienden a asombrosa velocidad y se adentran en la población e inundan las calles, sobre todo porque las altas paredes de cemento que dividen una vivienda de otra, le cierran muchas de sus salidas al mar, en una situación que puede durar horas y días.
Así ocurrió en 2004 y 2008, siempre en septiembre, pero ante la llegada de las lluvias y próxima ya la temporada de huracanes, lo más sabio es tomar precauciones con tiempo para evitar lamentaciones después, advirtió el doctor Carlos García, jefe de la Brigada Médica Cubana en Haití.
García, quien vivió con intensidad lo acontecido en 2008, fue uno de los ponentes principales de un taller teórico-práctico sobre el tema y recomendó acumular reservas de agua, alimentos, combustible y medicamentos para enfrentar cualquier fenómeno natural.
También se refirió a la importancia de las comunicaciones, de mantener aislados a los pacientes con enfermedades contagiosas y lo imprescindible de que el hospital de Raboteau, el más importante de la ciudad, continúe prestando servicio.
Médicos cubanos trabajan en Haití desde finales de 2008, poco después del paso del huracán George, pero la cifra aumentó considerablemente tras el terremoto del 12 de enero pasado, que dejó más de 220 mil muertos, 300 mil heridos y casi un millón y medio de damnificados.
Tras el sismo, los galenos de la isla montaron varios hospitales de campaña en Puerto Príncipe y ciudades aledañas, las más afectadas por el movimiento telúrico, y durante meses asistieron a miles de personas.

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