jueves, 8 de julio de 2010

Toda la verdad sobre Honduras


Prensa Escrita

Tirza Flores, ex jueza, y Mery Agurcia, activista de derechos humanos, desmienten que ese país se haya democratizado. No merece volver a la OEA, advierten.

Entrevista: Carlos Noriega

Tirza Flores, ex jueza, y Mery Agurcia, dos voces independientes aclaran la situación real de Honduras.

Militarización y represión son parte de la vida cotidiana de Honduras.

Preocupación por el apoyo de García al cuestionado Lobo.

En la siguiente entrevista, dos protagonistas de la crisis política que vive Honduras desde junio del 2009, Tirza Flores y Mery Agurcia, analizan en una visita a Lima lo que está ocurriendo en ese país bajo el gobierno de Porfirio Lobo y opinan sobre el posible retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA). Tirza Flores fue hasta mayo de este año jueza de apelaciones de Honduras y fue destituida de su cargo por presentar un recurso constitucional a favor del exiliado ex presidente Manuel Zelaya. Es fundadora de la Asociación de Jueces por la Democracia. Mery Agurcia es miembro del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras.

- La OEA ha decidido formar una comisión para que estudie el posible retorno de Honduras a ese organismo. ¿Creen posible una pronta reincorporación de Honduras a la OEA?

- Tirza Flores (TF): No creemos que Porfirio Lobo haya dado pasos hacia la redemocratización de Honduras como para justificar su regreso a la OEA. No podemos hablar de un régimen democrático en Honduras. Solamente hay algunas declaraciones de Lobo a favor del respeto a la democracia, pero hechos concretos ninguno.

- Mery Agurcia (MA): Que el actual gobierno de Honduras retorne a la OEA sería un mal precedente para el sistema democrático en América latina y un peligro, no solamente para los hondureños, que ya estamos viviendo las consecuencias del golpe de Estado, sino para todos los países de América latina, que ha tenido dictaduras sangrientas y dolorosas. En Honduras se ha dado un retroceso de veinte años en la institucionalidad democrática, que puede ser el inicio del regreso de las dictaduras en América latina.

- El gobierno hondureño defiende su legitimidad a partir de su triunfo electoral…

- TF: Lobo fue electo en un proceso electoral que no contó con observadores internacionales y en el que hubo más de un 60% de abstencionismo. Es un gobierno muy débil, con muy poco respaldo de la población. Lobo no ha dado pasos concretos de legitimación. Hay un fuerte sector de la población que apoya a Manuel Zelaya, y hay mucha gente que se está integrando al Frente Nacional de Resistencia Popular. La oposición tiene mayor respaldo popular que el gobierno de Lobo. Las elecciones fueron utilizadas para blanquear el golpe de Estado.

- ¿El gobierno de Lobo representa la continuidad del régimen golpista de Micheletti?

- MA: Así es, el gobierno de Lobo, que no tiene apoyo popular, es la continuación del golpe de Estado. Las elecciones no han servido para democratizar el país. Se mantienen las estructuras que dieron origen al golpe y que han generado las violaciones a los derechos humanos. En Honduras están gobernando las fuerzas ocultas que dieron el golpe. Por eso, mientras siga el gobierno de Lobo, Honduras no debería retornar a la OEA.

- TF: Por un lado, Lobo trata de congraciarse con la comunidad internacional con algunas declaraciones que pudieran hacer creer que él está dispuesto a una reconciliación, pero en los hechos no hay ningún cLima de reconciliación en Honduras. En definitiva, quienes están gobernando son la clase ultraconservadora y oligárquica, que está formada por las diez o doce familias que controlan los medios de producción, la tierra, los medios de comunicación, a los militares. Lobo es parte de esta clase. Con el actual gobierno, continúa la persecución política y la represión…

- ¿No hay ningún cambio en el tema de los derechos humanos?

- TF: El cambio es que se ha pasado de la represión masiva que se dio a parir del golpe, a una represión selectiva con el gobierno de Lobo. Los dirigentes están siendo arrestados; hay asesinatos de personas vinculadas con el Frente Nacional de Resistencia Popular. Solamente en los últimos dos o tres meses fueron asesinados ocho periodistas, sin que esos crímenes hayan sido investigados.

- MA: Se ha profundizado la impunidad, el país se ha militarizado y hay una intolerancia contra la oposición. Entre el golpe de junio del 2009 y el cambio de gobierno en enero del 2010, más de 9,200 personas resultaron afectadas por violaciones a sus derechos fundamentales. Durante los cuatro meses que van del gobierno de Lobo, esa cifra llega a por lo menos 700 personas. Los principales afectados son los defensores de los derechos humanos. Cuatro de ellos han sido asesinados. Continúan los secuestros y las torturas. Sectores importantes, como el de los maestros, son víctimas de una serie de agresiones desde la institucionalidad del Estado. El gobierno está atacando a los generadores de opinión que están reportando la situación de los derechos humanos en Honduras. En estos cuatro meses, por lo menos 26 personas han sido atacadas por su ejercicio de la comunicación social. Se han cerrado programas comunitarios.

- ¿Y continúan operando escuadrones de la muerte con la protección del Estado?

- MA: Las fuerzas de seguridad participan de los grupos paralelos que están secuestrando y torturando personas con la tolerancia del gobierno. Hemos registrado el funcionamiento de centros clandestinos de detención. Estos escuadrones de la muerte y los centros de tortura están siendo manejados por extranjeros, sicarios que por el tipo de acento serían Colombianos. También hay presencia de la inteligencia israelí, que está vinculada a estos grupos paralelos que cometen asesinatos y secuestros.

- ¿No se ha avanzado en investigar y juzgar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen golpista?

- TF: No hay un reconocimiento de que hubo un golpe de Estado y tampoco se reconocen las violaciones a los derechos humanos que ese golpe generó. Existen informes de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos y de la Comisión Interamericana de derechos humanos, en los que se registran violaciones a los derechos humanos y hay una serie de recomendaciones para que se investigue y sancione a los culpables. Pero esos informes internacionales no son reconocidos por el gobierno Lobo.

- MA: De los más de 9,200 casos de violaciones a los derechos humanos durante el régimen golpista, solamente se han iniciado doce procesos judiciales a policías de bajo rango y únicamente una persona fue detenida, pero se fugó y la policía no la busca. Y estos pocos procesos que se han abierto no son por violaciones a los derechos humanos, sino por faltas a la administración pública y abuso de autoridad.

- TF: Con esta figura legal de abuso de autoridad y faltas contra la administración pública se favorece a los procesados porque tienen penas menores, de máximo tres años. Y, además, son delitos que pueden ser amnistiados.

- ¿La formación de una Comisión de la Verdad (CV) no es un avance para investigar y sancionar las violaciones a los derechos humanos?

- TF: Esta CV, que no tiene un mandato preciso para investigar violaciones a los derechos humanos, es solamente una formalidad para intentar regresar a la comunidad internacional. No puede haber una CV que no tenga participación de las víctimas y de las organizaciones de derechos humanos, como ocurre con la CV de Honduras. Por su conformación y por el mandato limitado que tiene, esta CV no da garantías. La sociedad civil ha lanzado una Comisión Alternativa de la Verdad.

- ¿El regreso a Honduras del ex presidente Manuel Zelaya con la garantía de no ser detenido es LA PRIMERA condición que se debe cumplir para la reincorporación de Honduras a la OEA?

- MA: El regreso de Zelaya a Honduras no garantiza la reconciliación nacional, porque el problema en Honduras ya no es la situación de Zelaya, el problema es que hay una ruptura constitucional que ha generado graves violaciones a los derechos humanos, y la reconciliación pasa por la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas de esas violaciones a los derechos humanos.

- ¿Cuáles son las condiciones mínimas que deben cumplirse para un retorno de Honduras a la OEA?

- TF: El tema tiene que pasar especialmente por el respeto a los derechos humanos, por un reconocimiento de que lo que sucedió fue un golpe de Estado y que a partir de ese golpe se cometieron múltiples violaciones a los derechos humanos, y que se investiguen esas violaciones. Debe cesar la criminalización de la protesta social; reformularse la CV, para incluir a las víctimas y a organismos de derechos humanos, y su mandato; reorganizar el sistema de justicia y hacer una investigación de la actuación de los magistrados, que incluya cambios en la Corte Suprema, que apoyó el golpe. Cumpliéndose eso podría iniciarse un proceso de reconciliación.

El apoyo de Alan García al gobierno de Lobo

- ¿Cómo ven el apoyo del presidente Alan García al gobierno de Porfirio Lobo?

- TF: Lo vemos con mucha preocupación. Ese apoyo no abona a la reconciliación en Honduras. El apoyo que le dan a Lobo gobiernos como los de Perú, Estados Unidos, Colombia y algunos otros, es lo que impide que haya un compromiso efectivo de Lobo para una democratización, y es parte de lo que mantiene vigente la estructura del golpe. Si todos los países estuvieran presionando en conjunto por obtener un retorno a la constitucionalidad en Honduras, sería más fácil el regreso a la democracia.

- Las presiones diplomáticas de la OEA para un pleno retorno de Honduras a la democracia fracasaron. ¿Qué debería hacer ahora la comunidad internacional?

-TF: Deberían imponerse sanciones económicas al gobierno de Honduras. Eso es lo que ha faltado. Si se hubieran impuesto sanciones económicas fuertes, habría sido posible revertir el golpe de Estado.

- MA: Un bloqueo internacional sería muy útil en este momento para que las fuerzas que dieron el golpe y lo han sostenido retrocedan. La población hondureña está haciendo lo suyo, pero necesita del apoyo de la comunidad internacional para que las fuerzas que han secuestrado y capturado el país lo devuelvan.

Asamblea Constituyente y regreso a la democracia

- Usted fue destituida hace poco del Poder judicial por presentar un recurso de amparo a favor del ex presidente Zelaya. ¿El Poder judicial sigue controlado por los golpistas?
-TF: Sí, y también el ministerio Público. La Corte Suprema de Justicia y el ministerio Público se pusieron al servicio del golpe de Estado y lo legitimaron tratando de justificarlo jurídicamente con el término de sucesión constitucional. Las mismas personas que patrocinaron y apoyaron el golpe de Estado siguen al frente de estas instituciones. Los procesos judiciales contra Zelaya son de naturaleza política y no tienen ningunas base jurídica. Y hay una ley de amnistía que tendría que haber cubierto esos procesos, pero la amnistía se está aplicando únicamente a favor de los militares y los golpistas. Los jueces niegan la amnistía cuando se trata de aplicarla a los opositores al golpe. Mi despido del Poder judicial, y el de otros magistrados, es parte de la persecución política que hay en Honduras. Estos despidos nos indican que la Corte Suprema de Justicia no está dispuesta a tomar caminos democráticos.

-¿Cuál puede ser la salida política en Honduras para un retorno a la democracia?
-TF: Si hubo una ruptura del orden constitucional, es lógico que para volver al orden democrático haya una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución para lograr la refundación del país sobre nuevas bases. Solamente con una Asamblea Constituyente Honduras podría regresar a la democracia.

- ¿Y unas elecciones para una Asamblea Constituyente organizadas por el gobierno de Lobo tendrían legitimidad?

- MA: Esas elecciones solamente serían legítimas si participa la oposición y si hay una veeduría internacional que no esté vinculada a países que han apoyado el golpe de Estado, como Estados Unidos, Perú o Colombia.

No hay comentarios: