Por Daniel Trujillo
Xiomara Castro de Zelaya, exprimera dama de Honduras y esposa del expresidente constitucional de esa nación, Manuel Zelaya, arribó hoy al país para impulsar lazos de solidaridad entre El Salvador y Honduras, a más de un año del golpe de Estado sucedido en el vecino país.
Rodolfo Rosales, organizador de la visita de Xiomara Castro de Zelaya, exprimera dama de Honduras y esposa del expresidente constitucional de esa nación, Manuel Zelaya. Foto Diario Co Latino/Melvin Rivas
Asimismo, pretende concientizar a la ciudadanía salvadoreña de las violaciones a los derechos humanos, producto del rompimiento del orden constitucional en una sociedad.
Fue a finales de junio de 2009 que en Honduras ocurrió el golpe Estado y originó un gobierno de facto que sumió a la nación centroamericana en uno de sus peores pasajes, incluso, desencadenó su expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Sistema de Integración Centroamericano (SICA).
La crisis política, económica y social en Honduras continúa y hace figurar a la nación como la más atrasada del continente, detrás de Haití, con más del 70 por ciento de pobreza, respecto a su población.
Cuando el entonces presidente Zelaya convocó a un consulta popular para el 28 de junio de 2009, para conocer la opinión de la ciudadanía en torno a futuras reformas constitucionales, militares encapuchados, en contubernio con la oligarquía, perpetraron el golpe de Estado y secuestro del mandatario constitucional a quien posteriormente expulsaron del país.
Rodolfo Rosales, coordinador de la Red Salvadoreña de Solidaridad con la Resistencia del Pueblo Hondureño, dijo que la visita tiene como objeto sensibilizar a la población respecto a la represión que aún viven los hondureños en el actual gobierno del Presidente Porfirio Lobo.
Rosales agregó que la visita de la exprimera dama se convierte en una especie de “vacuna preventiva” para conocer con exactitud las causas del golpe de Estado. “Esto es para que el pueblo esté atento, esté alerta para que no se repita más en Honduras, en El Salvador, ni en otro país de América Latina”, sostuvo el coordinador de la Red.
Xiomara de Zelaya sostendrá encuentros y reuniones con diferentes organizaciones de la sociedad civil salvadoreña, entre estas el Foro para la Defensa de la Constitución (FDC), donde realizará su trabajo político.
También con las autoridades de la Universidad de El Salvador, entre ellas el Consejo Superior Universitario y la Asamblea General Universitaria.
La esposa del expresidente hondureño viajará también al occidental departamento de Santa Ana, donde sostendrá entrevistas con diferentes medios de comunicación y visitará la cripta de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y la tumba del centroamericanista Francisco Morazán.
La derecha cuestiona visita
Los partidos de derecha cuestionan la visita y consideran que no es más que “la materialización de los sueños de la izquierda salvadoreña por adherirse al socialismo del siglo XXI”.
El PCN a través del diputado Elizardo Lovo, no ve inconvenientes en esta visita, aunque advierte que es un signo de la adhesión del FMLN a ideales externos, que por años han apoyado. “Prepárense porque más adelante van a tener que recoger arroz y cortar maíz… ya no van a disfrutar de estos privilegios”, declaró a periodistas hoy el diputado de derecha.
Mientras que el diputado arenero, Guillermo Ávila Qüehl, dijo que la visita es parte de las libertades que hay en el país, y que su partido buscará preservar en estos años.
El legislador aseguró que al igual que grupos de derecha invitaron hace unas semanas al golpista Roberto Micheletti, viene ahora la esposa de Zelaya. Aunque comparte con Lovo, de que todo es parte de las “simpatías” de la izquierda salvadoreña con sus homólogos de Cuba, Venezuela y otras naciones.
Jorge Schafik Handal, diputado del FMLN, destacó la visita de Xiomara de Zelaya, la cual diferenció de la realizada hace unos días el golpista Micheletti. Al tiempo que adelantó que en Santa Ana, en el marco de las Fiestas Julias la esposa del ex mandatario hondureño, recibirá un reconocimiento por “la lucha que ha desarrollado”.
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