viernes, 2 de julio de 2010

Un nuevo pacto social: inevitable opción en la actual encrucijada

Radio Progreso

Honduras ha llegado a un agudo vacío político que ni lo llena el gobierno formal que preside Lobo Sosa, ni lo llena la comunidad internacional que busca salvar a toda costa una administración atrapada en los dinamismos desestabilizadores que produjeron el golpe de Estado; ni lo llenan los sectores golpistas de la más pura cepa, porque su bipartidismo se ha desmoronado. Y en este momento, los sectores de la Resistencia tampoco han desarrollado toda su capacidad para dar una respuesta coherente a ese peligroso vacío político.

Un hecho político tan inédito nos ha llevado al extremo de una desafiante encrucijada. O el país avanza hacia un caos, sin rumbo, sin políticas, sin consensos y sin autoridad del Estado, avanzando peligrosamente a ser como Somalia, ese miserable país africano en donde el Estado se ha ido al carajo; o avanza a perderse en una descomposición social como Haití en donde lo único que queda es buscar la cotidiana hazaña de sobrevivir a la miseria.

A esa somalización o haitianización habría que añadir la fuerte y decisiva dosis de violencia provocada y promovida por los diversos grupos que se mueven en los corredores subterráneos del crimen organizado. Toda esa combinación de factores, deja una mezcla explosiva de ingobernabilidad. Y en ese camino ya estamos transitando a pasos casi irremediables.

Ya ha quedado de sobra comprobado que el modelo que se ha sostenido sobre el liderazgo absoluto de un reducido grupo de familias acaudaladas, es un modelo productor de exclusiones, inequidades, y todo ha desembocado en el actual círculo infernal de destrucción social y colectiva

Necesitamos hacer una ruptura histórica, para abrirnos a un nuevo pacto social, que se exprese en la apertura al debate y a la búsqueda de esos consensos junto con otros sectores con los cuales no necesariamente coincidamos en el mismo modo de pensar y de actuar. Escucha, apertura, tolerancia, construir consensos, esas son las actitudes, esos son los desafíos para un nuevo pacto social. Sí, un nuevo pacto social que sin duda se deberá expresar en transformaciones políticas, jurídicas e institucionales.

Ese nuevo pacto social deberá expresarse en su momento preciso en una Asamblea Nacional Constituyente, que sea culminación de ese proceso de búsquedas conjuntas, sin exclusiones, sin imposiciones, en donde quepan todas las voces, y todas las demandas de los diversos sectores de la sociedad queden incluidas. Teniendo un principio dinamizador común e innegociable: la dignidad de la persona y la soberanía del Estado sobre los recursos naturales, la tierra y toda su riqueza patrimonial. No sigamos perdiendo el tiempo.

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