jueves, 9 de junio de 2011

Regreso a la OEA, ¿regreso a la normalidad?

Le Monde Diplomatique

Por Renaud Lambert

La Organización de los Estado Americanos (OEA) aprobó el miércoles 1 de junio el reingreso de Honduras. Tegucigalpa había sido excluida el 4 de julio de 2009 a causa del golpe de estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya, obligándolo al exilio.
Esta decisión ha sido el resultado de una “mediación” orquestada por el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en el marco de un acercamiento –sorprendente– con Caracas.

Aprovechando una cumbre realizada el 9 de abril en Cartagena, Santos había organizado en encuentro “imprevisto” con su homólogo venezolano Hugo Chávez –simpatizante de la resistencia hondureña– y el presidente de facto del pequeño país de América Central, Porfirio Lobo.

Nada hacía presagiar que produciría frutos: una semana después de la elección de Lobo, el 29 de noviembre de 2009, Chávez denunció que el escrutinio había sido “fraudulento” ya que había sido organizado por los golpistas. Proclamaba en aquel momento. ”El presidente de Honduras se llama Manuel Zelaya" (1). Por idénticas razones la Unión de Naciones suramericanas (2) también excluía el reconocimiento de la administración de Lobo (3).

Tampoco había ignorado el poder hondureño el comentario del ministro de Relaciones Exteriores venezolano Nicolás Maduro, el cual declaró que era inviable una normalización con Honduras... mientras Zelaya se viera privado de sus derechos políticos en su propio país (4). Ahora bien, el 9 de abril, Lobo se mostró dispuesto a hacer ciertas concesiones en este terreno.

Como conclusión de este encuentro Chávez se reunió con Zelaya y también con Juan Barahona, portavoz del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que coordina la oposición a los golpistas. El objetivo era cómo encarar una “salida de la crisis”. Surgieron cuatro condiciones: 1) Regreso de todos los exiliados incluido Zelaya. 2) Puesta en marcha de una asamblea nacional constituyente “participativa y democrática” 3) Desmantelamiento de las estructuras surgidas del golpe de Estado y castigo a los golpistas. 4) Reconocimiento del FNRP como partido político.

Rápidamente Lobo autorizó el regreso de Zelaya. Por lo demás… el 18 de Mayo Adela Holguín, ministra colombiana de Relaciones Exteriores relativizó el carácter obligatorio de los cuatro “puntos” planteados por Zelaya y Barahona. Después de todo, precisó, a nadie se le ocurrirá la idea de imponer condiciones a quienquiera que sea” (5).

Lobo y Zelaya continuaron las discusiones. Reunidos el 22 de mayo en Colombia, firmaron un acuerdo que abría el camino de la reintegración de Honduras a la OEA: el acuerdo de Cartagena. En las cuatro páginas del documento solo se menciona una vez el “golpe de Estado” (cuando se refiere al veredicto de la OEA que decidió la evicción de Honduras). Si bien el punto 7 menciona la convocatoria de una Asamblea Nacional constituyente, éste es reemplazado por el artículo 5 de la constitución que la enmarca en las consultas populares. “De todas formas, con un leve matiz, subraya Maurice Lemoine (en su reportaje de Le Monde Diplomatique, actualmente en los kioscos). Si un 2% de los electores o diez diputados pueden solicitar ese tipo de consultas, es el Parlamento, en último análisis quién debe decidir si la organizará o no”. Así, tanto en este punto como en lo que se refiere al reconocimiento del FNRP como partido político –encarado pero sometido a un proceso de recolección de firmas como a la aprobación del Tribunal electoral Supremo (6)– se reenvía a la resistencia al funcionamiento "rutinario" de las instituciones del país. Aquéllas de las que el país aprendió a desconfiar. ¿Un detalle? Lobo firmó el documento como Presidente de Honduras, Zelaya como “ex presidente”

La relación de fuerzas, tanto a nivel nacional como regional, ¿habría permitido obtener “más”? La pregunta queda evidentemente sin respuesta. El acuerdo de Cartagena no ha convencido a todos, desde luego. En la derecha, los “duros” hostiles a toda negociación, despotrican. Los de la “izquierda” igualmente, algunos dudan: un eventual reingreso de Honduras a la OEA debería abrir un camino hacia el desmantelamiento del poder golpista.

Además el hecho de permitirle contar con líneas de crédito y una ayuda internacional que le estaba faltando angustiosamente, ¿no está finalmente planteando el riesgo de legitimar la administración de Lobo?

El Consejo cívico de las organizaciones populares e indígenas (COPINH) “condena enérgicamente la inminente reintegración del país a la OEA” y llama a la población a “continuar los esfuerzos hasta lograr el desmantelamiento de todas las estructuras que surgieron del golpe de Estado” (7). Luego de haber participado en las negociaciones Barahona anunció que ”no se habían cumplido todas las condiciones para que Honduras regrese a la OEA” (8) Un punto de vista que comparte el Ecuador, el único país de los treinta y tres miembros que votó en contra del reingreso de Honduras a la OEA, destacando la violación de los derechos humanos y la falta de sanciones contra los autores del golpe de junio de 2009. Venezuela aprobó la resolución con “reservas”…

En la página que se inicia se verá al FNRP pretendiendo lograr el reconocimiento como partido político por parte de las instituciones que lo habían considerado ilegítimo. Nadie puede prever el impacto de este estratégico viraje sobre un entramado heteróclito, basado hasta hoy en la denuncia del golpe de Estado. ¿Se puede su`poner que corresponderá al poder decidir que margen de maniobra otorgará a Zelaya, ansioso por poner en marcha un programa similar al del que le costó el derrocamiento? Los golpistas duermen tranquilamente: a Roberto Micheletti que los condujo hasta junio de 2009, le han otorgado el título de “Primer héroe nacional del siglo XXI” por la poderosa Asociación Nacional de Industriales Hondureños, que deseaba ver recompensada su lucha “para que Honduras no cayese en el socialismo” (10). En enero de 2010, el parlamento hondureño le concedió el título de “diputado vitalicio”.

El 28 de mayo, el regreso de Zelaya al país –un avance innegable– dio lugar escenas de alborozo en Tegucigalpa (11) Aunque venga acompañado del reingreso de Honduras en la OEA, será suficiente como para concluir, como dice el diario español El País que en Honduras “se renueva la democracia”.

Notas:
(1) «Chávez : Nos agarran como excusa para cualquier cosa», Noticiasaldia.com, 8 diciembre 2009.
(2) Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
(3) «Canciller Nicolás Maduro afirma que UNASUR no reconocerá Gobierno de Lobo en Honduras», Venezolana de Televisión, 5 de mayo de 2010.
(4) «Unasur no reconoce gobierno de Porfirio Lobo en Honduras», Cubadebate, 3 de mayo de 2011.
(5) «Holguín afina con “Pepe” borrador de condiciones para retorno a la OEA», La Tribuna, Tegucigalpa, 18 de mayo de 2011.
(6) Giorgio Trucchi, «Resistencia en Honduras anuncia creación de partido para las elecciones de 2013», Opera mundi, 1 de junio de 2011.
(7) «Bienvenido Coordinador General del FNRP», comunicado del 26 de mayo de 2011.
(8) «Frente de Resistencia se opone a readmisión inmediata de Honduras a la OEA», TeleSURtv.net, 30 de mayo de 2011.
(9) «Deux ans après sa suspension, le Honduras est de retour», Agence France presse (AFP), 1 de junio de 2011.
(10) «Industriales declaran a Micheletti héroe nacional», El Heraldo, Tegucigalpa, 11 e enero de 2011.
(11) Leer: «Manuel Zelaya, de retour en retour jusqu’au retour final», par Maurice Lemoine, Mémoire des luttes, 30 de mayo de 2011.
(12) Pablo Ordaz, «Honduras recupera la democracia», El País, Madrid, 29 mayo 2011.

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