Los sectores más conservadores de Honduras arremetieron este lunes contra el presidente derechista Porfirio Lobo, artífice del acuerdo que permitió el retorno triunfal del derrocado Manuel Zelaya, y lo acusaron de acoger la agenda del mandatario venezolano Hugo Chávez.
Los sectores más conservadores de Honduras arremetieron este lunes contra el presidente derechista Porfirio Lobo, artífice del acuerdo que permitió el retorno triunfal del derrocado Manuel Zelaya, y lo acusaron de acoger la agenda del mandatario venezolano Hugo Chávez.
"Hay un marcado interés tanto de Zelaya como de Lobo, sencillamente no les interesa el bienestar del pueblo hondureño, (...) lo que sí les interesa es cómo mantenerse en el poder por mucho más tiempo", declaró a la AFP Jimmy Dacarett, dirigente de la conservadora Unión Cívica Democrática (UCD)
"El presidente Lobo ha decidido tomar la agenda de Hugo Chávez", dijo por su lado Fernando Alduray, un conservador de línea dura que aspira a ser candidato presidencial oficialista en 2013, quien criticó al gobernante hondureño por haber brindado con Zelaya y los representantes de la "izquierda internacional".
"Hay una clara decisión (de Lobo) de inclinarse por el presidente Chávez y que la agenda que se está poniendo en práctica es la del presidente Chávez", afirmó Alduray, miembro del Partido Nacional de Lobo.
Los conservadores, que controlan la política hondureña y perpetraron el golpe de Estado de junio de 2009, enfrentan a un Zelaya que regresó con gran capital político y fue recibido el sábado con una multitudinaria manifestación.
Al día siguiente de su retorno, comenzaron a ser difundidos por la televisión local unos avisos de agradecimiento a Roberto Micheletti, el controvertido ex presidente de facto que gobernó Honduras durante siete meses tras el golpe.
La UCD financió avisos similares luego del golpe de 2009, que fue ejecutado por el Ejército con aval del Congreso y la Corte Suprema.
Alduray fustigó a Lobo porque le ofreció a Zelaya el sábado "una recepción (junto) a todos los acompañantes de la izquierda internacional de Hugo Chávez, (y) departen, brindan y se hacen declaraciones de deseos de que todo va a caminar bien de aquí para adelante, que va a haber reconciliación".
"¿Cuánto le gustará eso al Congreso de los Estados Unidos (...), al presidente (Barack) Obama, a doña Hillary Clinton (la secretaria de Estado)?", dijo Alduray este lunes en una entrevista en Canal 12.
Lobo y Zelaya firmaron hace ocho días un acuerdo de reconciliación en la ciudad colombiana de Cartagena, que abrió el camino para el retorno del ex mandatario al país, último obstáculo que impedía la readmisión de Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Colombia y Venezuela son los garantes de este pacto, que fue elogiado por la comunidad internacional, que condenó unánimemente el golpe que derrocó a Zelaya, quien volvió al país luego de un exilio de 16 meses en República Dominicana.
"Aunque las declaraciones que hagan sobre el pacto de Cartagena son (que es) una oportunidad para Honduras, en la práctica ésta es una afrenta a la posición política de los Estados Unidos", dijo Alduray.
El discurso de los líderes conservadores hondureños, aliados incondicionales de Washington, se ha mantenido inalterado tras el término de la Guerra Fría, aunque su blanco ya no es el líder cubano Fidel Castro, sino Chávez.
"La Guerra Fría terminó en los 90", recordó el domingo Zelaya, quien afirmó que "este golpe ha sido un fracaso de las derechas de América Latina".
Dacarett dijo que las reformas constitucionales que trató de aprobar Zelaya, lo que sirvió de pretexto derribarlo en 2009, ahora son impulsadas por Lobo, con el objetivo de poder ir a la reelección.
"Lo que sí les interesa es cómo hacer una reelección (...) lo que no obtuvo por la fuerza Zelaya lo está haciendo don Pepe Lobo", afirmó.
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