viernes, 3 de junio de 2011
La reincorporación de Honduras a la OEA deja al pueblo indefenso ante el régimen
Nicaragua y Más
Foto G. Trucchi/Rel-UITA
Por Giorgio Trucchi - LINyM
La Asamblea extraordinaria de la OEA votó hoy (1/6) levantar la suspensión del derecho de participación de Honduras a esta instancia internacional, decisión que había tomado en julio de 2009 a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente Zelaya. La resolución fue aprobada con 32 votos a favor y uno en contra (Ecuador). Venezuela respaldó la medida “con reserva”.
Pese a que el actual coordinador nacional de la Resistencia hondureña, Manuel Zelaya, dijo sentirse satisfecho con el levantamiento de la sanción a su país, amplios sectores de esta misma organización condenaron esa medida. “La reincorporación es una humillación a la dignidad no sólo del pueblo hondureño, sino de todos los pueblos del mundo que luchan contra la impunidad”, dijo Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Según ella, esta decisión ratifica “la decadencia de esta instancia internacional” y va a permitir que en Honduras “se sigan violentando los derechos humanos y que en el mundo continúen los intentos de golpe de Estado”.
Para la directiva del COPINH, al pueblo hondureño queda ahora el desafío de enfrentarse a los impactos que esta decisión va a tener en términos de impunidad e indefensión, luchando para construir su propio destino.
“No vamos a olvidar lo que ha pasado y vamos a dejar constancia histórica de nuestro rechazo a esta decisión. No vamos a perdonar, ni a reconciliarnos, ni mucho menos a reconocer a este régimen, mientras tanto no haya justicia y democracia real para el pueblo hondureño, no se resuelvan sus demandas más sentidas y no se castiguen a los represores”, afirmó Cáceres.
También la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, consideró que no puede dejar de expresar su preocupación con el tema de los derechos humanos.
“El estado de derecho está roto y los escombros que han quedado siguen en poder de los que promovieron, avalaron y defendieron el golpe. ¿Cómo podemos dar respuesta al pueblo que demanda justicia y libertad?”, se preguntó Oliva.
Para la defensora de derechos humanos, la reincorporación de Honduras a la OEA sin ninguna evaluación previa de la situación de los derechos humanos ha sido un segundo golpe de Estado. “Se le está dando carta blanca al régimen para que siga violentando los derechos humanos, porque no hemos visto ninguna voluntad para investigar los asesinatos y las violaciones cometidas contra los miembros de la Resistencia”, aseveró
Oliva aseguró que no queda otro camino que “persistir en la denuncia hasta desenmascarar y, en un futuro, derrotar a los culpables, porque no podemos acostumbrarnos a vivir entre los muertos. Los derechos humanos no pueden ser un tema de negociación política”. En este sentido, la reincorporación a la OEA agudizará más la represión y “con menos posibilidad de incidir a nivel internacional”, concluyó.
También para el miembro del FNRP, Mario Membreño, volver a la OEA significa “un lavado del golpe” y pasar a una etapa en la que “se nos quiere llevar a reconocer un régimen que va a profundizar el modelo neoliberal, que cercena las conquistas laborales y el derecho del campesinado a la tierra, y que mantiene a los principales golpistas y a los violadores de derechos humanos en el poder”.
Proceso acelerado
La aceleración que se dio al proceso de mediación que llevó a la firma de los Acuerdos de Cartagena - impulsados por los presidentes de Venezuela y Colombia -, al regreso del ex presidente Zelaya y a la normalización de las relaciones internacionales con Honduras, parece estar reproduciéndose también a nivel interno, de manera particular con respecto al futuro del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), y a la posibilidad de convertirse en partido político y participar en las elecciones de 2013.
Según Membreño, loa Acuerdos de Cartagena necesariamente tienen fuertes implicaciones para el FNRP, sobre todo en relación con las decisiones que tomó la gran Asamblea que se desarrolló en febrero. “La mayoría de los delegados decidió no participar en las elecciones de 2013 e iniciar un proceso de auto convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente”.
También consideró que el proceso de consolidación de la Resistencia llevó a la conformación de instancias y obligadas consultas para poder modificar estas decisiones. “Zelaya ya planteó posicionamientos personales que entran en contradicción con estas resoluciones. Dijo estar dispuesto a discutir sus propuestas con las instancias del FNRP, y es importante hacerlo lo más pronto posible”, dijo.
“Necesitamos entrar a un proceso de discusión profunda sobre los Acuerdos de Cartagena y el futuro del FNRP, involucrando a todas las fuerzas que hemos estado haciendo resistencia. Y esta discusión debe llevarse a cabo en las instancias que ya existen y que la Resistencia ha ido estructurando en estos dos años”, concluyó Membreño.
Foto G. Trucchi/Rel-UITA
Por Giorgio Trucchi - LINyM
La Asamblea extraordinaria de la OEA votó hoy (1/6) levantar la suspensión del derecho de participación de Honduras a esta instancia internacional, decisión que había tomado en julio de 2009 a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente Zelaya. La resolución fue aprobada con 32 votos a favor y uno en contra (Ecuador). Venezuela respaldó la medida “con reserva”.
Pese a que el actual coordinador nacional de la Resistencia hondureña, Manuel Zelaya, dijo sentirse satisfecho con el levantamiento de la sanción a su país, amplios sectores de esta misma organización condenaron esa medida. “La reincorporación es una humillación a la dignidad no sólo del pueblo hondureño, sino de todos los pueblos del mundo que luchan contra la impunidad”, dijo Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Según ella, esta decisión ratifica “la decadencia de esta instancia internacional” y va a permitir que en Honduras “se sigan violentando los derechos humanos y que en el mundo continúen los intentos de golpe de Estado”.
Para la directiva del COPINH, al pueblo hondureño queda ahora el desafío de enfrentarse a los impactos que esta decisión va a tener en términos de impunidad e indefensión, luchando para construir su propio destino.
“No vamos a olvidar lo que ha pasado y vamos a dejar constancia histórica de nuestro rechazo a esta decisión. No vamos a perdonar, ni a reconciliarnos, ni mucho menos a reconocer a este régimen, mientras tanto no haya justicia y democracia real para el pueblo hondureño, no se resuelvan sus demandas más sentidas y no se castiguen a los represores”, afirmó Cáceres.
También la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, consideró que no puede dejar de expresar su preocupación con el tema de los derechos humanos.
“El estado de derecho está roto y los escombros que han quedado siguen en poder de los que promovieron, avalaron y defendieron el golpe. ¿Cómo podemos dar respuesta al pueblo que demanda justicia y libertad?”, se preguntó Oliva.
Para la defensora de derechos humanos, la reincorporación de Honduras a la OEA sin ninguna evaluación previa de la situación de los derechos humanos ha sido un segundo golpe de Estado. “Se le está dando carta blanca al régimen para que siga violentando los derechos humanos, porque no hemos visto ninguna voluntad para investigar los asesinatos y las violaciones cometidas contra los miembros de la Resistencia”, aseveró
Oliva aseguró que no queda otro camino que “persistir en la denuncia hasta desenmascarar y, en un futuro, derrotar a los culpables, porque no podemos acostumbrarnos a vivir entre los muertos. Los derechos humanos no pueden ser un tema de negociación política”. En este sentido, la reincorporación a la OEA agudizará más la represión y “con menos posibilidad de incidir a nivel internacional”, concluyó.
También para el miembro del FNRP, Mario Membreño, volver a la OEA significa “un lavado del golpe” y pasar a una etapa en la que “se nos quiere llevar a reconocer un régimen que va a profundizar el modelo neoliberal, que cercena las conquistas laborales y el derecho del campesinado a la tierra, y que mantiene a los principales golpistas y a los violadores de derechos humanos en el poder”.
Proceso acelerado
La aceleración que se dio al proceso de mediación que llevó a la firma de los Acuerdos de Cartagena - impulsados por los presidentes de Venezuela y Colombia -, al regreso del ex presidente Zelaya y a la normalización de las relaciones internacionales con Honduras, parece estar reproduciéndose también a nivel interno, de manera particular con respecto al futuro del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), y a la posibilidad de convertirse en partido político y participar en las elecciones de 2013.
Según Membreño, loa Acuerdos de Cartagena necesariamente tienen fuertes implicaciones para el FNRP, sobre todo en relación con las decisiones que tomó la gran Asamblea que se desarrolló en febrero. “La mayoría de los delegados decidió no participar en las elecciones de 2013 e iniciar un proceso de auto convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente”.
También consideró que el proceso de consolidación de la Resistencia llevó a la conformación de instancias y obligadas consultas para poder modificar estas decisiones. “Zelaya ya planteó posicionamientos personales que entran en contradicción con estas resoluciones. Dijo estar dispuesto a discutir sus propuestas con las instancias del FNRP, y es importante hacerlo lo más pronto posible”, dijo.
“Necesitamos entrar a un proceso de discusión profunda sobre los Acuerdos de Cartagena y el futuro del FNRP, involucrando a todas las fuerzas que hemos estado haciendo resistencia. Y esta discusión debe llevarse a cabo en las instancias que ya existen y que la Resistencia ha ido estructurando en estos dos años”, concluyó Membreño.
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