martes, 24 de agosto de 2010

Contra la desinformación, entrevista a Pascual Serrano, periodista

Revista Fusión


Mariló Hidalgo/Fusion

Párate un momento y piensa. No te creas todo lo que te dicen. Desconfía, sé critico. Este periodista especializado en política internacional y análisis de medios, fundador y miembro del diario alternativo Rebelión, nos invita a pensar a contracorriente.

Es un experto a la hora de analizar los medios de comunicación y la información que nos llega. Posee una agudeza exquisita a la hora de diseccionar la realidad y aportar nuevos espacios de reflexión y puntos de vista. Consigue dejar en evidencia la distancia que existe entre la realidad de lo que está pasando ahí fuera y lo que nos cuentan. Una tarea difícil de la que siempre sale victorioso. Sus artículos y sus libros, son muestra de ello. "Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo" (Península) y "El periodismo es noticia" (Icaria), son sus últimos títulos. Con su trabajo intenta que "el mayor número de personas abandonen el grupo de consumidores pasivos de información y se incorporen a una ciudadanía crítica, desconfiada de los medios, que quiere conocer la verdad para, entonces, ser realmente libres".

-Puedes leer diariamente los periódicos, escuchar los informativos y en cambio estar desinformado. ¿En qué consiste esta desinformación? ¿Qué mecanismos utiliza?
-Los métodos son numerosos y complejos, no se trata sólo de que existan la mentira -que también-, sino que son más sutiles. Es importante aclarar que se trata de dos tipos de desinformaciones: la estructural, resultado de un formato informativo que simplifica, se entrega a la espectacularidad y la trivialidad y omite elementos de antecedentes y contexto; y la ideológica, que se produce cuando existe una clara intención de deformar una realidad concreta. En mi libro “Desinformación” se explican con más detalle.

-¿Detrás de la desinformación existen motivos ideológicos o económicos? ¿Cómo orquestan los medios campañas para desinformar?
-Depende de qué asunto, conflicto o región se esté tratando en la información. Sobre Africa por ejemplo, se produce un apagón informativo y la presentación tribal de conflictos que tienen detrás intereses del primer mundo. En el caso de América Latina se recurre a la satanización de líderes políticos de izquierda. En Asia, la ausencia de contexto, con el ejemplo más evidente del conflicto palestino-israelí.

-Tus artículos y libros ponen dejan patente que te has convertido en un especialista en detectar las trampas del poder en cuanto a lenguaje periodístico se refiere. El caso de América Latina es un ejemplo. ¿Qué está pasando allí y qué se quiere silenciar?
-En gran parte de América Latina se están desarrollando gobiernos de izquierda que han llegado al poder por medio de las urnas y se están poniendo en marcha políticas progresistas que dejan en evidencia las desastrosas políticas neoliberales de las anteriores décadas. Esto es una muestra de que en realidad se pueden cambiar muchas cosas. Eso ha hecho que los grandes grupos de comunicación estén liderando la oposición política a esos gobiernos, y mostrando que la información y la libertad de expresión para ellos, es sólo una coartada para agredir a esos gobiernos y sus políticas de izquierda. El resultado es una agresividad y una manipulación mediática sin precedentes en la historia.


"El ciudadano se está acostumbrando a noticias breves y superficiales en prensa escrita, y espectaculares y vacías en los medios audiovisuales". 

-La información, sin relación, sin antecedentes, sin contexto puede ser insufrible, ¿Cómo conseguir esa interacción para que realmente llegue al ciudadano?
-No es fácil, el ciudadano también se está deformando porque se está acostumbrando a noticias breves y superficiales en prensa escrita, y espectaculares y vacías en los medios audiovisuales. Hay que hacerle ver que seguir siendo consumidor de esos formatos no sirve para estar informado. Que compruebe que no tiene conocimiento ni comprende los acontecimientos internacionales, y que ante modelos así, es preferible apagar la televisión y cerrar el periódico para sustituirlos por un libro o un buen reportaje escrito.

-Mentalmente asociamos la censura a las dictaduras pero las cosas han cambiado ¿Qué es hoy la censura y qué elementos novedosos se han introducido?
-Principalmente lo que yo llamaría ruido mediático. Es decir, paja informativa que impide diferenciar la información valiosa de la superficial, incluso falsa. El resultado acaba siendo tan efectivo para la desinformación como la censura. Si al ciudadano le mezclan la información verdadera con la falsa y no puede diferenciarla, es como censurar la primera.

-Hablas continuamente de la necesidad de cambiar el modelo informativo. ¿Qué papel debería de jugar en todo ello el Estado? 
-Su papel es fundamental. Por un lado, mediante el desarrollo de medios de propiedad pública, eso sí, con mecanismos de control y participación democrática que garanticen que no son meros portavoces de gobiernos o partidos. Por otro, apostando desde los poderes públicos al desarrollo de medios alternativos y comunitarios. La ley audiovisual recién aprobada en España que limita el presupuesto de una radio sin ánimo de lucro a 50.000 euros anuales y el de una televisión a 100.000 es un ejemplo de la política contraria.

"El ruido mediático impide diferenciar la información valiosa de la superficial. El resultado acaba siendo tan efectivo para la desinformación como la censura".

-La famosa web Wikileaks publicó hace unos días 92.000 archivos filtrados del ejército de EEUU sobre la guerra de Afganistán -un período comprendido entre 2004 y 2009-. Estos documentos son una especie de diarios de guerra redactados por los soldados que detallan acciones militares y matanzas de civiles, entre ellos niños. Tres medios de renombre se hacen eco de la información: New York Times, The Guardian y Der Spiegel. Con ello quiero plantearte varias cuestiones. La primera, ¿qué supone una filtración de este tipo en estos momento (aseguran que es una de las mayores de toda la historia)?
-Sin duda es una aportación a la transparencia. El hecho de que eso haya debido suceder de forma clandestina por parte de militares y violando la ley, muestra que no vivimos una democracia informativa.

-En segundo lugar, la historia nos demuestra que toda filtración es interesada. ¿Qué opinas en este caso?
-El que sea interesada no quiere decir que sea negativa. Puede haber un interés por denunciar la ocupación de un país, por defender los derechos humanos de los civiles asesinados, etc... Ahora bien, quiero destacar que esa información ha debido pasar por el embudo de esos tres medios que has dicho, lo que muestra que siguen teniendo en gran parte la llave de la difusión de la información.

-Cambiando de tema. No crees que debería de incluirse en los institutos una asignatura que nos ayudara a despertar la curiosidad, a leer detrás de la información que nos llega, a participar, debatir, reflexionar...
-Por supuesto, siempre me ha parecido absurdo que en los colegios e institutos se establezcan actividades como hacer una revista colegial y nunca enseñar a usar los medios de comunicación. Esos niños, en un futuro, no van a hacer revistas, en cambio sí van a leerlas. Encuentro más lógico educarles en lo segundo que en lo primero.

"Siempre digo que lo primero para conocer un medio es saber quiénes son sus dueños. El mero hecho de que sean un grupo de personas sin intereses económicos ya supone un gran aval".

-Eres miembro y fundador de la publicación electrónica Rebelión, un medio alternativo de referencia. ¿Qué es lo que da credibilidad a un medio de comunicación?
-En primer lugar, saber que detrás no existe un interés empresarial, ni un objetivo de rentabilidad, ni influencia de la publicidad. Eso es fundamental, por eso siempre digo que lo primero para conocer un medio es saber quiénes son sus dueños. El mero hecho de que sean un grupo de personas sin intereses económicos ya supone un gran aval. Después, hacen falta más elementos a observar, incluido la credibilidad de sus firmas.

-Detrás de lo que escribes siempre hay una invitación al lector para que desconfíe... ¿De qué debe desconfiar?
-Como en todos los ámbitos, en la información se debe desconfiar del dinero. Si un médico gana dinero recetando una medicina, desconfiaremos cuando la prescriba; si un maestro ganase dinero con cada libro que recomendase, tampoco nos fiaríamos de sus sugerencias. Creo que el negocio pervierte todo, por eso, al contrario de lo que afirman los neoliberales, creo que la rentabilidad económica no da independencia, sino que la sepulta. Δ

Pascual Serrano colabora habitualmente en una decena de publicaciones españolas y latinoamericanas sobre temas de comunicación y política internacional, entre ellas, el diario Público, el mensual Le Monde Diplomatique, el quincenal Diagonal o la revista cultural cubana La Jiribilla. Fue asesor editorial de Telesur, un canal de televisión promovido por Venezuela con la participación de Cuba, Argentina, Uruguay y Bolivia, que pretende ser un modelo de comunicación contrapuesto a los medios dominantes del primer mundo.

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