La ausencia de los presidentes de Colombia y Perú en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), evidencia la presión que ejerce el Gobierno de los Estados Unidos para frenar el proceso de integración en América Latina y el Caribe.
El sociólogo argentino, Atilio Borón, considera que Colombia es un país que está totalmente anexado a los Estados Unidos. “Si uno mira el tratado militar firmado por [Barack] Obama y [Álvaro] Uribe, vemos que es un tratado que no solamente autoriza las siete bases militares, sino que autoriza cuantas bases disponga el Gobierno de los Estados Unidos”.
“Colombia se ha convertido, gracias a Uribe, en un protectorado de Estados Unidos, de manera que Uribe no tiene ninguna capacidad de respuesta autónoma”, dijo al referir que “por suerte los días de Uribe están contados”.
Señaló que el panorama político en Colombia “se ha vuelto muy interesante, sobre todo para aquellos que decían que la herencia de Uribe, por la vía de Santos, era inexorable; ahora resulta que Santos va de segundo en las encuestas”.
Destacó Borón que el Gobierno estadounidense está detrás de la ausencia de Colombia y Perú en esta reunión suramericana. “La presión para que no vaya Uribe y para que no vaya Alan García es muy fuerte. También están presionado a [Sebastián] Piñera para que no vaya, pero Piñera se ha dado cuenta de que las cosas son mucho más complicadas de cómo se las han pintado y se supone que va a participar”.
Sobre la intención de Unasur de entablar una agenda de diálogo con Estados Unidos, dijo: “Es positivo, pero no hay que hacerse ilusiones de que Estados Unidos quiera dialogar con América Latina; sobre todo con un organismo como Unasur al que siempre han visto con mucha suspicacia”.
“Hay que tener en cuenta que Estados Unidos hoy, como Gran Bretaña en las primeras décadas del siglo XX, siempre miraron con mucha sospecha y con mucha suspicacia, cualquier tentativa de acción concertada de los países de América del Sur”, agregó.
Atilio Borón asevera que el Gobierno estadounidense está en plena contraofensiva, “tratando de conseguir resultados muy concretos: desestabilizar procesos como los que están en marcha en Venezuela, Bolivia y Ecuador; y quieren volver a aislar a Cuba del sistema internacional”.
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