Para el golpista no hay Golpe porque todo lo entienden a golpes, desde siempre, y es normal.
No hay movimientos históricos porque no hay historia, desde siempre, desde el principio, todo ha sido igual.
No hay justicia porque lo ilegítimo es su vida, desde siempre y siempre será igual.
No hay sueños porque no entienden la imaginación, desde siempre sus pesadillas representan lo real.
Para el golpista no hay dolor porque desde la TV es fácil cambiar de canal.
Para el golpista no hay dignos porque el digno es un obstáculo para robar.
Para el golpista no hay rabia, porque el sarcasmo es más cómodo y pone todo de igual a igual.
Para el golpista no hay muerte porque las estadísticas lo anestesian todo y las cifras de la muerte son su fuente normal.
Para el golpista vale más la indiferencia porque la indiferencia los ha educado, por siempre ante sus necesidades: la indiferencia empresarial.
Para el golpista no hay salida porque la justicia estará al lado de los ahora golpeados, mañana tendremos, en nuestras manos, la justicia popular, la justicia natural, la justicia internacional.
Para el golpista se debe escribir fino, con sintaxis, por siempre, y nunca dejar a un lado la estructura gramatical.
que tristeza, porque entre nosotros escribir es grafitar, escribir es rayar, escribir es oradar, y bueno ¡qué importa que suene mal! ¡de lo que se trata es de humanizar!... por los siglos de los siglos, amén)
No hay movimientos históricos porque no hay historia, desde siempre, desde el principio, todo ha sido igual.
No hay justicia porque lo ilegítimo es su vida, desde siempre y siempre será igual.
No hay sueños porque no entienden la imaginación, desde siempre sus pesadillas representan lo real.
Para el golpista no hay dolor porque desde la TV es fácil cambiar de canal.
Para el golpista no hay dignos porque el digno es un obstáculo para robar.
Para el golpista no hay rabia, porque el sarcasmo es más cómodo y pone todo de igual a igual.
Para el golpista no hay muerte porque las estadísticas lo anestesian todo y las cifras de la muerte son su fuente normal.
Para el golpista vale más la indiferencia porque la indiferencia los ha educado, por siempre ante sus necesidades: la indiferencia empresarial.
Para el golpista no hay salida porque la justicia estará al lado de los ahora golpeados, mañana tendremos, en nuestras manos, la justicia popular, la justicia natural, la justicia internacional.
Para el golpista se debe escribir fino, con sintaxis, por siempre, y nunca dejar a un lado la estructura gramatical.
que tristeza, porque entre nosotros escribir es grafitar, escribir es rayar, escribir es oradar, y bueno ¡qué importa que suene mal! ¡de lo que se trata es de humanizar!... por los siglos de los siglos, amén)
No hay comentarios:
Publicar un comentario