Por Luis Alejandro Yero, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana
Fotos: José Manuel Rodríguez Calleja
Estos son los instantes que capturaron la cámara de José Manuel Rodríguez Calleja, un español que pudiera haber sido otro turista más que al montarse en el avión sólo se llevara el recuerdo de las playas, las mulatas y los mojitos. Pero no, José Manuel quiso conocer la Cuba intensa, oculta a los catálogos de viaje y postales de paseo; la Cuba de las guaguas, los solares, los campos, el dominó, con sus calles sucias y mansiones crepusculares; Cuba y su gente sencilla, escandalosa, introvertida, ingenua, pícara, sarcástica, solidaria, insensible, o los tantos posibles adjetivos que no alcanzarían para describir la riqueza -y también pobreza, pero sobre todo riqueza- humana de esta Isla.
La sensibilidad del lente de José Manuel demuestra la fascinación por una realidad inimaginable en Europa, intensa en colores, personajes, matices, sombras, texturas… Él penetra en la intimidad del ser cubano. Su cámara recoge la candidez de la infancia, el éxtasis de la libertad al atardecer, el barroquismo visual tan propio de esta parte del mundo, el ritual de la comida, la ironía que constantemente aflora en cada esquina de nuestras ciudades. Estos son algunos de los tantos flashazos del amigo asturiano que en su viaje como turista quiso sentirse como un cubano más.
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