Directora Radio Gualcho
En días pasados le di seguimiento a un interesante debate que sobre los medios de comunicación y su función social, sostuvieron varios miembros de esta red; motivados por opiniones personales vertidas por algunos periodistas de medios conocidos hasta ahora como ¨de la resistencia¨, relacionadas con la dinámica de la conducción del FNRP y la ruta que debe seguir en el más corto plazo, pero con contenidos ajustados a su naturaleza comercial, mercantil.
Ese debate, cuyo propósito fue reflexionar acerca de la enorme responsabilidad de los medios de comunicación, me hizo recordar algunas lecciones que sobre la ética periodística, nos compartió en el salón de clases ese maestro de la comunicación, que se llamó Ventura Ramos.
El maestro enfatizaba a diario en que los medios de comunicación que no se muestran respetuosos de la libertad de expresión y opinión, de las y los ciudadanos y sus derechos, y no promueven un debate constructivo sobre los problemas fundamentales de la patria; usualmente tienen agendas ocultas, cartas escondidas, ya que participan del consenso táctico de ciertas elites que determinan las selección de las noticias que publican y el sesgo que se les imprime.
El poder económico y político, ligado indisolublemente a los medios comerciales a través de la publicidad y propaganda, su fuente principal de ingresos; tiene la capacidad de fijar los términos del discurso, decidir lo que el público en general puede ver, oír y pensar, y de esa manera, ¨persuadir a la opinión pública¨ sobre los temas de su interés fundamental; atentando contra la posibilidad de que se produzcan cambios sociales, cercenando la posibilidad de hacer justicia social y alcanzar el ansiado desarrollo humano.
En un país como el nuestro, donde la riqueza y el protagonismo político están concentrados en pocas manos y la conflictividad social es muy alta, se activa la necesidad de que los medios comerciales ¨patrocinados por las empresas de esos grupos de poder, que además son propietarios del gobierno¨, se encarnen en ¨guardianes de la democracia¨, atentando abierta o veladamente, contra la libertad de expresión y opinión, y contra la posibilidad, de que el pueblo haga oposición en forma organizada.
Entre más grandes son las audiencias, mayor es la capacidad del medio para influir a la opinión pública en beneficio del status quo, y mayor la necesidad que los grupos de poder tienen de ellos, para impedir el crecimiento y avance organizacional del pueblo. Por eso no es de extrañar que en una estrategia de mercadeo bastante agresiva, algunos propietarios de medios de comunicación que en el pasado tuvieron una presencia modesta en el dial, sirviendo a los intereses de la oligarquía, aprovechen coyunturas de extrema sensibilidad social, como el Golpe de Estado, para posicionarse del lado de las reivindicaciones del pueblo, ganándose el reconocimiento popular e incrementando su audiencia, principal activo en la negociación de paquetes publicitarios tanto con el gobierno como con la empresa privada.
Ejemplo: Durante el Golpe de Estado en una radioemisora ¨de la resistencia¨ se promovió el boicot comercial, a través de la destrucción de los microchips que utilizaba una empresa de telefonía celular, que aseguraban fue patrocinadora del rompimiento del orden constitucional.
Como consecuencia directa del incremento de la audiencia de ese medio, la radioemisora cerró un gran negocio: hoy podemos escuchar a toda hora, los mensajes de la empresa ¨golpista¨ a través de sus frecuencias.
Lo mismo sucedió con el ¨gorila golpista¨, como le llamaban al general Romeo Vásquez Velásquez. Lo acusaban de haber traicionado a su jefe, amigo y compadre y de ser un traidor a la patria. Ahora se le entrevista a través de los mismos micrófonos y se lo presenta como el salvador de Hondutel. También los anuncios de la empresa estatal que él dirige, suenan con insistencia en ese medio.
Finalmente, para no abundar en detalles, un ejemplo más: el colega Félix Molina anunció una noche de estas, que ya no transmitirá el programa Resistencia los sábados y domingos, porque escasean los recursos para financiar su costo. ¡Apuros para financiar su costo en una empresa a la que la resistencia le ha pagado, con mucha dificultad, cifras que alcanzan los seis ceros! ¡Donde quedó el compromiso social de ese medio ¨de la resistencia¨ como le llama el pueblo!
Los hondureños y hondureñas no dudaron ni un momento para ir en defensa de ese medio cuando estaba amenazado por los golpistas, pero al comerciante no le basta haber ganado audiencia con el golpe, quiere más dinero. Y nadie me da cuentos, puedo repetir en este caso las palabras de José Martí, ¨viví en el monstruo y conozco sus entrañas¨.
Frente a los hechos antes apuntados y muchos otros que no vale la pena mencionar, resulta contradictorio e inadmisible que la dirigencia del frente, siga apostando en el tema de las comunicaciones, al mercado, que tantas veces nos han dicho, estamos combatiendo.
Pero el pueblo es sabio y ha ido configurando diversas formas de comunicación alternativas, que le permiten sortear la censura, divulgar la verdad, priorizar sus temas de interés, abordarlos de manera crítica y educarse, para enfrentar con gallardía, los grandes retos que trae consigo el proyecto de refundar la patria.
Esta reflexión sería incompleta si obviamos que contar con medios de gran penetración, es importante para el trabajo educativo y organizativo del frente, por su amplia cobertura geográfica, pero hay opciones para sortear la vinculación con aquellos, que suprimen de sus agendas los temas que afectan a las grandes mayorías o los someten a tantos tamices, que al final casi no dicen nada o dicen lo que a sus amos les interesa que se diga. ¡Cuántas veces nos hemos quejado que los temas de mayor interés para el pueblo son dejados de lado para abordar temas pueriles. Créanmelo que eso no sucede por casualidad!
En esta coyuntura histórica, ya debería estar entre las prioridades de la organización insigne del pueblo hondureño, la conformación de redes con medios de comunicación alternativos y pequeños medios locales, que aunque comerciales, todavía consideran importante su vinculación con las reivindicaciones más genuinas del pueblo hondureño.
En ese propósito, y con el afán de que el pueblo conozca de primera mano, como es que toman sus decisiones, los líderes y lideresas que vienen en su representación a la Asamblea Nacional del FNRP del 26 de febrero, les informamos que, a pesar de las extremas limitaciones financieras que enfrentamos siempre, y haciendo honor al compromiso inclaudicable con la patria, del compañero Omar Rodríguez, fundador y propietario de ¨Radio Gualcho, La Insobornable¨, hemos decidido junto a sus hijos, transmitir en directo el desarrollo de la misma, sin ningún costo para el FNRP y sólo con el apoyo de quienes sí creen, en los medios alternativos de comunicación.
Y en un primer avance hacia la conformación de una red de radios comunitarias o alternativas, cuyo único compromiso sea con la verdad y la observancia de los valores éticos, estamos coordinando con algunas de estas radios alternativas que operan en distintas regiones del país, para que con la retransmisión de nuestra señal, hagan participar a sus comunidades, en este importante evento donde sin lugar a dudas se juega el futuro y credibilidad de la organización.
Les invito a reflexionar un poco sobre lo expuesto.
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