El Pentágono puso a 120 personas a evaluar el impacto que podría tener la inminente divulgación de unos 400.000 documentos confidenciales sobre la guerra en Iraq, obtenidos por el sitio web Wikileaks, y anunciada para el lunes por la prensa estadounidense.
Para estar preparado, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ordenó hace varias semanas a un equipo revisar minuciosamente los archivos militares para “estimar el posible impacto” de la difusión, indicó el viernes a la prensa el coronel David Lapan, portavoz del Pentágono.
Wikileaks estaría por difundir unos 400.000 documentos confidenciales sobre la guerra de Irak, según informaciones de la prensa estadounidense. El semanario Newsweek anunció en setiembre “la mayor fuga de material de inteligencia”.
El Departamento de Defensa teme que los documentos contengan “información significativa” sobre la guerra, los ataques a las tropas lideradas por Estados Unidos,las fuerzas de seguridad iraquíes o las infraestructuras del país, dijo el coronel.
Además, el Pentágono desconoce la cifra exacta de documentos a ser publicados, agregó.
Los archivos provienen de una base de datos ubicada en Irak, que contiene “actas importantes, reportes elaborados por unidades (en el terreno), informes tácticos, cosas de ese estilo”, explicó el Lapan, quien exhortó a Wikileaks a devolverlos a “su legítimo dueño”, el Ejército estadounidense.
“Nuestra posición es que la edición (del texto) no ayuda. No creemos que Wikileaks u otros tengan la pericia necesaria. No alcanza con ocultar los nombres (que podrían comprometer la seguridad de soldados o informantes del Ejército estadounidense). Hay otras cosas en los documentos que no son nombres, pero que también son potencialmente perjudiciales”, enfatizó Lapan.
Wikileaks se dio a conocer al gran público cuando difundió a fines de julio un paquete de 77.000 documentos secretos del Ejército estadounidense con detalles inéditos de la guerra en Afganistán, lo que provocó la furia del Pentágono.
El sitio, que se especializa en filtrar información de inteligencia, anunció entonces la divulgación de otros 15.000 archivos confidenciales sobre Afganistán, pero nunca ha revelado cual es la fuente que les suministra la información.
El Pentágono sospecha de un soldado llamado Bradley Manning, actualmente detenido en una prisión militar en Estados Unidos, tras ser arrestado en mayo acusado de enviar a Wikileaks un video con un ataque militar estadounidense contra civiles en Iraq.
Según Newsweek, al igual que en julio, WikiLeaks utilizaría al diario estadounidense The New York Times, el alemán Der Spiegel y el británico The Guardian, para la nueva divulgación simultánea de los documentos.
Desde hace un tiempo, Wikileaks enfrenta ciertas dificultades, incluida una investigación judicial contra su fundador, Julián Assange, denunciado por agresión sexual en Suecia.
El sitio está en “mantenimiento programado” desde el 29 de setiembre, y promete estar nuevamente “en línea apenas sea posible”.
Fuente: AFP
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