Por María Suárez Toro
La movilización de las organizaciones feministas en Haití detuvo, al menos temporalmente, la propuesta del primer ministro designado por el nuevo gobierno, Daniel Gérard Rouzier, quien pretendía desmantelar el Ministerio de la Condición de la Mujer y sus Derechos.
Luego de dos semanas de pronunciamientos públicos, declaraciones y reuniones de las feministas sobre el tema, la jefa de la cartera de la Mujer, Marjorie Michele dijo el 13 de junio que el ministro designado le ha prometido que desistirá de su propuesta original.
Al anunciar varias propuestas de cambios en la estructura del gobierno de Haití para el nuevo año fiscal, Rouzier había declarado el 6 de junio que mandaría al Congreso, en junio, una propuesta para cerrar el Ministerio de la Mujer y sus Derechos, pasando algunas de sus funciones a la cartera de Asuntos Sociales.
Inmediatamente, las organizaciones feministas se manifestaron en contra de tal iniciativa y enviaron cartas a Rouzier y al presidente Michel Martelly para que desistiera de adoptar y ejecutar esa política. Adicionalmente, solicitaron a la ministra Marjorie Michele que se pronunciara al respecto y abogara por su Ministerio.
La existencia del Ministerio "fue el resultado de la lucha feminista haitiana para contar con un mecanismo del más alto nivel que les permitiera promover sus derechos y elevar la condición de las mujeres en el país", dijo a SEMlac Marie Frantz Joachim, de la organización feminista no gubernamental Solidarité Fanm Ayisyen (SOFA).
"Sin ese mecanismo no es posible asegurar que se implementen las políticas públicas que tienen que ver con sus derechos y que responden a los compromisos internacionales del Estado", abundó.
Otra de las organizaciones feministas haitianas, Documentation et d'Information des Femmes en Haiti (ENFOFANM), ha realizado una campaña pública por radio y prensa, manifestándose también contra la propuesta.
"Por el momento han prometido que el Ministerio queda como está y eso es un logro de nuestras movilizaciones, pero hay que estar pendientes pues este es un momento de nombramientos y habrá que ver qué pasa después", dijo a SEMlac Clorinde Zephir, integrante de esa organización no gubernamental de información y comunicación.
Por su parte, Kay Fanm (Casa de la Mujer), SOFA y la Coordinadora Nacional de la Mujer (CONAP) han hecho públicas declaraciones en igual sentido. "El Ministerio de la Condición de la Mujer y sus Derechos es una señal positiva del Estado, reconociendo los problemas que enfrentan las mujeres y las niñas en nuestra sociedad y un compromiso de tratar de cambiar esa situación", indica la CONAP en un comunicado del 31 de mayo en Puerto Príncipe, capital haitiana.
CONAP es una coordinadora no gubernamental que reúne más de 30 organizaciones a lo largo y ancho del país para promover sus derechos.
Añade que, desde la década del 30 hasta hoy, las organizaciones de mujeres no han dejado de luchar en medio de dictaduras, y después de ellas, por el reconocimiento y el respeto de sus derechos individuales como ciudadanas y que por eso la sociedad reconoció en el proceso iniciado tras la dictadura de Jean Claude Duvalier que no puede haber democracia sin la participación plena de las mujeres.
Otras 22 organizaciones firmaron la inicitativa de Kay Fanm, entre ellas la Concertación Nacional Contra la Violencia, el Centro de Promoción de Mujeres Obreras, el Colectivo por la Participación Política de las Mujeres y el Movimiento de Mujeres por la Educación y el Desarrollo, que abarcan todas las regiones del país.
Las razones dadas por el gobierno no satisfacen a las organizaciones firmantes: fondos insuficientes, ineficacia e inutilidad. En cuanto a fondos, las organizaciones informan que el presupuesto para el 2010- 2011 no hace mella a los problemas económicos del país.
Sobre el argumento de la "ineficacia", dicen las feministas que, aunque el Ministerio tiene algunas debilidades, como las tienen los demás, es necesario porque "las mujeres constituyen los más altos índices de analfabetismo, la mayoría dan a luz sin atención médica y la mortalidad materna es una de las más altas en el mundo."
En torno al último punto, acerca de la "inutilidad", alegan que tal Ministerio se justifica porque las relaciones de género impactan todas las áreas de la vida de la sociedad haitiana.
"El Ministerio es importante porque esa ha sido una lucha nuestra que no tiene marcha atrás, ya que la situación de las mujeres es de falta de respeto a sus derechos y por eso necesitamos una voz fuerte en el Gabinete de Gobierno", aclara Zephir.
La función del Ministerio actual es la de "promover y defender los derechos de las mujeres, contribuyendo a crear una mayor cohesión social", lo que -según el comunicado de las organizaciones de mujeres- llena el requisito de la Constitución de 1987 y los compromisos del Estado haitiano cuando firmó los tratados internacionales de derechos humanos y de los de las mujeres.
Esa misión sigue vigente en un país donde ellas han logrado importantes conquistas, pero también falta mucho por recorrer. Entre los logros resalta la creación misma del Ministerio en 1994. Adicionalmente, el Estado haitiano firmó y ratificó en 1981 la Convención por la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y hace reportes a la Comisión que vela por esa convención desde el 2006.
Haití firmó la Convención Interamericana para la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, conocida como "Belem do Para Convencion" en 1996. Además, desde 2005 la violación es considerada una ofensa criminal.
Según las feministas, falta mucho para lograr la igualdad y ello justifica la necesidad de un Ministerio para atender esas necesidades. Han declarado que celebrarían el día en que una entidad así no fuese necesaria "porque las mujeres habrían logrado sus derechos".
Según cifras oficiales, eso está lejos. En 2010, de 135 escaños parlamentarios en Haití, apenas ocho eran ocupados por mujeres. En ese país la población femenina constituye 52 por ciento de los 10 millones de habitantes.
De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo 2010, 42 por ciento de las mujeres tienen menos de 15 años. Entre cinco y nueve años de edad, todas las haitianas que trabajan lo hacen en el sector informal y 60 por ciento de las mujeres y niñas no saben leer o escribir. Ellas ganan menos de la mitad del salario de un hombre y la mayoría está empleada en el sector informal.
Adicionalmente Haití tiene los más altos índices de fertilidad (4,8 por mujer entre los 15-49 años de edad) y el más elevado nivel de mortalidad materna (670 por cada 1.000 nacidos).
Es importante que las feministas y organizaciones de derechos humanos latinoamericanas y del Caribe manifiesten su apoyo a nuestra exigencia de que se mantenga el Ministerio en Haití, porque esta lucha es de toda la región, sostiene Joachim, de SOFA. "El gobierno entrante debe saber que esta no es una lucha solo de Haiti, sino de toda una región", insistió.
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