Los asesinatos de periodistas y de otras personas relacionadas con los medios de comunicación, los atentados y amenazas contra otros sitúan a Honduras como un país carente de una auténtica libertad de expresión y que se constata a partir del golpe de estado de junio de 2009 y con mayor fuerza desde que asumió la presidencia Porfirio Lobo.
En el Informe Anual correspondiente al 2010 de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (CIAP-FELAP) señalamos para Honduras la muerte por violencia de diez informadores y agregábamos que “esos crímenes poseen una tónica política y el número de víctimas contrasta con la pequeñez del país y de su población”.
Al quinto mes de 2011 tal panorama tiende a repetirse según se colige de los siguientes crímenes:
- Henry Suazo, muerto por disparos en La Mésica cuando era corresponsal de Radio HRN, de Tegucigalpa;
- Francisco Medina Polanco, abaleado el 4/5/11 en Tegucigalpa, por tiros en la calle cuando se retiraba después de dirigir el noticiario “Omega Visión”. Medina había advertido que recibía amenazas de muerte, pero las autoridades no le dieron importancia, según denunció José Sanos Gálvez, vicepresidente del colegio de Periodistas de Honduras;
- Luis Mendoza, por disparos en 19/5/11 en la ciudad de Danlí donde era propietario del Canal 24-TV.
A partir del derrocamiento del presidente constitucional, Manuel Zelaya, se percibe en Honduras una clara agresión en contra de los opositores que se traduce en intentos de homicidios y en atentados que afectan especialmente a los periodistas. Ejemplos:
Uriel Rodríguez Gudiel, camarógrafo de Globo-TV fue brutalmente golpeado en marzo pasado. Iguales agresiones se perpetraron en contra del reportero Richard Casual y el camarógrafo Salvador Sandoval, ambos del canal opositor Cholusat-Sur.
Asimismo fueron objeto de golpes y balazos los comunicadores Lidieth Díaz Romero, Rodolfo Sierra, Fredy Guzmán (Radio Globo) y Luis Galdámez, quien se defendió a balazos durante una emboscada. Una decena de informadores ha sido víctimas de ataques similares en otras regiones de Honduras.
El panorama de violencia que hemos descrito determinó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (sede en Costa Rica) advirtiera a las autoridades hondureñas que deben proteger la vida y la integridad física del periodista Luis Galdámez quien recurrió ante ese alto tribunal en su calidad de direcor del programa “Tras la Verdad” que se transmite por Radio Globo y Globo-TV.
22-5-11 Hernán Uribe O.,
Presidente de CIAP
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