Las marchas de los últimos dos días en la capital de Honduras contaron con la participación del amplio y combativo sector del magisterio, que se incorporó de nuevo tras tres días extendidos de clase. Incansables, les dicen, porque a pesar de estar aproximando 70 días de resistencia continua frente al golpe de estado e imposición de la dictadura del gobierno de facto de Roberto Micheletti, las marchas, caravanas, conciertos y demás acciones diarias cuentan cada día con más participación.
Mientras los golpistas, en plena guerra mediática, están promoviendo las elecciones como la "solución" a lo que insisten llamar la "crisis política" que se está viviendo el país, las vías diplomáticas se están agotando sin lograr ningún consenso a pesar de que Zelaya se ha manifestado dispuesto a firmar los acuerdos de San José. Ante esta situación, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado y movimiento popular se enfrentan a una nueva etapa donde se tendrá que definir posiciones y desarrollar nuevas estrategias ante la posibilidad de que se realice un proceso electoral bajo la dictadura de Micheletti.
Varios sectores e incluso el ex-mediador Oscar Arias han pronunciado que la vía electoral es la única viable para solucionar la crisis provocada por el golpe el pasado 28 de junio. Sin embargo, la creciente demanda del pueblo, que se lee en las paredes de las ciudades y que resuena por las calles no permitirá que se lleve a cabo un proceso electoral bajo un gobierno de facto y custodiado por los mismos militares que ejecutaron el golpe de estado que rompió con la orden constitucional en el país. Estas semanas serán centrales para definir cuál será el rumbo del movimiento popular y qué capacidad se mostrará para defender su derecho ante la imposición de los intereses de la oligarquía, cuyo impacto seguramente tendrá repercusiones tanto a nivel regional como a nivel nacional.
Fuente: Centro de Medios Independientes
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