martes, 7 de agosto de 2012
Régimen militariza Radio Progreso y el ERIC en busca de campesinos
Por Dina Meza
“Entréguennos a los campesinos que tienen escondidos”, les dijeron policías a periodistas y personal de Radio Progreso, en El Progreso, Yoro, la tarde del pasado viernes 3 de agosto, a escasas horas de que el Congreso Nacional aprobara un desarme general en El Aguán, como parte de una estrategia para amedrentar al movimiento campesino de la zona en su lucha por la tierra.
El régimen de Porfirio Lobo Sosa agudizó las acciones contra campesinos del Aguán, limitó la Libertad de Expresión de Radio Progreso y hostigó al Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación, ERIC, utilizando varias patrullas policiales con agentes que después argumentaron que era un operativo rutinario para resguardar el comercio.
Este hecho se da a escasos siete días de que llegue al país el Relator Especial para la Libertad de Expresión de las Naciones Unidas, Frank de La Rue, quien fue invitado por el régimen de Lobo Sosa.
Se reanudó acoso a Radio Progreso
La CIDH otorgó medidas cautelares a Radio Progreso por los constantes hostigamientos que este medio de comunicación y sus periodistas han recibido desde el golpe de Estado. El 28 de junio de 2009 un contingente de 25 elementos militares expulsaron al personal de la radio y los obligaron a clausurar de manera absoluta la transmisión.
Aunque el Estado de Honduras debe proteger la vida de los comunicadores sociales de dicha radio, esta nueva acción se enmarca en nuevos hechos que violentan derechos humanos.
De acuerdo al relato de periodistas de Radio Progreso, al finalizar el análisis de realidad, el cual se hace todos los primeros viernes de cada mes y que en esta oportunidad se llevaba a cabo en el ERIC, a eso de las 4:15 de la tarde, dos patrullas y dos motocicletas de la policía departamental se estacionaron frente a uno de los portones de Radio Progreso, bloqueándolo durante un tiempo.
Debido a esa la presencia de los agentes salió el personal de Radio Progreso a preguntar qué sucedía. Un policía preguntó cuánta gente trabaja en la radio y al preguntarle qué querían respondió que “no sabía nada, que recibieron órdenes del Tigre Bonilla”. Mientras, otro policía entró a la recepción de la radio y preguntó “dónde estaban escondidos los campesinos delincuentes”, porque venían a buscarlos.
Cuando personal de la emisora abrió el segundo portón, estaba otra patrulla bloqueándolo y otra motocicleta, y los policías husmeando hacia dentro. Ante la pregunta de qué pasaba, y si tenían orden para entrar, el policía respondió que en breve llegaría el jefe.
Este portón quedó abierto y debido a la anómala situación llegaron personas cercanas a la radio para preguntar qué pasaba y se quedaron acompañando. La radio estuvo rodeada por las patrullas de la policía cerca de dos horas. El personal de la radio identificó a las tres patrullas con los siguientes números: 1835, 1836 y 1837
La radio salió al aire con la noticia y desde allí se intentó contactar con José Manuel Aguilar, el jefe la policía por el departamento de Yoro, el cual evadió la llamada alegando que no escuchaba, y en el segundo intento el teléfono estaba apagado.
Se logró contactar con el responsable del operativo, el subcomisionado José Geovani Fonseca, jefe de la DNIC departamental. Él declaró que “estaba en un operativo normal, para dar seguridad a los comercios del centro de El Progreso” (algunos comercios cercanos a la radio cerraron al ver las patrullas). Ante la invitación de que llegara a la radio, él respondió que estaba patrullando.
Según el relato de comunicadores de Radio Progreso, un policía que estaba monitoreando la transmisión de la radioemisora, escuchó que el análisis en donde estaban los campesinos se había llevado a cabo en las instalaciones del ERIC, y en ese momento un patrulla pasó por allá y se quedaron dos motos policiales durante un rato.
El periodista Gustavo Cardozo y Anacleto Soriano productor de la radio, fueron interceptados de manera agresiva al intentar entrar, los policías les pidieron identificación, les preguntaron por qué entraban en la radio y los registraron.
Dirigencia de MUCA: Tememos una masacre contra nosotros
En el análisis de la problemática de tierras se encontraba la dirigencia tanto del Bajo Aguán como de San Manuel.
“Estábamos en un foro exponiendo la situación agraria en el Aguán donde estábamos con Valentín Herrera y Blanca Sánchez de San Manuel, Cortés, exponiendo lo que nos está pasando, cuando nos avisaron que estábamos rodeados por patrullas policiales como a las cuatro y cuarenta de la tarde”, dijo Jhony Rivas del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, MUCA.
Agregó que él debió irse rápidamente saliendo sigilosamente porque la intención posiblemente era capturarlos y se fue a abordar un autobús hacia Tocoa, Colón.
Sin embargo cuando llegó al sector vio que estaba en carro Ford cerca de la empresa de bus .Este carro salió pero a los minutos llegó otro carro color blanco 3.0, con varios individuos a bordo .
“Tuve que decirle a un compañero de otro asentamiento que me llevara y vino a traerme pero cuando íbamos en el trayecto un camioncito el cual ya sabemos que es de la guardia de seguridad de Facussé nos dio seguimiento, después se le sumaron dos vehículos más, por lo que tomé la decisión de regresarme e irme a un lugar transitado de Tocoa, Colón”, relató Rivas.
Pero sus compañeros del asentamiento La Confianza, donde Rivas está organizado le llamaron para decirle que en el desvío del mismo estaba el camioncito y los dos vehículos como esperándole, por lo que le recomendaron que no regresara a la zona porque era peligroso.
“Es una situación que nos está demostrando que somos monitoreados constantemente, están tomando estas medidas porque se sienten con respaldo por el decreto aprobado y por la policía, y saben que antes andábamos con armas legales pero ahora no podemos y ellos están conscientes que estamos totalmente indefensos y podría ocurrir una masacre contra nosotros”, advirtió el dirigente campesino.
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