martes, 21 de agosto de 2012
Crisis presupuestaria y fiscal
El precandidato liberal a la Presidencia de la República, Yani Rosenthal Hidalgo, ha puesto el dedo en la llaga en relación con el desempeño gubernamental y el estribillo oficial de cargar las culpas al gobierno constitucional precedente.
“No puede ser —dice el precandidato liberal— que después de dos años y medio el gobierno sigan diciendo que la culpa (del desastre administrativo) la tiene el que estuvo antes que ellos, si a ellos los eligieron para que arreglen los problemas y no para llorar”.
Este señalamiento tiene mucha importancia para la clarificación del trabajo gubernamental, que va más allá de la crítica de campaña política, pues se trata de un análisis objetivo de la situación administrativa y que a la vez define la sólida capacidad de quien la plantea, incluyendo la forma de hacer las cosas como corresponde al interés nacional.
Sobre las medidas de reducción del gasto tomadas por el gobierno para enfrentar la crisis presupuestaria y fiscal, a través del ahorro de 1,200 millones de lempiras, Yani Rosenthal coincide con la mayoría de los economistas serios en que es una decisión tardía, sin impacto y hasta contraproducente.
“El problema más grande que hay en este país —dice—, es que están poniendo la política fiscal sobre la economía”. De esta manera, para sacar dinero a como haya lugar, “el gobierno está succionando los fondos de la economía y poniendo una terrible presión sobre el circulante que hay en el país”.
De ahí que, por ejemplo, el gobierno ha aumentado el interés —de 6% a 14%— de los bonos que financian la deuda interna, lo cual “ha hecho que se inflen las tasas de interés. Han absorbido toda la liquidez que tenían los bancos, y éstos ahora ya no tienen dinero para prestarle ni al microempresario ni al sector privado ni a nadie”.
El efecto es, agrega Yani Rosenthal, que la economía se está deteniendo, “y cuando la economía comienza a paralizarse se recaudan menos impuestos, menos el 12% porque hay menos ventas, y menos impuesto sobre la renta porque hay menos utilidades, menos retención en la fuente para los empleados porque las empresas despiden a los empleados o porque la gente ya no tiene para pagar las retenciones. Es un círculo vicioso que va a afectar mucho al país”.
Las “lumbreras” que tiene el Partido Nacional están haciendo todo al revés de como lo hacen los economistas en los países adelantados como Estados Unidos o en Europa. Han aumentado las tasas de interés, han aumentado los impuestos y han bajado el circulante. “Lo que recomiendo —insiste el político liberal— es estudiar lo que hacen los países desarrollados… no es de ponerse a inventar el agua caliente, copiemos lo correcto…”
Las acciones que Yani, como gobernante, tomaría en una situación así, serían: “reduciría mucho el gasto del gobierno, bajaría las tasas de interés, bajaría las tasas de los impuestos, aumentaría el circulante en la economía y haría todo lo necesario para generar empleo para los hondureños…”
Esas y otras medidas como fusionar instituciones, eliminar la duplicidad de funciones y lograr más eficiencia en el gasto público son las recomendaciones de este aspirante a la Presidencia de la República, que, dicho sea en verdad, es el único que plantea con suficiencia la problemática económica y la acción gubernamental para enfrentarla.
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