sábado, 10 de diciembre de 2016

El ABC de estos sesenta día (No al Peaje)



Por Héctor Flores *

Los amantes de la historia me harán el reclamo oficial de por qué ignoro los diez meses antes. A ustedes les digo que jamás los he ignorado, nunca se me han olvidado, pero de aquellos días estamos los que sabemos que estamos y nos gaseaban a los que casi somos inmunes al gas de la policía. Pero estos dos meses tienen mi atención por quienes siguen, por quienes se asumen y por los que se siguen sumando a la lucha, en este escenario oscuro, complejo y cambiante que nos plantean los peajes en esa carretera, ahora denominada, la carretera del pueblo. Visto en positivo estas son, para mi, las grandes ganancias de esta lucha por la dignidad y la soberanía iniciada en El Progreso.
A – Acabamos con un silencio mediático instalado en la sociedad sobre los peajes, su ilegalidad y el abuso que, desde ellos, promueve el gobierno y la empresa privada en el marco de ese monstruo que denominan Coalianza. Si algo podemos celebrar es que ahora los peajes se reconocen como lo que son: La extorsión al pueblo por el mismo gobierno que debe representarlo, la violación sistemática e injustificada del artículo constitucional que garantiza la libre circulación por el territorio nacional en contra de su pueblo. Y la fragilidad de una institucionalidad de Estado que es incapaz de moverse sino es en función de los intereses de los seudo empresarios oligarcas que ven al país como su propio feudo. El pueblo progreseño rompió la barrera de los medios tarifados, los indignos de la comunicación y en plena tradición, de boca en boca y de Facebook en Facebook, levantó la tranca contra la palabra y el mundo sabe que los peajes son, a todas luces la ventanilla donde le cobran al pobre lo que le exoneran a los ricos y poderosos.
B – Bajamos los intereses individuales para poner en el más alto nivel los intereses de la ciudad y levantamos la bandera de la dignidad ante los que nos piensan flojos y fáciles de comprar con cuencas de vidrio (hoy imágenes o bolsas miserables). El peaje se volvió un eslabón para la unidad del pueblo, para la definición de pueblo y para la lucha del pueblo. Ahí convergemos de todos los estratos y con todas las apariencias sociales. Lo que pintaba como seguro para los ambiciosos y mentirosos se volvió su revés, su condena, su señalamiento público. Gracias a esta priorización de intereses hoy nos resulta fácil ver en el pueblo a los que realmente están con el pueblo y sancionar, con la indiferencia, a los que no vieron al pueblo, a los que negaron al pueblo, a los que vendieron al pueblo. En El Progreso, Yoro y Honduras ahora se le pone rostro y nombre a los traidores de la patria, a los enemigos del pueblo, a los que se prestaron para usurpar la soberanía territorial y la dignidad ciudadana. A los que siguen su ambición y someten la nación.
C – Compartimos la libertad y amamos la libertad y ese amor lo hacemos manifiesto liberando las carreteras. Autopistas del Atlántico y COVIencontraron en los y las progreseñas un pueblo que sabe cantar libertad, que quiere vivir en libertad y que esta dispuesto a luchar por esa libertad y esa libertad es violentada con sus ilegales casetas de peaje. Y no es una libertad efímera como algunos quieren verla cuando hablan de desarrollo, es la manifestación pública de descontento ante los empresarios que se prestan con discursos bonitos para apuñalar al pueblo. Juan Orlando Hernández y Alexander López se han puesto en evidencia en su posición ante la libertad que el pueblo defiende. Ellos dos, sobre todo ellos dos que son funcionarios públicos ya no pueden alegar ignorancia, ya demostraron que no gobiernan para todos los y las hondureñas y progreseños en particular, lo hacen para sus intereses y para los intereses de los que realmente representan: los dueños del dinero y el poder dentro y fuera del territorio nacional.
D - Demostramos que la unidad es el camino. Que el éxito es posible cuando deponemos las diferencias y nos unimos a una sola causa. cuando hacemos con otros lo que solos no podríamos hacer. Cuando definimos, desde lógicas menos ideológicas, religiosas o político-partidista, cuales son las luchas que asumimos y donde están los puntos de encuentro para que en esas luchas prime el interés por el pueblo y no por el dinero. Demostramos que le apostamos al desarrollo pero no al de unos cuantos empresarios coaliados sino al de todos y todas.
E – Evidenciamos al mundo la ilegalidad y el hostigamiento que sufre el pueblo cuando va en defensa de sus derechos . La impunidad con la que actúan los órganos militares/policiales cuando reprimen al pueblo y la incapacidad del sistema de justicia nacional para garantizar seguridad jurídica al pueblo. Pero sobre todo pusimos en evidencia que no somos producto de la casualidad. Que el pueblo progreseño lucha desde siempre, que se defiende desde siempre y que en la historia nacional cuando se hable de libertad en las carreteras el nombre de la Ciudad – El Progreso – estará en esos anaqueles.
F – Finalmente quiero rendir tributo a todos esos hombres y mujeres que desde sus automóviles, en la carretera, desde sus motocicletas, en las bicicletas, desde su abundancia o sus limitantes han sido capaces de desprenderse en tiempos y recursos para sostener esta lucha de soberanía y dignidad. Que honor tan grande siento de conocer a los que conozco y que admiración total por esos que no conozco, pero que con no pagar en la tranca, demuestran que de verdad aman a esta ciudad Perla del Ulúa, nuestra El Progreso. Como me diría uno de esos hombres sabios en esa lucha por la libertad de la carretera "mañana, cuando mis hijos me digan por qué existe ese peaje yo responderé cuanto hice para que no existiera”…. y usted ¿qué responderá?
Chaco de la Pitoreta

* Poeta y gestor cultural

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