martes, 27 de julio de 2010

Honduras: Sendero en resistencia

Vos el Soberano


Galel Cárdenas

Dice el  connotado escritor y docente universitario, Oscar Amaya que existe ya una literatura de Resistencia, cuyos caracteres habrá que estudiarlos en esta especie de eclosión estética y ensayística que experimentamos los hondureños que nos quedamos en este lado del río de la Historia, cuando el parte aguas del Golpe de Estado,  definió los territorios de la patria de Morazán y la Patria de Carías.

Afortunadamente ¡el golpe! como se le dice en los corrillos del pueblo, nos ubicó muy bien a tirios y troyanos, a latinaomericanistas y norteamericanistas, a patriotas y antipatriotas, al pueblo y a los oligarcas.

El portentoso movimiento de resistencia nacional constituye una de las más vigorosas corrientes de pensamiento y acción que haya experimentado nuestro país en la epoca contemporánea.

El proyecto de la oligarquía, sus partidos políticos, su brazo armado (el ejército nacional), su poder mediático,  y su aliado el imperio norteamericano, no visualizaron las consecuencias extraordinarias que provocaría su golpe de Estado, en un país donde ese atentato de lesa patria es ya una costumbre oligárquica militar de administrar y saquear  la nación para sus fines empresariales.

Es por eso que la pintura, la música, la poesía, la narrativa, el ensayo y el teatro, se han convertido en una extraordinaria manifestación de arte contestatario. Sin embargo, no ha surgido como generación espontánea, si no que ha habido un fenómeno muy particular, la generación de vanguardia ( los nacidos entre 1924-1953) y la generación de post vanguardia
(los nacidos entre 1954 y 1983) han coincidido plenamente, al encontrarse de pronto en las calles, en las manifestaciones, en los plantones, en el campo, en las fábricas, en los predios universitarios, en los centros de educación nacional,etc.,  reclamando a los que pretenden ser dueños de Honduras, la devolución de su democracia, la democracia participativa y el proyecto de refundación de Honduras mediante una nueva Constitución, tomando como instrumento de acción política la Asamblea Nacional Constituyente.

En la Unión de Escritores y Artistas de Honduras (UEAH) también hemos experimentando las mismas particularidades, los jóvenes y los viejos  hemos entrado vertiginosamente en un momento cumbre de nuestra historia:  la interacción entre  política y  arte. Nunca antes como ahora, ha desaparecido  el  miedo de expresar nuestro pensamiento revolucionario en versos, en pintura, en teatro, en música, en poesía, en narrativa, en  el arte del grafitti que ha sido toda una revelación sin precedentes.

En este gremio de escritores y artistas también hemos encontrado una veta nueva de expresión y es el arte de editar libros. Mientras la oligarquía promueve escritores como Segisfredo Infante, Juan Ramón Martínez y César Indiano, y periodistas como Rodrigo Wong Arévalo y demás corifeos, editándoles sus textos y promoviendo sus programas televisivos donde exponen su ideología conservadora, apátrida y pro-imperialista; nosotros con nuestras limitaciones financieras, hemos abierto ya una línea editorial de publicaciones que se ha iniciado con Poesía Hondureña en Resistencia, Crónicas del Golpe de Estado en Honduras de Jorge Miralda y el libro Honduras: Sendero en Resistencia, antologado por Israel Serrano y Melissa Merlo, éste es un texto  de ensayos políticos que recoge los siguientes escritores:  Alex Darío Rivera, Armando García, Armando Arellano, Baldemar Alvarado, César Lazo,Galel Cárdenas, Gustavo Zelaya, Helen Umaña, Irma Becerra, Israel Serrano, Juan Almendárez, Julio Escoto, Melissa Merlo, Oscar Amaya Armijo, Ricardo Salgado, Roberto Briceño, Roberto Zapata, Tomás Andino, Víctor Manuel Ramos y Yanina Parada como ensayistas; y, como poetas de la última generación (1954-1983) se encuentran Armando José Ramos, David Fortín, Delmer López, Fabricio Sandoval, Ludwid varela, Oscar Deigonet López, Oscar Melgar, Ricardo Bueso, Ricardo René Oseguera y Rubén Darío Pineda.

En el libro Honduras: Sendero en Resistencia se leen de muy distinta factura estilísticas y de pensamiento analítico, que linda con la historia, la ideología contestataria, la idea de una nueva patria, y la propuesta de senderos de resistencia que permitan lograr en un tiempo que no tiene marco de realización, pero si metas de llagada, la segunda independencia nacional, con justicia, libertad e igualdad social, en donde el pueblo sea precisamente el dueño de su destino, el constructor de su propia identidad, y finalmente el actor mismo del nuevo poder político que habrá de instaurarse en el país.

Las formas de ese nuevo poder serán enriquecidas por la diversidad como punto de reunión y de unidad política como punto de llegada a la gran meta nacional: la construcción de la nueva Honduras.

Y quien deberá orientar ese proceso, y servir de riel conductor de la plataforma política correspondiente será precisamente el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), trabajo que se realizará en medio de una profunda polémica ideológica, pero, con una convicción política unitaria, en donde los diversionistas, los oportunistas y los destructores de movimientos populares (que actúan como zapadores de la revolución) serán descubiertos a tiempo, y serán deshechados como simples bagazos políticos.

El libro Honduras: Sendero en Resistencia reúne cierta parte del pensamiento de la Resistencia Nacional , por que a pesar de no contar con las facilidades mediáticas  correspondientes, hemos tenido que juntar voluntades empresariales e intelectuales para construir las bases teóricas de un movimiento  liberador, en contra de toda la inteligentzia  de la derecha recalcitrante apoyada por el neoliberalismo global que encabeza Estados Unidos a través del Departamento de Estado y sus agencias de inteligencia.

La lectura de este texto sirve para emprender una nueva tarea educativa en el país, una nueva pedagogía de la enseñanza de la historia, de las ideas políticas, de la identidad nacional, de la utopía acerca del nuevo poder político que habrá de conquistar la magistratura del Estado.

Es seguro que habrá un segundo tomo de esta línea editorial, en el cual se asuma la dialéctica como pùnto de arranque y llegada hacia las metas que el pueblo hondureño ha venido estableciendo desde la primera gran resistencia que comandó nuestro héroe legendario Lempira, cuando mediante la insurreción logró juntar más de dos mil señores que combatieron las huestes invasoras de los españoles; la segunda gran resistencia la lideró Francisco Morazán con su proyecto unitario centroamericano y su abrazo armado el Ejército Protector de la Ley ( que mucha falta nos hace en este momento); la tercera gran resistencia la desarrolló el movimiento obrero  de la Huelga de 1954 y que influyó en la re-estructuración y orientación del Estado Nacional; la cuarta gran resistencia la ha impulsado un líder latinoamericano llamado Manuel Zelaya Rosales, actual Coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular.

Como se podrá notar hemos emprendido una nueva interpretación de la historia hondureña que habrá de enriquecerse en procesos educativos masivos a fin de estructurar finalmente la visión de país que necesitamos para cuando lleguemos al poder político de la nación y construyamos la nueva Honduras.

Honduras: Sendero en resistencia es un texto que apunta en la dirección que hemos descrito. Léalo, coméntelo y haga sugerencias a sus editores o la UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURAS, donde lo escucharemos y estableceremos un nueva visión del lector hondureño participativo.

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