lunes, 6 de agosto de 2012

Hacia la agudización de la crisis




Venimos este primer viernes de agosto a esta Plaza de los Pañuelos Blancos a rendir homenaje a nuestros seres queridos desaparecidos por el régimen militar-liberal-nacionalista entre 1979 y 19989. Es prohibido olvidar.

Estamos aquí con las demandas del pasado y del futuro: Investigación, juicio y castigo a los asesinos de uniforme, de saco y corbata, que aún viven entre nosotros como empresarios, religiosos, profesionales, políticos y militares impunes.

Hemos venido, igualmente, a prevenir que la crisis generada por el rompimiento constitucional de 2009 no será superada con el proceso electoral primario y general 2012 – 2013 como ingenuamente podría pensarse.

Todos los hechos y acontecimientos, incluyendo la mayor oferta de muerte, el desarme del Aguán y la militarización extranjera del país, indican que la mafia que secuestró el Estado a sangre y fuego está dispuesta a más violencia para retener sus negocios públicos y privados, impidiendo cualquier transformación o cambio del Status Quo.

Canadá y Estados Unidos están dispuestos a robar el oro y los hidrocarburos con sobornos, asesores en el Congreso para nuevas leyes extractivas y militares TIGRES en las calles. Y están dispuestos a imponer políticos duros, de mentalidad fascista.

La incertidumbre electoral que los políticos antiguos están generando desde el Tribunal Electoral y el Registro de Personas, en alianza con poderes ocultos, efectivamente tiene un alto poder de conversión en una nueva crisis política de alcance nacional.

En la misma dirección degradada avanza el empobrecimiento e indigencia de la mayoría de la población sin empleo ni expectativas de prosperidad en el clima actual, que no sean en los nuevos grupos económicos creados por el crimen organizado.

Unos y otros los actores de este escenario están preparándose para lo peor. Y esa actitud no es buena noticia para la vigencia y respeto a los derechos humanos, por el contrario, es pésimo presagio de tiempos peores.

Por eso tiene un gran peso el llamado del embajador de Alemania Karl-Heinz Rode, en su discurso de despedida en Tegucigalpa el pasado 31 de julio de 2012: “un cambio de la política a favor de los derechos humanos no será posible si es llevado a cabo exclusivamente por el Gobierno. Otros poderes y un semi poder tendrán que abrir su blindaje para cooperar”.

En esa declaración del ex embajador alemán queda dicho que hasta los poderes del crimen organizado, los carteles religiosos, las embajadas imperiales y sus militares armados deben decidir si cooperan o no para impedir la convulsión total en Honduras.

Nuestro llamado este viernes a la comunidad internacional es a no quitar los ojos del país, a mantenernos en estado de emergencia nacional por la vida y la libertad, pues el liderazgo nacional no sabe qué hacer y el pueblo está en desasosiego. Vienen días urgentes.

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.
COFADEH
Tegucigalpa, M. D. C., 03 de agosto de 2012

No hay comentarios: