sábado, 24 de diciembre de 2016

El pueblo de Fidel…


Rebelión

Por Lilliam Oviedo

“Vamos a proceder a izar la bandera con la que el pueblo de Cuba proclama ante el mundo que Cuba es ya Territorio Libre de Analfabetismo”.

El 22 de diciembre de 1961, Fidel Castro era aplaudido por miles de personas en la Plaza de la Revolución.

“¿En qué situación queda el imperialismo, y los vendepatrias de América que lo sirven, si tienen que reconocer que nuestro pueblo, en medio de la agresión económica, el bloqueo imperialista, el hostigamiento incesante, las maniobras de aislamiento y los ataques armados, no solamente la Revolución ha permanecido incólume, no solamente la Revolución ha permanecido en pie y firme, sino que la Revolución va venciendo todos los obstáculos, la Revolución ha rechazado todos los ataques y la Revolución, además, se ha cubierto con la gloria de haber ganado esta batalla por la educación sin precedentes en la historia del mundo?”, proclamó.

Y para destacar que la victoria es del pueblo, agregó:

“Por eso les decía que al liquidar el analfabetismo, nuestro pueblo ha dejado al imperialismo sin argumentos, el imperialismo tiene que guardar silencio. ¡Qué pena para el imperialismo!, ¡qué vergüenza para el imperialismo!”.

Alrededor de un millón de personas habían sido alfabetizadas.

Cifras oficiales señalan que en la Campaña de Alfabetización participaron 271 mil educadores: 121 mil Alfabetizadores Populares, 100 mil brigadistas Conrado Benítez, 15 mil brigadistas obreros Patria o Muerte y 35 mil maestros voluntarios.

El pueblo dice “Hasta Siempre”

El pueblo que ha despedido con lágrimas al Comandante Fidel Castro, tiene, en promedio, 11.5 años de escolaridad (cifra certificada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD).

Los analistas que desde los medios controlados por el capital cuestionan la autenticidad y la naturaleza del liderazgo de Fidel Castro, exhiben un oprobioso compromiso con los sectores explotadores.

Las honras fúnebres que concluyen en Cuba no solo han sido enormemente concurridas, además han estado cargadas de manifestaciones espontáneas de dolor.

No hay plataforma política (partido o movimiento) con tan alta proporción de afiliados o de militancia formal en el seno de una población. La capacidad para convocar a un pueblo con tan elevado nivel de educación, emerge de un liderazgo con raíces.

Otras estimaciones del PNUD: la esperanza de escolaridad que puede alcanzar un individuo en Cuba es de 13.8 años, y la esperanza de vida al nacer supera los 79 años.

No hay que hablar de las vacunas contra el cáncer y del hecho que ha sido Cuba el primer país en eliminar la transmisión de madre a hijo del virus del VIH. Tampoco de la baja mortalidad infantil, que en Pinar del Río, por ejemplo es inferior a 3.4 por cada mil nacidos vivos, y en toda Cuba no supera el 4 por mil.

El pueblo está de luto, y en esta actitud ha traspasado lo protocolar. Despide a un líder que adquirió tal condición por jugar un papel protagónico en un proceso que ha generado conquistas.

Con los pobres de la tierra…

¿Quiénes pretenden invisibilizar los logros del pueblo cubano? Hay que responder con las palabras del propio Fidel Castro: el imperialismo y los vendepatrias de América que le sirven.

Con el rostro al descubierto o con disfraces, ellos actúan contra el avance político en Cuba y en el resto del mundo. Eso explica el asedio contra Venezuela y contra Bolivia, y los frecuentes intentos de cercar al gobierno de Ecuador.

Fidel y el pueblo de Cuba les han ganado otra batalla.

En el resto del mundo, mucha gente se ha sumado a las honras fúnebres. Las embajadas de Cuba en todo el mundo han recibido muestras de solidaridad con la Revolución y de admiración y aprecio por su líder.

Las grandes cadenas no pueden ocultar que los actos han sido multitudinarios, y realizan un infeliz intento por negar que este hecho desmiente una buena parte de sus rancios argumentos contra los procesos de cambio.

Intentan distorsionar la realidad, pero la fuerza de los hechos se impone: reconocido como símbolo de solidaridad a nivel global, Fidel se multiplica.

“Hablo en nombre de los niños que en el mundo no tienen un pedazo de pan. Hablo en nombre de los enfermos que no tienen medicinas, hablo en nombre de aquellos a los que se les ha negado el derecho a la vida y a la dignidad humana…”, dijo en su memorable discurso ante la ONU en 1979… Y con su voz se han alzado muchas voces… Porque mientras haya pobreza, exclusión y desigualdad, habrá lucha…

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